Realeza prohibida

Capítulo 24

Después de terminar la boda nos vamos hacia el otro salón donde hay preparado una celebración.

Me acerco a tomar una copa con vino que se encuentra encima de una mesa.

Tomo un sorbo y observó el lugar.

Se que madre desearía estar viva para presenciar el día en que se casó su hijo mayor. Madre y padre quisieran estar aquí.

Al ver entrar a Angéle y Fredek de la gente aplauden nuevamente y lo único que puedo ver en sus rostros es una sonrisa.

Lo dos caminan en dirección hacia mi.

— Hermano — abrazo a Fredek para luego mirar a Angéle — Angéle — digo para enseguida también abrazarla.

—Estamos tan feliz — dice Fredek mirando a Angéle para luego mirarme.

— La felicidad se ve en sus rostros — digo posicionándose mis dos manos hacia adelante sujetando la copa .

—Agradezco también que me apoyaras — me sonríe Angéle.

La música empieza a sonar y eso significa que ellos tienen que ir a bailar.

—Vayan — les hago un gesto con mi mano para que caminen — Disfruten su boda.

Ellos me sonríen y enseguida se acercan a la pista a bailar, yo solo me quedó parada observándolo.

—Querida hermana — escucho por detrás de mi —¿Quería saber si quisieras bailar conmigo?.

Veo que Fredek está mirando hacia acá y no puedo negarlo.

—Claro, hermano — digo con un tono frío.

Caminamos hacia la pista para enseguida comenzar a bailar.

—Cuéntame un poco que has hecho estos meses—dice mientras nuestras palmas de las mano de juntan y giramos.

—Nada que te interese — respondo rápidamente.

—Oh vamos — ladea un poco su cabeza, el pone su mano en mi cintura y yo en su hombro — No te hagas la mala conmigo.

—Cállate, Lev — digo para que enseguida el me haga girar.

—Ahora debes tener otro enamorado — dice mientras yo vuelvo a poner mi mano en su hombro y el en mi cintura —Oh, ya sé quién es.El guardia de mi hermano es tu amado secreto.

—Eso a ti no te debería importar, Lev — digo cuando el me hace girar nuevamente.

—Volví y es por algo, Irina — me dice muy cerca de mi.

En ese momento termina la música y me separo rápidamente de él y camino hacia dónde las damas de Angéle, pero al mirar noto que Petrov me hace un gesto con la cabeza para que lo siga.

El camina y sale de el salón, yo espero unos segundos para enseguida ir.

Camino hacia nuestro lugar de encuentro secreto. Al llegar a el está ahí.

—¿Que pasa,Petrov? — le pregunto.

—Dijiste que hoy le diríamos a tu hermano sobre lo nuestros.

— Lo se, pero está tan Féliz y quiero dejarlo que disfrute — digo tomando sus manos —Te prometo que muy pronto le diremos.

—No soporto más — aprieta levemente mis manos — Quiero que todos sepan que te amo locamente.

—Tranquilo — sonrió ladeando mi cabeza —Todos sabrán, pero solo esperaremos un poco más.

—Irina...— el toca mi mejilla con su mano —Te amo tanto.

—Petrov...— lo miro a los ojos — Amor es un sentimiento muy grande.

—Lo se — me responde el — Pero es lo que siento.

El me besa, pero este beso no lo siento como los anteriores. No siento esa misma chispa de antes.

—Ahora tengo que volver — digo mirándolo, el solo me sonríe.

—Ve — dice para enseguida darme un beso en la mejilla.

Asomo mi cabeza para ver si viene alguien para enseguida salir y ir al salón.

Al llegar veo que nadie a notado mi ausencia.

—¿Donde estabas querida hermanita ? —pregunta el insoportable de Lev.

—Te gusta entrometerte en los asuntos de las personas — sonrió falsamente.

—No me digas que estabas con el guardia — dice usando un tomo de voz que me molesta mucho —Oh estabas con el guardia.

—Y si lo estuviera es mi problema — hablo mirándolo — Metete en tus asuntos.

Me alejo de el y camino hacia las damas de Angéle.

—Hola chicas — les sonrió,

—Hola Irina — me saludan las tres al mismo tiempo.

—¿Estás bien ?— me pregunta Selene.

—Se podría decir que si— me encojo de hombros— Pero ese tonto está más insoportable que nunca.

— A estado lejos de casa. A cambiado — dice Coline.

— Al verlo a  vuelto a renacer ese odio en mi — digo mirándolas.

—¿Y la otra parte? — me pregunta Anne.

—¿Que otra parte? — preguntó con el ceño fruncido.

— La parte en la que lo amabas — me dice Selene.

No quería recordar esa parte, no quiero.

—Esa parte ya murió — es la mentira más grande que dicho en mi vida

—¿Seguro? —me pregunta Anne.

—Si.

Debo admitir que en estos meses no me había olvidado de lo que sentía por Lev solo se había escondido, pero ahora que volvió han vuelto a salir. Mi todo quiere odiarlo, pero no puedo. Solo puedo amarlo