Capitulo 21

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Mateo

Recuerdo con nostalgia mi infancia , Marie y Jacob llegaban a casa y le rogaban a mi madre que me dejase salir a jugar con ellos a la calle , mamá protestaba y se negaba y no la juzgaba , sabia que quizá su comportamiento era en cierta manera normal , pues su pequeño hijo no era como los demás , su pequeño hijo era ciego . Papá al contrario , me alentaba y me dejaba salir a la calle a jugar , quizá él quería hacerme ver que si era un niño capaz de todo , era por esa razón que amaba pasar con mi padre , fue él quien un día de verano me lanzo al agua sin yo saber nadar , aún recuerdo los gritos desesperados de mi madre por todo el lugar , mientras papá solo reía , mi madre paso una semana sin dirigirle la palabra , desde entonces sentí una profunda conexión con el agua , mi padre encontró una escuela de natación para niños con diferentes discapacidades y me inscribió sin que mamá se diera cuenta y cuando lo hizo , puso el grito en el cielo , más sin embargo , al verme tan feliz y libre en el agua , dejo que siguiera mi sueño .

Y ahora me sentía como un niño libre nuevamente , me sentía como la primera vez que mi padre me lanzo al agua y pataleaba sin idea alguna , pero me sentí libre , ahora mi pequeña me había mostrado que era conducir un auto , de juguete quizá , pero en mi cabeza me imagine que era un auto de carreras y a mi costado , yacía la princesa de mis sueños por la cual lucharía cada día , jamas en la vida podría expresar lo feliz que Ela me hacia sentir , ella me hacia sentir capaz de mucho por la vida , ella me amaba sin importar nada y yo aun me preguntaba ¿ que había hecho para merecer una princesa como ella ? .

Los demás carritos chocaban con el mio bruscamente , el cuerpo de mi pequeña casi salia disparado , pero me sujetaba con tal euforia que casi arrancaba mi mano pero para ser honesto , escucharla un tanto aterrada y que su soporte esta vez fuese yo , me hacia sentir como todo un guerrero de película . El carrito perdió fuerza para luego detenerse , el juego ya había acabado una vez más , no recordaba cuantas veces nos habíamos subido .

 Literalmente la pasamos así :

El juego acababa , yo no me levantaba del carrito , mi pobre chica se levantaba e iba por más boletos pero luego el encargado del juego evito que Ela se levantara y él mismo llegaba nos entregaba los boletos y le pagábamos y así pasamos por una hora quizá .

-- ¿ Compro más boletos ? -- pregunto mi chica , su tono no era cansado pero ya me la imaginaba pálida y mariada , sonreí y busque su pierna , le di un leve apretón con una sonrisa y negué

-- No pequeña , ya me divertí mucho por hoy , ademas , creo que el encargado del juego ya se hizo millonario a costa nuestra -- Ela rió un poco , dejo un beso en mi mejilla que me tomo por sorpresa y luego sentí como su cuerpo se alejaba de mi indicándome que salia del carrito , como pude me levante y luego su pequeña mano tomo la mía para salir con mayor seguridad

Nos despedimos del hombre encargado del juego que nos dijo " los esperamos pronto " a lo que asentí con una enorme sonrisa pues ese juego ya se había vuelto parte de mi vida . Caminamos un poco y la tranquilidad me invadió al ya no escuchar tantas pisadas ni murmullos , nuestros cuerpos ya no chocaban con otros por lo que supe que en el lugar ya no había tantas personas , íbamos en busca de los chicos pues ellos se aburrieron de los carritos chocones y decidieron ir y buscar otra atracción más .

-- ¡ Algodón de azúcar ! -- grito Ela dando pequeños saltos tomada de mi brazo , sonreí un poco y fruncí mi ceño --Hay un carrito de algodón de azúcar , no sabes cuanto me encantan

-- ¿ Quieres uno ? -- pregunte sonriendo mientras Ela me sujetaba del brazo , topo su cabeza en mi pecho y negó ahí -- ¿ A no ? pensé que si querías uno ...

-- Quiero dos ... -- abrí mis ojos tras las gafas sin poder creer lo que acaba de escuchar , sonreí un poco y bese la cima de su cabeza

-- Mucha azúcar es mala ... -- Ela se levanto de mi pecho y sentí su respiración frente a mi por lo que baje un poco mi rostro  

Tu Amor En Mi OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora