Capítulo 15

3.2K 348 10
                                    



~ Gideon ~

— Me siento mareado. — Sabía que las pastillas me iban a traer efectos secundarios pero jamás pensé que fueran tan molestos. Sin embargo eso no es nada comparado con la mirada de Hunter esta mañana, todo el día ha estado en mi mente, creo que sospecha algo. Estaba caminando por las calles regresando con algo que cenar, ya que necesitaba hablar con Hunter. Y tal vez con una cena pueda despejar sus sospechas.

— Es muy peligroso que este saliendo de noche joven Gideon. — Escuché una voz detrás de mí. Volteo y para mi sorpresa veo a un viejo conocido aunque no por serlo es alguien que me alegre ver, un chico que me ha molestado desde niño.

— Tom... ¿Qué haces aquí? ¿Cómo...? — Dije frio pero por dentro estaba asustado, ahora que mi lobo no está disponible.

— Fue difícil al principio pero después de varias pistas te encontramos aquí y llevamos observándote desde hace tiempo... — Dijo con una sonrisa maniática, sentí el temblor en mi cuerpo, tenía que huir, pero al dar media vuelta choco con el pecho de aquel hombre. — ¿Te vas tan pronto? Me estoy empezando a aburrir de vigilarte, pero no puedo hacer nada sin que me den ordenes, y mucho menos puedo hacerte algo estando en tu estado... ¿Tomando pastillas suspensión?

— ¿Qué es lo que quieres conmigo? ¿Quién te envió? — Dije enojado encarando al desgraciado en frente de mí. Veía a mí alrededor y la gente que caminaba o nos miraba. No puedo pelear, es una batalla perdida para mí, no con gente de testigos.

— Je, como si fuera a decírtelo. Solo te diré que tu sangre es valiosa pero no en el estado que está ahora. Y tampoco puedo matarte, ya que ese tipo no quiere verte muerto... No falta mucho para empezar a cazar Gideon y tú eres una pieza fundamental, después de cazar aun gran número nuestra revolución será inminente... Por cierto, esos humanos a lado tuyo deberían agradecerte... Eres su seguro de vida, pero el otro lobo me está empezando a colmar mi paciencia haciéndose el héroe en esta patética ciudad, deberías domarlo como lo hacen tus padres...

Con una risa siniestra salió de su boca empezando a caminar a lado mío, no pude moverme me quede pensando, y una posibilidad llego a mi mente, algo que hacía sentirme completamente intimidado por pensar que tal vez su plan este más a allá de una disputa personal o con la manada... Di media vuelta pero Tom se había ido.

— No quiero pensar en lo peor... Pero creo que ya es demasiado tarde. — Pongo mi mano en la parte baja de la espalda sintiendo una pequeña arma que tengo debajo del pantalón, cargada con balas de plata pero no podía arriesgarme, ni a que me vean con un arma disparándole a alguien, ni que viera la transformación de un lobo, había leyes y había que cumplirlas. — Mierda... — Gruñí frustrado.

*

*

*

*

*

*

*

*

~Gabriel~

— ¿Y por mí? ¿Sientes algo por mí? — En ese momento tomo a Caín por sus caderas y lo atraigo a mí, mi corazón no deja de latir como loco. Tenerlo así agarrado me doy cuenta que nuestros cuerpo son compatibles, me siento tan completo. — Respóndeme Caín. — Dije en un susurro.

— Yo... — Vi en sus ojos como su mirada reflejaba lagrimas a punto de salir, su cuerpo comenzaba a temblar, al igual que sus labios que trataba de decir algo pero tal parece que su habla se había esfumado. Poco a poco subí lentamente mis manos por su espalda, pegándolo más a mi cuerpo. Me quedé mirando sus labios un momento, pequeños pero carnosos, mi lobo aullaba del deseo que sentíamos ambos por besarlo, hacerlo nuestro... — ¿Por qué...? — Caín me pregunta pero solo puedo sonreír levemente al llegar la única respuesta a mi mente.

Sin ManadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora