Four Ways to Love

6.2 Jensen

— ¿Que tienes para decir? —preguntó Gabe.

Si íbamos a vivir en el cuerpo del otro hasta hallar la manera de regresar, debíamos de saber cosas importantes el uno del otro, y yo lo único importante que conocía de Gabe eran cuatro cosas: Parece un niño de catorce años, ama los videojuegos, odia el deporte y por tanto a los deportistas. ¿Seguían gustándole las mismas cosas que le gustaban antes?

—No lo sé, supongo que ya debes saber todo sobre mi —estaba claro que bromeaba, pero él se lo pensó, como si estuviera considerando si en realidad me conoce totalmente—. Nací en Londres, el 14 de marzo de 1999, fue un domingo por cierto. Soy piscis,mi color favorito es el azul, me gustan las motocicletas y la pizza, "mi novia" es Emma Thompson, no soy virgen y quiero que mis hijos se llamen como los protagonistas de las crónicas de narnia.

— ¿Aslan, la bruja blanca, James Carter, Lucy Paris? —preguntó Gabe. Se quería burlar de mí.

—No, Peter, Susan, Edmund y Lucy —expliqué—. ¿Tus padres nunca te leyeron los cuentos de pequeño?

Pude notar algo, y es que cuando hablaba de sus padres, se ponía un poco triste, algo enfadado. Y lo entendía.

—No, nunca leí los libros, pero vi las películas.

—En fin, me gusta mucho mantenerme en forma, los libros sobre literatura clásica y científica...

—Oh, cielo santo —interrumpió Gabe.

— ¿Que?

—Eres todo un nerd... —dijo Gabe—. ¡Pensé que yo era el nerd! Esto es inadmisible.

—Eres y seguirás siendo el nerd, Gabe, incluso si en mi cuerpo.

Gabe se lo pensó.

—No, es claro que no —negó Gabe—. Me tomaré un descanso de las cosas de Nerd. Seguiré tu consejo, me relajaré en tu cuerpo y actuaré como Jensen Lee, deportista, literario y único musculoso que no quiere tener sexo con su atractiva novia.

—Eres un idiota —le dije—. No he vuelto a tener sexo porque... no quiero. Algo sucedió, y desde eso he intentado seguir mis creencias. —Quería saber si pensaba si ese suceso era nuestro eso, pero ese suceso era mi eso con Emma—. Aunque mis padres ya no crean en ellas, soy un fiel seguidor, Gabriel. Me enfurece que por el hecho de estar en mi cuerpo creas que puedes comportarte como un idiota. ¡El único que tiene ese derecho soy yo!

—Oh, te has enojado —se levantó de mi cama y se acercó a mí—. Se dé algo que te ayudará. Siempre ayuda.

Intenté alejarme mientras se acercaba, pero bueno, él ahora era más rápido y fuerte. Eso me hacía difícil el escape.

Cuando se acercó, me rodeó con mis antiguos y fuertes brazos. Me estaba abrazando. Podía sentir mi cara en mis ex duros y trabajados pectorales. Lo rodeé a él con mis nuevos brazos delgados e hice algo que nunca hubiera esperado hacer. No pude contenerme.

— ¿Jensen? —Me llamó Gabe—. ¿Estas llorando? —No podía ocultar mis sollozos, las lágrimas bajaban y mojaban la camisa de Gabe—. No te preocupes, conejito, todo saldrá bien.

Lloré aún más al oír ese apodo. Gabe y yo solíamos conocer mucho el uno del otro, pero cuando éramos pequeños solíamos ser los mejores amigos e incluso hacíamos parte de los exploradores e íbamos a acampar a un hermoso claro un poco lejos de la ciudad. Aunque sea difícil creerlo, él era mucho más grande y alto que yo, por eso me llamaba conejito. Pero "eso"... Por ello mi tío se comportó así con Gabe. Me enviaron a Londres con mis abuelos, y hace tres años regresé, y bueno, ya saben el resto.

—Hallaré la forma de volver a la normalidad, lo juro —el lloraba también, y sentí como sus lágrimas caían sobre mis hombros y mi cabeza—. Te lo juro.

Él pensaba que lloraba por el cambio, pero es que en realidad lloraba por mí "eso" con Emma. Sentía que lo había traicionado, pero eso ya había sido resuelto, según Emma.

Lo miré. Sé que era yo, ese cuerpo en el que él estaba atrapado había sido el que por 16 años señalé como mío. Pero él estaba ahí, y no pude seguir escondiendo ese sentimiento.
No pensé en cómo reaccionaría, no pensé en las consecuencias.

Solo lo besé.

Lo besé como él me había besado.

Y él me correspondió a mi beso.