Ethan

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Escucho a mis padres hablar, hablar y hablar, estoy a punto de pedirles que se callen, que estoy a punto de colapsar y que enserio ellos no me estaban ayudando, pero entonces recuerdo que son mis padres y que si me atrevo a tal cosa posiblemente me bajen del auto y me dejen varado a mitad de la calle.

Envío otro mensaje a Fer, si, otro, le he enviado más de diez y no he recibido respuesta alguna de su parte; ruego al cielo que esté bien, es inevitable no preocuparme, desde la muerte de su padre es otra, todo el tiempo esta ausente, las ojeras son alarmantes, confieso que a pesar de mis intentos por hacer lo posible en ayudarla la verdad es que no he logrado nada, es frustrante, lo es ver a al mujer que amas volverse nada día a día y tú no poder hacer nada para impedirlo. Estoy asustado hasta la médula y no se cómo ayudarla, pero por el momento solo quiero verla, abrazarla, sentirla, tratar de convencerme de que todo estará bien.

Ni siquiera sé en qué momento me enamoré como un desquiciado de esa chica de carácter volátil, sentimientos intensos y ojos de ángel pero lo hice y es más de lo que podría llegar a describir porque amar a Fernanda es mi vida, antes de ella todo era normal, vivía bien sin quejarme de nada pero entonces ella apareció con sus múltiples problemas y complejos, logrando poner mi mundo de cabeza, se hizo dueña de cada parte de mi ser y es por ello que su dolor es mi dolor, sus problemas son mis problemas, porque ella por muy cursi que se escuche es mi complemento, mi otra mitad.

Casi siento que toco el cielo al ver mi casa, bajo ansioso, papá con una sonrisa de lado me tiende las llaves, ayudo a mamá a bajar las maletas y emprendo el camino a casa de mi chica, no puedo negar la ansiedad que corre por mis venas por suerte vivimos cerca. Toco el timbre desesperadamente, entonces recuerdo el libro que he comprado para Fer, voy rápidamente hasta el auto y lo busco, al regreso me encuentro a Marcus en la puerta, paso a su lado sin siquiera saludar—perdón amigo pero mi chica me espera.

—¿ Fer?,

Silencio

Reviso su pequeña habitación es búsqueda de algún rastro de ella, nada, no está, me siento en su cama esperando a que llegue de donde sea que esté, puesto que últimamente es una especie de ermitaño imagino debe estar en el despacho de su padre, pienso en ir hasta allá pero desde su partida ese lugar se ha convertido en una especie de templo para ella y no quisiera sentir que la in respeto al ir hasta ahí ; resignado pasó una mano sobre mi cabeza mientras exhalo sonoramente mi frustración.

Me siento observado, por un instante pienso que es ella pero no, es Marcus quien está parado en la puerta observándome de una manera indescifrable y es entonces cuando me detengo a notarlo...organizado, todo está perfectamente organizado y en los últimos días era yo quien hacía eso ya que Fer no quería si quiera moverse, me levanto como si un resorte me hubiera impulsado y voy a su closet. Es inexplicable el vacío que siento en el estómago, su maleta no está al igual que muchas de sus cosas.

— ¿ Dónde está?— , Marcus deja su mano en mi hombro y me tiende un sobre.

— Ha dejado esto para ti...

Es todo lo que dice antes de desaparecer de mi alcance, sin siquiera molestarse en intentar responderme, siento rabia, decepción, dolor, una mezcla de tantos sentimientos, frustración porque no entiendo que carajo está pasando, ¿donde demonios está?, después de tanto ¿ no merezco siquiera una despedida?.

¡Dios!.

Observo el sobre en mis manos y es tanto el pánico que siento de ver lo que sea que se encuentre dentro de este que paso minutos sólo viéndolo , mis manos tiemblan y me insulto por ser tan débil, mentalmente me preparo para abrirlo. Con manos temblorosas retiro el reverso del mismo y lo abro, compruebo que es una carta que en él hay, la desenvuelvo sabiendo que es muy posible que no me guste lo que en ella está.

" Querido Ethan, oh demonios, ¿porqué siempre inician las cartas así?, En fin.

Ethan, ni siquiera sé qué decirte, debes de estar pensando que soy una maldita cobarde y es la verdad, lo soy...
Estoy tocando fondo y no quiero, ni puedo arrastrarte conmigo, durante mucho tiempo me he negado a la verdad; he fingido que estoy bien y que lo he superado pero la realidad es que todo está ahí y con él pasar de los años fui acumulando más y más hasta que llegó la gota que rebozo, no estoy huyendo, me estoy alejando para poder sanarme, porque la verdad es que estoy rota y quiero reconstruirme, por ti pero sobre todo por mí, porque me lo debo y me lo merezco.

Para poder sentirse mejor,uno tiene que querer sentirse mejor, y hoy quiero hacerlo, realmente lo quiero.

Nunca dudes de cuánto te amo, porque a pesar de que soy un desastre de que nada hago bien, te amo Ethan, con todos mis defectos ; probablemente no te merezco debería decirte que busques a alguien más y todas esas cosas pero ambos sabemos que no soy así, que soy egoísta, que a pesar de estar en el fondo quiero que esperes por mí, lo deseo con locura; sin embargo, por una vez en la vida pensaré en alguien más que en mi y en mis múltiples padecimientos, dejaré de ser la niña ya egoísta y afrontaré la realidad y mi realidad es ésta, quiero que seas feliz y si para logarlo debes alejarte de mí, lo entenderé.

No sé cuánto tiempo me tome curarme y por lo mismo no puedo obligarte a quedarte, todo lo contrario, quiero que te vayas, que vueles alto porque solo así podré estar tranquila, si tú eres feliz yo lo seré.

Pd: espero que ninguna rubia, plástica, piernas largas se te acerque, perdona eso es que no pude evitarlo.

Te amo

~Fer~

YO: SOY LA GORDA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora