Capítulo 17

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~ Gideon Flashback ~

Cuando llegué a Gettysburg me sentía más solo de costumbre, pero esa sensación duró el mismo tiempo que un eructo al aire. Ya que recién llegando fui olfateado...

— Hueles familiar... — Ese hombre me seguía olfateando, de arriba abajo, veo una sonrisa en su rostro mientras seguía extrañado ante la presencia de él.

— ¿Disculpa...?

— Familiar, familiar... ¿Acaso eres...? — Dijo dándome una última olfateada a mi cabello. — ¡Por dios! ¡Si lo eres! ¡Eres como yo! — La sonrisa de aquel hombre me sorprendió, sus grandes manos acariciaban mi cabello de manera al brusca pero divertida y sus ojos claros irradiaban una felicidad inexplicable. — Eres un lobo... Es la primera vez que conozco uno de mi especie. Yo soy Abel, seamos amigos...

Mis instintos me decía que era un alfa, pero nada de él no me ponía en advertencia, es más... Me intrigaba el hecho de sentirme tan cómodo con otro alfa. Tal vez era porque era el primer lobo que conocía que no quería pelear conmigo y tampoco obedecía todo lo que decía. Abel realmente era el primer ser vivo al que podía llamar amigo, con quien podía actuar siendo yo...

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~ Gabriel ~

No solo yo, mi lobo también estaba aullando de tristeza al ver la pelea que estaba a punto de empezar, reacciono rápidamente al escuchar el disparo del arma de Abel, Gideon lo esquiva pero en vez de retroceder corre hacia el policía transformándose rápidamente en un lobo rabioso por la ira.

Abel lanzo su arma aun lado y con los brazos extendidos espero la embestida de Gideon, moviéndose rápidamente logró tomar a mi alfa por el cuello, con un gran grito y usando su gran fuerza Abel levantó el gran cuerpo de lobo lanzándolo lejos. En ese momento, el policía inicio carrera y dando un gran salto se transformó en un gran lobo de color café claro y ojos esmeraldas, el lobo que era Gideon rápidamente se levantó rápido esquivando el ataque de Abel.

Ambos lobos empezaron a pelear entre mordidas y rasguños con sus filosas garras, de repente ambos empezaron a correr a la par en dirección al centro de la ciudad.

— ¡...el! — Escuché una voz alguien me estaba moviendo. — ¡Gabriel! — Regreso en si mirando a Caín completamente impactado por lo que sucedía, su cuerpo temblaba y solo me miraba esperando tener una idea, pero no tenía nada en mi mente.

— ¡¿Qué hacemos?!

— N-No... No lo sé... Si me meto en su pelea ellos me mataran lo más seguro. — Dije temblando. — Se dirigen a la ciudad y si uno de ellos muere ahí, nuestra existencia saldrá... — Y de repente lo noto... Todas las miradas que estaban sobre mí y Caín se habían ido, absolutamente todas... ya nadie nos vigilaba a nosotros... — ¿Por qué? — Dije temblando.

— ¿Qué pasa? — Escuché la pregunta de Caín pero solo me limite a mirar al suelo, tratando de poner todo en orden pero por primera vez no sabía cómo actuar, estaba asustado, temeroso y también los sentimiento de Abel estaban afectándome, la furia, el enojo, la tristeza de su corazón al ilusionarse con su... — ¡Pareja! — Grité de repente. — Caín necesito que vayas por Hunter, tal vez él sea lo único que pueda detener a Gideon.

Sin ManadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora