Capítulo 5: Viviendo con Bangtan.

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   Una vez acabada la comida cada quien fue a su habitación; Salvo por Jimin y Hoseok, -quienes fueron a la piscina del patio trasero- y Avril y Jin, que se quedaron limpiando los utensilios del almuerzo, en la cocina. Jin lavaba con una esponja amarilla, cubierta por detergente y espuma. La chica secaba los platos mojados que le pasaba el contrario. 

  Frente al fregadero había una ventana, desde donde el hopemin podía ver a Avril junto al castaño, y viceversa.

—¿La estás pasando bien aquí? —le preguntó Jin mientras restregaba la esponja por el plato sucio. Lo mojó y se lo pasó.

—Hasta ahora, sí —respondió frotando el trapo sobre él, secándolo—. Agradezco que hayan sido tan amables conmigo.

—No hay de qué, eres muy agradable —le sonrió e hizo una pausa como si estuviera pensando en algo—. Tú... ¿Acaso no conocías a la banda? —ella lo observa—. Pregunto porque... como preguntaste nuestros nombres y no te alteraste al vernos... ya sabes. Otras chicas ya estarían teniendo un ataque de convulsiones en el suelo.

—No, y es una larga historia —deja el plato playo de cerámica blanco limpio a un lado y toma el otro que el castaño sostiene—. En resumen, iba por el puesto de maquillista. Me salí de la fila para comprar un agua y fue allí cuando Hoseok me dio el billete.

—Ah, sí. Recuerdo eso, no me percaté de que eras tú. —le pasó otro.

—Mhm —balbucea como respuesta—. Después me perdí como imbécil, me puse a bailar "Boombayah" en una sala vacía y uno de sus representantes, coreografos o no sé qué me vió. Me dijo que era buena, me llevó con los otros, canté y bueno, el resto ya lo conoces.

—¿Y tu amiga? Ella sí que parecía army.

—Lo es. Si no fuera por ella ni siquiera sabría quien es quién. Ella me avisó del trabajo.

—O sea, ¿fue pura coincidencia? —pone sus manos bajo el chorro de agua fría para quitarse la espuma restante en ellas.

—Algo así. —ladea levemente la cabeza.

—Wow —cerró la canilla al ver que ya no quedaban más platos sucios y se volteó hacia ella—. Tienes mucha suerte.

—Podría decirse. —deja el último sobre la pila de platos limpios.

—Hey, Avril —escucha una tercera voz y se voltea, encontrando a Namjoon en el humbral de la puerta—. ¿Ya viste tu cuarto? —le pregunta.

—No. —contesta.

—Vamos, te lo enseño. —hizo un pequeño gesto con su cabeza indicandole que lo siga.

  La latina mira a Jin como si le pidiera permiso para irse. Él le sonrie en respuesta. Se acercó a la silla y tomó su mochila, que se encontraba colgada en el respaldar. La lleva a su espalda y se la coloca.

  El chico de cabellos rosados comenzó a caminar y ella fue detrás de él. Subieron la escalera y lo primero que pudo notar es un largo pasillo con varias puertas de madera. Todas eran iguales, exepto por una que tenía un cartel de "no molestar" banco con sus letras en negro pegado. El piso era del mismo material. Las paredes estaban empapeladas con un color verde oscuro liso.

—Esta es la mía —dijo señalando la primera a la izquierda— y esta es la de Hoseok. —señalo la que estaba en frente, del lado derecho. —Al lado de la de Hoseok está la de Tae, frente a la suya está la de Jungkook. Junto a la de Jungkook se encuentra la de Jin y adelante la de Suga, que es la que tiene el cartel de "no molestar" que puso especialmente para Hoseok.

  Avril rie imaginando hasta que punto llegó a molestarlo J-Hope como para que Suga pusiese un cartel, el cual, de todas formas ignoraba

—Por último, está la tuya—concluye el mauor—. Del lado izquierdo, junto a la de Jin y en frente de la de Jimin, que a su vez, es vecino de Yoon Gi.

Una latina en BTS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora