Una latina en BTS.

Capítulo 19: Difícil confesión.

  Era Miércoles por la mañana. Luego del desayuno, los chicos debían ir a ensayar para sus prequeños videos individuales. Avril, por su parte, decidió ir al set a ver la grabación del video de "MAMA", en el cuál J-Hope actuaría.

  El pelinaranja estaba sentado mientras retocaban un poco su cabello y ligero maquillage. Sus ojos se encontraban cerrados, evitando que este le entrara en los ojos. Frente a él había un mueble de madera con un espejo. Su mejor amiga, sentada a su lado, usaba su teléfono tranquilamente, revisando sus redes sociales. Levanta la mirada, observandolo.

—Te ves bien. —alaga ella.

—Gracias. —agradece su él con una sonrisa en su rostro.

—Muy bien —le habla la maquillista a Hoseok—, ya está.

  Y luego de dichas palabras, se retira.

—Bebé, ¿me pasas el guión? —habla J-Hope, mientras apunta las hojas sujetas con un clip, sobre la mesa de la otra punta.

—No. —bromea, cruzando sus brazos finjiendo estar seria y mirandolo fijamente a los ojos.

—Vamos. —pide sonriendo.

—No. —repite.

  Sin previo aviso, el joven dirige su mano derecha al vientre de la chica y mueve sus dedos, haciéndole cosquillas. Ella comienza a reír frenéricamente mientras se retuerce en el lugar. El mayor se detiene unos segundos para formular la pregunta:

—¿Vas a dármelo? —pregunta.

  Avril sonríe, aguantando las ganas de reír.

—Que débil. —se queja de sí misma.

  Se estira y toma el montón de hojas, extendiendoselo al contario.

—Te odio. —se queja, este lo toma.

—Me amas. —contradice.

—No es cierto.

—Encerio.

  Se queda en silencio, mirándo fijamente los ojos del contrário, perdida.

—¿Qué pasa? —le pregunta su amigo, sonriente, sacándola de sus pensamientos.

—¿Qué? —frunce el ceño sin notar lo que había hecho— ¿Por qué?

—Nada —entonces, recierda algo—. Ahm, Av... hay algo que quiero decirte.

—Dime.

—¡J-Hope al set! —lo llama uno de los trabajadores del lugar.

—¡Voy! —contesta el nombrado— Después te digo. —suelta decepcionado, levantándose.

  (...)

  Horas más tarde, cuando estaban volviendo a casa, Avril notó extraño a Hoseok. Él siempre hacía bromas, la abrazaba o hacía caras graciosas para hacerla reír. Pero estaba algo... distante. Al llegar, subió a su cuarto, buscó ropa y se metió a la ducha. Por otro lado, los chicos se quedaron en la cocina con él.

—¿Lo hiciste? —pregunta Jimin, emocionado.

—No pude. —habla Hoseok, desepcionado y con la mirada baja.

—¿Por qué no? —le pregunta Jungkook.

—Chicos, no es tan fácil.

—No, Hoseok —se queja YoonGi—. Llevas una semana intentándolo. Siempre pones una excusa. Solo tienes que mirarla a los ojos y decirle, "Avril, me gustas mucho. ¿Quieres salir conmigo?"