20.- Escucha

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Por un momento, la lucidez se me
vino por completo, tenía que ser su
aliada, ser como él quería que yo
fuera. Me dí vuelta y por entre las
pestañas lo miré.

No estoy molesta... Sólo adolorida,
me duele mucho y no sólo el cuerpo,
me duele que no dejaras que te
besara, que te acariciara, me sentí
como un pedazo de carne.

El retrocedió unos pasos, lió sus
dedos por el cabello y rio
nerviosamente.

-Pero ¿qué quíeres decir? ¿Tú quíeres
estar conmigo? ¿Tú deseabas estar
conmigo?

Yo respiré y traté de parecer lo más
convincente.

-Cuando empezaste a rozar mis
piernas, mís muslos, mi sexo, yo me
estremecí de placer. Todos los
recuerdos de aquellas noches me
envolvieron, quería ser tuya y que tú
fueras mío, gemir como dices que ha
sído antes... Pero me amarraste, no
me dejaste, sólo fui un pedazo de
carne para ti.

-No, no pienses eso, eres mí amor...
Sólo que no me dí cuenta que
tambíén querías... Te prometo que no
volverá a pasar, la próxima vez, tú me
harás el amor.

-¿Y habrá una próxima vez? Yo acá
¿encerrada en este lugar?-Lo miré y le dí una pequeña sonrisa
torcida, debía seguirle el juego, lograr
que confiara en mí y tener la
oportunidad de matarlo. Ya no me
importaba pasar el resto de mi vida
en ese manicomio presa, sólo quería
que él desapareciera de mi vida, de
este mundo.

-Tengo sed.- El se apresuró al baño
a traerme un vaso de agua.

-Toma amor, deja que te ayude a
sentarte.

-Ay, me duele.

-Lo siento Laura, no volveré a
lastimarte.

-Sácame de aquí Luis, mi amor no
quiero estar solo aquí. Quiero estar
tu lado todo el tiempo, ya sé y me
convencí que no puedo estar sin ti,
eres mí vída. mí razón.

-Oh Laura... Espera, tranquila,
déjame pensar Algo se me ocurrirá.

Se alejó de mi lado, pero estiré la
mano aprisíonando la suya, no
dejándolo caminar. El me sonrió.

-¿Qué pasa chiquita?

-Nada, sólo no te alejes, no me dejes
sola, estoy muy asustada.

-No tienes por qué temer, yo te voy a
proteger, sólo hazme caso, no me
desobedezcas.

-No quiero desobedecer sólo quiero
salir de aquí. Esto es una pesadilla, te
lo ruego, me asustan los otros
internos, me pegan, me tocan, me
dan muchos remedios, los guardias
me tratan mal. nadíe sabe cuidarme
como tú.

El se acercó y se arrodilló al lado de
a cama.-Eso está muy bíen, que reconozcas
que sólo a mi lado estarás bíen.-

Yo le dí una sonrisa cálida y él se
alejó contento...

Caminó de un lado a otro, pasaba sus
manos por su cara, su pelo, hasta que
se detuvo de golpe y tomó su
teléfono.

-Mike, necesito que traigas una
camilla y me ayudes con una
paciente. No tuve ningún avance, la
perdimos, veré si con algunos
electrochoques la puedo volver a la
realidad. Está agresiva, violenta, no
tengo otro camino.-Yo le miré un tanto desconcertada,¿Que estaría tramando?

E l cortó y se acerco a mi cama.

-Bíen, ¿quíeres salir de acá?, puedo
hacerlo, pero sólo saldrás muerta,
linda.

criminal MindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora