16.- El Escape

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Solo sentí como le daba golpes a la puerta haciendo presión para entrar. Me sostuve del dintel de la ventana y me coloqué en posición para descender. Sentí el golpe en la puerta rompiéndose, cerré los ojos un segundo y seguí colgada tratando de bajar. Luis tomo mi improvisada cuerda y comenzó a tirarla para traerme de vuelta.

-Así, mi arañita, no sabía que te gustaba trepar, cuando te tenga en mis brazos te aplastaré como a una cucaracha, solo espeeraraa...

El seguía jalando con fuerzas y movía las sabanas para que me soltara mientras no dejaba de hablar ni de decir barbaridades. Yo traté de bajar con más rapidez, pero el miedo me paralizaba, caer de seis pisos era gran cosa. En un segundo levanté mi cabeza y Luis ya no estaba, respiré y seguí bajando. Topé con el balcón comencé a golpearlo, un hombre que estaba sentado en el sofá miro hacia el ventanal, con susto se levantó y prendió la luz, sin abrir para socorrerme. Era lógico, una extraña en su ventana, en su balcón, pensó que le quería robar o algo peor.

- ¡Señor, ayúdeme por favor, i ¡Me quieren matar!!

Ya mi desesperación era máxima, comencé a golpear la ventana, él tomó su celular, estaba marcado, pero algunos golpes en la puerta de lo distraído.

- ¡No abra, por favor, señor, sino abra se lo ruego, llame a la policía!!

El hombre me miro y titubeo unos segundos, pero se dirigió de todas las formas a la puerta. Mis ojos se agrandaron cuando vi que era Luis quien golpeaba, le dio una sonrisa al hombre el acerco la mano un modo de saludo y con la otra empuñando el pica hielos se lo enterró en la garganta Vi como el hombre caía al piso.

-Noooo ... ¡Por Dios ... iNo lo mates!

Luis no deja de apretar su arma contra aquel hombre hasta que no se movió más, el acto seguido entró y dejo al tipo en la entrada, con el pie el corrió para sacar de la pasada y me miro fijo a través del cristal. Ya no sabía qué hacer. Todavía estaba cinco pisos antes de llegar al suelo, debía tirarme y morir en el intento, Luis recorrió el departamento para ver si había alguien más, mientras yo veía mis opciones. Al lado de la ventana había quedado el teléfono celular. Me tomé del barandal y me impulsé para dar una patada al vidrio, con esto conseguí romperlo. Sin importar que los vidrios estuvieran atravesados y filosos metí la mano para tomar el celular. Uno de los vidrios se incrusto en mi brazo, el arranqué y comencé el marcado a la policía. Al ver esto. Luis corrió hacia mí.

-Alo ... Por favor ... Me quieren matar, ya mato a varios ... Laura, Andrade, Edificio Madrid ... Por Dios, ahí viene, piso seis. dejaré prendido el celular, tiene GPS ...

Metí el teléfono en mi pantalón y esperé a mi atacante. Luis se fue encima de mí y me golpeo el rostro, haciéndome caer; en el piso me pateo varias veces, la última me hizo perder la respiración y comencé a ahogarme: la visión se me nublo y sentía que la sangre salía de mi boca.

-Estúpida... Mil veces estúpida Tuve que matar a otro por tu culpa, eres tan asesina como yo, Laura .

Me arrastraba por el piso, no tuve fuerzas para hablar. Llego al elevador y me metió en él.

- ¡Bien, linda, vamos al sótano... Apuesto que no has visto las calderas, ¡son inmensas!!

-Por favor, Luis déjame, ya no puedo con esto... Suéltame

-Eso, suplica, perra: suplica que no te mate... Me gusta eso, que me ruegues. Pídeme perdón

El ascensor paro en subterráneo, el me tomo en su hombro y me llevo con la cabeza colgando hacia su espalda, sentía que la sangre se me venía toda a la cabeza. El dolor era más fuerte ahora, comencé a toser y a ahogarme. Solo veía como pedazos de sangre caían por su espalda, coágulos que yo escupía. Me dejo en el piso y se acercó a una de las calderas, abriendo una de sus puertas.

criminal MindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora