Capítulo 1

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~ Hunter ~


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Siempre sueño con esa persona... Alguien que me llama y grita por mí, trato de llegar a esa voz pero no puedo moverme, un ligero olor suave me invade es el aroma como de un té de menta caliente servido en una tranquila noche de lluvia. Como ambos olores se combina, la menta y la lluvia me trae tranquilidad pero a la vez me hace sentir lo incompleta que es mi vida y como es esa voz la pieza faltante para ser feliz. ¡Necesito encontrar a esa persona!

De repente un ruido molesto irrumpe en mis odios, siento como todo se desvanece y como poco a poco a luz invade mi vista dejando ver el techo de mi habitación. — Pero que diab... Mierda. — Digo desganado mientras observo mi despertador y como este sonaba sin parar hasta que detuve su sonido infernal. Veía mi habitación detenidamente fue entonces que de nuevo un sentimiento de vacío invadía mi pecho.

— Otra vez... — Me dije a mi mismo mientras me levantaba para prepararme e ir a impartir mis clases de la mañana. Soy Hunter Black o mejor conocido en la universidad de Gettysburg como "El cazador negro" ya que soy maestro de español y francés en la universidad que anteriormente mencioné. Después de darme una ducha rápida y ponerme mi ropa como cada día me dispuse a consumir mi desayuno, una taza de café y una pequeña barra de fresa. Sí, es poco pero suficiente para soportar el hambre hasta mi hora de descanso en la universidad.

Dispongo a irme no sin antes ponerme loción y fijarme en el espejo si estaba todo en orden, mi cabello, mi barba, mi chamarra de cuero. Todo estaba bien así que podía irme de mi departamento con la seguridad de que esta vez me notará. — De seguro que así será.








~ Gideon ~


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Siempre sueño con mi alma gemela, aquella persona que fue hecha para mí y que el destino se encargará de ponerla en mi camino. ¿Cómo será? ¿Me querrá aun cuando se entere de mi situación y condición? ¿Será hermosa? ¿O tal vez sea un él? No lo sé simplemente creo que a mis 19 años ya es tiempo de buscar a esa persona que fue hecha para mí. Aunque primero tengo que asentarme bien en esta ciudad a la cual acabo de llegar.

Abro mis ojos sintiendo como mi nuca vibra, volteo y meto la mano de manera perezosa por debajo de mi almohada viendo la hora de mi celular. — Es temprano... — Dije bostezando. Pero de repente sentí como mi cuerpo se levantaba en un movimiento, de nuevo la presión en mi pecho era insoportable, sentí como poco a poco sudor comenzaba a caer de mi frente y como todo mi cuerpo comenzaba a temblar.

— S-sé que... Has estado mucho tiempo adentro... P-Pero aguanta... Esta noche... Lo prometo. — Me dije a mi mismo mientras sentía una corriente eléctrica por mi cuerpo. Poco a poco comencé a tranquilizarme, sintiendo mi respiración agitada y profunda lentamente mi cuerpo se fue soltando dejándome caer en el suelo frio. — A veces siento que eres como un niño caprichoso. — Me dije tocándome el pecho.

Rápidamente tomé una toalla de mi armario y fui directo a la pequeña regadera que tenía en el pequeño baño de mi pequeño departamento. Hace poco me mude a la ciudad de Gettysburg, con el fin de iniciar otra vez una nueva vida aquí. Los primeros días fueron un calvario, buscando trabajo con estudios sin terminar, sea de paso un lugar donde vivir y que pudiera alcanzarme con los pocos ahorros que me quedaban. Y gracias a los sabios ancestros que pude encontrar este diminuto algo amontonado apartamento y conseguí trabajo en una florería cercana gracias a mi vecino. Me gustan las flores siempre me han parecido un hermoso regalo de la naturaleza.

Salí después de unos minutos de la ducha, me pongo mis pantalones de mezclilla en conjunto con una playera  blanca, mi chamarra de mezclilla y mis tenis blancos, acomodo un poco mi cabello castaño y me fijo si todo está bien. Mi reflejo no muestra nada extraño, sonreí y salí de mi pequeño apartamento con una sonrisa. — Hoy será un excelente día.


Sin ManadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora