1-Gabe

316 13 3
                                    

Para mí, las clases de educación física eran lo más infame de la escuela, eso y los miércoles de tarta de nuez en la cafetería. Tantas cosas que podían reemplazar la hora de educación física: clases de ajedrez, de astronomía, geología, cualquier cosa menos matanza aeróbica.

Mis huesos ya no podían más. El cuerpo me dolía a matar. Es que rayos, el ejercicio mata. No soy un deportista, no sirvo para eso. Está comprobado que los deportistas envejecen más rápido que una persona corriente. Así que solo los suicidas hacen deporte. No es que yo no esté en buena forma. No soy delgado, pero tampoco soy gordo, soy normal. No tengo músculo, no me sobra carne pero tampoco soy un flacucho. Ahí entendéis.

El caso es que en mi opinión, el deporte es para los sin cerebro. Por ejemplo, solo hay que mirar a Jensen Lee y a Seb Jones para darse cuenta. Los dos son populares, pero unos idiotas con los demás y en el resto de clases. En cambio, yo no soy popular, pero puedo razonar y pensar, no actúo por instinto, sino por estrategia. Eso me ha enseñado los juegos de video, también me han apartado de la burbuja social, pero eso es lo menos importante aquí.

Pero a pesar de que Jensen fuera un cavernícola, no podía negar que era el chico más guapo de toda la zona. Es que con solo mirarle ya estabas enamorado de él. Su cabello negro desentona a la perfección con su piel caucásica, su esbelto cuerpo y sus hermosos ojos marrones. Es tan tierno pero tan rudo al mismo tiempo, tiene algo que te dice que puedes confiar en él, aunque yo aprendí a no confiar en él. Cuando su mirada se posa en ti, es como si te dijera que siempre estará ahí para ti, pero al fin y al cabo, son solo apariencias. Sin embargo hay algo que no va con toda su perfección: ¿y es que quién rayos puede llamarse Jensen? Sus padres tienen que ser unos genios malvados, y te lo digo yo que los conozco.

Tristemente, si hay algo más peligroso y asesino que el deporte, es el amor. Pero a mí no me importaría morir de amor. No requiere tanto esfuerzo como el deporte. Pero claro está, se pierde la estabilidad emocional y comienzas a caer en.... creo que me estoy alejando un poco tema.

Continuando con la historia... a pesar de todo, siento algo por Jensen, y estoy, un 85% seguro de que le gustan los chicos. Deseaba que fuera así. El deporte es una de las practicas más homo-eróticas que existen. Se tienen reportes... me vuelvo a alejar del tema.

Por mi cabeza han pasado por igual tanto chicos como chicas, no me importa tener una relación con cualquiera de los dos. Lo que me enfada es que la gente no acepte quienes son. Tengo casi total certeza de que Jensen es homosexual, a pesar de su sexy novia. Quizás eso es lo que no puedo dejar de esperar.

En el fondo, siempre esperé que se fijara en mí, lo que es muy poco probable por eso que pasó, porque era impopular. Debería esforzarme.

¿Qué es lo que enamora a un atleta? Para mí, dos cosas enamoran a ese tipo de persona. Primero, alguien igual o más sexy que ellos, y segundo, alguien a quien le interese el deporte. ¿Pero a quien quería engañar? Nunca me gustaría el deporte, y mi biología me impide ser sexy. ¿Y si no me interesa porque no dejo de hablar del deporte?

Pero tenía un plan, lo primero que necesitaba era que Jensen me viese interesado en el juego, y de paso el entrenador, pues podía ponerme un nota extra por eso.

Para mal de todos y de mi plan, los cuatro, Will, Jensen, Seb y yo, tropezamos y caímos. Todo a mí alrededor se oscureció.

Multimedia: Gabe

Four Ways to LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora