Capítulo 18: Lee Yuna.

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    Al otro día de la noche del plan "Namjin", durante el almuerzo, YoonGi y Jimin habían confesado su relación ante los demás integrantes. Ambos estaban nerviosos. Suga confesó todo, mientras Jimin estaba callado e inseguro de resivir mal trato de parte de sus amigos por su elección. Todos se lo tomaron bien y hasta lo felicitaron.

   Taehyung y Jungkook aprovecharon la situación y, del mismo modo que el Yoonmin, admitieron que luego de la noche del "yo nunca, nunca" tuvieron una cita a escondidas. Y finalmente, formalizaron su relación.

   Finalmente, al llegar el fin de semana, Namjoon y Jin tuvieron su primera cita. Después fueron por la segunda, ¡y hasta la tercera! Hasta que por fin RM le preopuso ser su pareja, y el contrario aceptó más que feliz.

(...)

Dos meses despues.

  Luego del almuerzo, los miembros de la banda estaban preparándose para ir a la piscina. Como era de costumbre, todos estaban en sus cuartos, cambiándose. Avril estába en la cocina, ayudando a Jimin a preparar una limonada. Hoseok estaba sentado en su lugar en la mesa, observando todo.

—¿Crees que ya esté? —preguntó Avril, mezclando con una cuchara el agua y el jugo de limón dentro de la jarra.

—Mhm... —pensó Jimin, posando su dedo índice en su mentón— ¿Le pusiste azucar?

—Pensé que le habías puesto, casi bebemos limonada sin azucar—el menor le sonríe—. Ve por ella, ChimChim.

  El pequeño de cabello plateado se da la vuelta y busca el azucar en la alacena. Suga entra a la cocina solo con traje de baño, observando con una sonrisa como su novio se paraba de puntitas para alcanzar el azucarero. Permanece en el humbrál de la puerta, sin que este lo viera. El menor da un pequeño salto y logra alcanzarlo.

—Toma. —se lo extiende a la chica, con una sonrisa inocente en su rostro.

—Gracias. —agradece esta.

—¿Qué hacen? —pregunta YoonGi, mientas se adentra, finjiendo no haber visto nada.

—¡Preparamos limonada para todos! —le dice un Jimin sonriente, logrando que sus ojitos desaparescan.

—Ah, ya veo. —le dice, posando sus brazos en jarra.

  El sonido del timbre se hace presente. Avril deja la cuchara sobre la encimera y se limpia las manos en el short. Camina hacia la puerta de la entrada y, una vez que llega, la abre. Allí encuentra a una chica que no aparentaba más de veinte años. Su cabello negro estaba planchado y ondulado. Para el gusto de la latina, usaba demaciado maquillaje. De sus orejas colgaban un par de aros dorados, en forma de argolla. Vestía zapatos negros bastante altos, un top del mismo color y una falda rosa oscuro, ambas prendas eran cortas y mostraban demaciado.

   La extraña la mira de arriba a abajo.

—Ahm —balbucéa la muchacha—, hola. —su voz era arrogante, creyendose superior.

—Hola. —responde la castaña, sin comprender quién era esa mujer y qué hacía en su casa.

—No sabía que mi novio había contratado mucamas. —busca provocarla, mientras levanta una ceja con aparente asco.

—No soy mucama —ríe Avril falsamente, aguanando las ganas de armar un escándalo—. Y, ¿tu novio es...?

—No tengo por qué darle explicaciones a una mediocre como tú. —rueda los ojos.

Una latina en BTS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora