Snapchat ┕❥ TaeTen [en pausa]

-23- @ChittaprrTen

—TaeYong ¡vamos a ese!— grité emocionado, amaba las casas del terror, la acción y la adrenalina que causaban, pero al parecer TaeYong no se veía muy convencido.

  —Ten... creó que no es buena idea, ya sabes, los actores de ahí te tocan sin razón aparente...— sus manos se movían con nerviosismo sobre las mías—  Vamos mejor a la montaña rusa...— sentí como me trataba de alejar, sabía que era un orgulloso, y yo iba a hacerlo entrar.

  —Oh, ya veo, como eres un miedoso quieres irte a la montaña rusa, anda vamos...— apenas iba a avanzar un poco más lejos de aquella fila corta pero la mano de TaeYong apretando con fuerza la mía me detuvo, lo había logrado, había tocado su orgullo.

—Pide dos boletos, ahora...—  Y me arrastró hasta dónde estaba la taquilla, se veía enojado, demasiado, pero iba a ser bastante divertido ver como cambiaba una vez entrando a la casa del terror.

***

—Ten... Recuerdame que nunca debo dejarme llevar por orgulloso.—  murmuró TaeYong una vez que estábamos en el punto de partida, apenas habíamos ingresado y ya estaba de temeroso.

—Hm, si pero te lo recordaré cuando salgas corriendo y gritando como niña— una vez estando todo el grupo de personas que nos acompañarían nos tomamos de las manos, íbamos ocho personas en parejas, lamentablemente para TaeYong éramos los primeros del grupo.

  —¿Están listos?—  preguntó una chica mientras nos abría una especie de elevador.—  Que lo disfruten, y por favor griten mucho, eso alimenta a nuestros monstruos.—  una vez que ingresamos, pude ver como Tae trataba de ver hacía otro lado, pero era inútil, incluso el elevador estaba decorado con grandes manchas de sangre y algunos retos de utileria barata de lo que eran manos y pies cortados.

  —Ten... no es divertido ésto...—  sentí como Tae apretaba mi mano, no podía creerlo, ese chico de apariencia ruda era un gran gallina ¿Quién lo creería? Yo lo hacía más macho.

Una vez bajando de aquel ascensor, vimos como la puerta se abría dando paso a una habitación oscura, en la cual se podía visualizar una cama con las sabanas hechas un lío, como las de mi cama la noche pasada.