YO: SOY LA GORDA ©

|35| ~Final~

" Quiero caminar con la luz apagada sin sentir que debo fingir como estoy, quiero andar descalza por toda la casa y llorar la pena allí en mi habitación, ignorar llamada de los que me salvan no es que no me alivien todo este dolor, el silencio es justo lo que a veces falta, quiero estar conmigo hoy... Déjame quedarme sola, deja que la vida de un portazo al pecho, deja que se me haga añicos todo lo que cuide por tanto tiempo, déjame llorar la pena y sentirme viva cuando al fin he muerto"

Todo está oscuro, tal parece que el sol ha decidido esconderse y dejarme en medio de la oscuridad y puede que sea hasta enfermizo decirlo pero esto es todo lo que quiero, oscuridad, silencio, quedarme sola, dejar que todo esto que llevo dentro me consuma, quiero tener el valor de poder llorar porque es tanto el peso de mi yugo que siento que me asfixio, así me muestre fuerte, levante el rostro y diga "estoy bien" nada puede estar más lejos de la realidad.

Mis pies tocan el frío suelo, no me inmuto ante ello pues el frío corporal es nada en comparación al que siento por dentro, tomo la ropa que yace sobre la cama la cual se resume en un sencillo vestido de color azul cielo, enfundo mi cuerpo en este y no me detengo a mirarme en el espejo; desciendo las escaleras en silencio, puedo ver a Ethan y los chicos desde aquí, el primero camina a mí encuentro, tomo su mano y asiento, todos caminan rumbo a la puerta mientras nosotros lo seguimos. Maya y Marcus ocupan los asientos delanteros, mientras que Ethan, Alisson, Ashton y yo vamos en la parte trasera; mi chico sostiene mi mano y quiero agradecerle, decirle que valoro tanto que este conmigo en estos momentos, sin embargo nada sale de mis labios, prefiero acurrucarme en sus brazos puesto que las palabras a veces están demás.

Siempre he odiado las despedidas, odio las lágrimas, odio los abrazos llenos de melancolía, es por ello que junto a mi hermano decidimos no hacerlo, ¿ para qué?, para ver a personas que nunca se preocuparon por nosotros acercarse de forma hipócrita a fingir que comparten nuestro dolor, no es necesario así que lo mejor era ahorrarnos el mal rato; suspiro al sentir al suave viento recorrer mi rostro y es por ello que sé que hemos llegado, desciendo del auto al igual que los chicos, camino junto a mi hermano hasta llegar al final del muelle, levanto la mirada y lo observo orgullosa, porque a diferencia mí, él, sí es un valiente, es capaz de darle la cara a los problemas, enfrenta la vida y se levanta una y otra vez, yo por mi parte ni siquiera quiero intentarlo.

Incinerar a papá ha sido mi idea y aunque no todos estuvieron de acuerdo al final lo aceptaron, papá se merece ser libre, volar, llegar donde su espíritu lo desee; no hablamos, el sonido de las olas es todo lo que se escucha, las palabras están demás los dos hemos dicho todo y sabemos que papá también, es por ello que decido hacerlo, tomo la urna junto a mi hermano y lo dejamos ir. Dejamos ir al hombre que más hemos amado en nuestras vidas,nuestro sostén, dejamos ir las bromas, los momentos tristes, los recuerdos y en silencio lo prometemos, prometemos nunca olvidarlo, porque como en algún momento escuché... no muere quien se va sino quien se olvida y papá es eterno para nosotros.

Un mes después...

Dicen que si amas a alguien debes dejarlo ir, para mi esas palabras siempre fueron filosofía barata, una manera simple de decir " ya no me importas", pero cuando la vida te pone en situaciones extremas en momentos en los cuales debes decidir alejarte de quien amas porque eres suficiente realista como para aceptar que tú solo le estás haciendo daño, entonces en ese momento descubres que no existen palabras más ciertas ni realidad más absoluta, porque amar es estregarse olvidándose de sí, buscando lo que al otro pueda hacer feliz.

Por ello heme aquí con mis maletas listas a punto de emprender un viaje que no sé cuánto tiempo me pueda tomar, porque nadie nunca puede estar tan mal que no pueda estar peor, por ello me voy, me voy antes de que mis pensamientos me acaben, antes de que destruyan a las personas que amo; quizá estoy huyendo y no lo negaré pero estoy asustada, tengo miedo de este dolor que se ha instalado en pecho, de los episodios tan recientes que he tenido de ansiedad, de seguir teniendo que tomar calmantes para poder dormir un par de horas, tengo miedo de que Ethan se entere que poco a poco me estoy hundiendo y no quiero, ni puedo, arrástralo conmigo.

Hace dos días tome la decisión, provocada por las constantes pesadillas que desde que él se fue no me han dejado, prácticamente toque fondo y termine en el hospital casi intoxicada por píldoras para dormir, Ethan no se enteró, afortunadamente ese fin de semana estaba en casa de su tía; Marcus y las chicas me cubrieron, pero entonces los vi y me sentí miserable, porque más que lástima vi dolor en sus ojos; entendí que necesito quedarme sola, caminar por mi cuenta, ignorar a los que me salvan porque es algo que debo hacer por mí misma, necesito estar sola, vivir mi momento así este sea un desastre porque debo salir del caparazón y dar la cara a la vida,; por ello hoy, antes de que Ethan regresé me iré, iré a una clínica de rehabilitación y no saldré de ahí hasta estar completamente sana, no importa cuánto tiempo me tome; se lo debo a mi papá, a mi hermano, a mis amigas y al hombre que amo.

" Solo gozaré del tope si viví en el fondo aunque sea un momento ".