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Terminé de acomodar mis cosas en el auto de Marcus, las chicas ya se encontraban ahí. Alisson había ocupado casi el maletero completo con sus cosas, definitivamente ella siempre aplicaría el           " menos es más".

Todos le dedicamos una mirada de reprimenda a lo que ella respondió ignorándonos. Si, cuando quería podía ser una jodida diva en toda la extensión de la palabra, desde la arrogancia hasta el ego que no le permite mirar a sus inferiores porque justamente eso estaba haciendo, pasar de nosotros como si no existiéramos.

Joder, Alisson, sólo serán dos días no un mes— se quejó Marcus mientras colocaba sus maletas con mala cara.

— ¿ Y?, nunca sabés lo que te puede deparar el destino— Respondió la diva observando algo en su móvil distraídamente, Marcus la fulminó con la mirada pero ella ni al caso.

Solo Alisson puede superar a Alisson.

— Estoy segura que el destino estará muy feliz con tu maleta— ironizó Maya.

Alisson quitó un mechón rebelde de su rostro, guardó su móvil en la cartera que llevaba en sus manos y luego se volvió a mirar a Maya posteriormente a Marcus.

— Ustedes no entienden nada— masculló prestándoles atención por primera vez —,me gusta sentirme segura, sin sorpresas que puedan hacerme pasar un mal rato.

—Bien— decidí intervenir al ver a Maya dispuesta a argumentar y extender una discusión absurda con los chicos— dos maletas te dan seguridad— le sonreí a mi mejor amiga—. ¿ Nos vamos?.

Estaba algo ansiosa por ver a Ethan, eran casi las cuatro y por lo que tenía entendido eran aproximadamente dos horas de camino por lo que debíamos salir temprano para no tener que tomar la carretera de noche ( eso había sido una orden de papá). Así que como buenos chicos que éramos debíamos seguir al pie de la letra las instrucciones del patriarca, eso y que prometió mantenernos monitoreados. Ya me imaginaba cómo estaría llamando dentro de dos horas exactas para confirmar nuestra llegada. Si, así de exagerado era papá.

Todos ingresamos en el coche, Marcus se ubico en su lugar, cuando pensé que encendería el auto no lo hizo, me di una bofetada mental al ver su expresión de recordar algo solo esperaba que al menos recordara donde había dejado lo que fuera que olvido, era tan desordenado que no me explicaba cómo conseguía encontrar siquiera sus calzones, en fin, mi hermano era un desastre. Se volteó hacia el asiento trasero, enarque las cejas inquisitiva, ¿ ahora que coño se le pasaba?.

— ¿ Maya, quieres conducir?— Alisson y yo lo observamos como si estuviera loco y sí que lo estaba. Para nadie era un secreto que Maya no sabía conducir y no solo eso sino que nunca había hecho el más mínimo intento por aprender, no era de sus actividades favoritas en definitiva.

— No sabe conducir, idiota— masculló Alisson con obviedad.

Maya no dijo nada, esperaba que secundara las palabras de Alisson pero contrario a todo pronóstico solo desvió la mirada.

Bastante extraño.

— ¿ En serio?— preguntó Marcus con cierto tono sarcástico, ¿ pero a este qué le pasaba?— juraría que si sabía— pareció pensarlo un momento antes de volver hablar, — de hecho que todas sabían.

Quise pegarle, por Dios que desee hacerlo pero solo me limite a respirar profundo, a veces me preguntaba que ganaba molestando a la pobre Maya.

— Alisson y yo sí— Dije lo obvio y bien sabido por el idiota de mi hermano — pero a Maya los autos le dan cierto miedo— Marcus abrió la boca para responder pero lo detuve— ahora conduce que queremos llegar hoy.

YO: SOY LA GORDA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora