~ Hunter ~
Camino por las calles en la ciudad Gettysburg, mi apartamento está a 15 minutos caminando de la universidad donde trabajo podría venir a trabajar en mi auto, pero no sería buena idea ya que él no me vería. Ese chico de la florería.
Hace unas semanas, mientras venia en mi auto, el tráfico me detuvo en frente de la florería y ahí estaba él, ese chico de cabellera castaña y ojos café claro, su sonrisa tímida y el sonrojo que pude notar me hicieron sacar una sonrisa. Aún sigo sin saber que tiene de especial ese chico para atraerme de tal manera. Siento la gran necesidad de conocerlo, saber su nombre, platicar con él, invitarlo a salir, besarlo... ¡Por dios! ¡Hacerle el amor! Nunca he creído en el amor a primera vista pero no sé cómo llamar a todo esto que está ocurriendo conmigo y ese chico, el cual aún ni siquiera sé su nombre.
Por eso desde ese día que lo vi, me decidí a venir caminando a la universidad, esperando que note como paso cada día de la semana y como lo veo y le sonrió a notar su trabajo arduo. Pero lamentablemente cada vez que paso por ese lugar, hay algo que lo molesta y mejor decide entrar atrás del mostrador donde se podría decir que es un almacén y no puede verme.
También he intentado ingresar a esa tienda y hablar con él cara a cara pero siento que sería muy apresurado decirle. "Hola ¿Cómo estás? Podrías venderme un ramo de rosas es que son para ti" Por eso quiero primero que note mi presencia y que vea mi sonrisa por él. Como cada vez que paso por esa tienda es él el causante de que mi día esté completo. — Es extraño, pero siento como si todo esto fuera el destino... Mis instintos no me dejan en paz. — Hablé mientras caminaba por la calle, a tan solo una cuadra. Sonreí al verlo salir y acomodar varios ramos de girasoles y rosas blancas. Esta perfecto como siempre pero de nuevo al acercarme veo como de repente entra a la tienda corriendo, para ver otra vez que se había ido a ese almacén. — Mierda. — Dije entre dientes continuando con mi camino.
Llegué a mi lugar de trabajo, estaba más que enojado que de nuevo hubiera fallado en mi misión, pero tenía la determinación que algún día ese chico me miraría y podría pedirle su nombre y también una cita. Al entrar al salón de clases todos tomaron su lugar en aquella habitación, las chicas en primera filas con sus ojos lujuriosos y más atrás los chicos con su cara de aburrimiento. Un día cualquiera en este trabajo. — Bien, todos ahora entregarme sus tareas. Y también, habrá examen oral la siguiente semana, todos y cada uno deberán hablar conmigo por 3 minutos en los cuales yo les hare preguntas para poder examinar su nivel.
Un gran alboroto se hizo en el salón, para ellos soy severo pero yo no le veo nada de dificultad, simplemente son perezosos. — Silencio. Si se ponen a practicar desde ahorita de seguro tendrán buena calificación, les preguntare cosas de las clases así que no debe haber ningún problema. — Cuando todos quedaron en silencio y varios alumnos aun traían sus tareas, una pregunta atravesó mi mente: "¿Qué estará estudiando aquel chico?" Sabía que no estudiaba en la universidad donde impartía clase, ya que esa cara jamás la olvidaría, pero ciertamente ese chico me es un enigma.
El transcurso del día siguió como cotidianamente sucede, después de mi primera clase aun tenía que dar otra clase de español, siguiendo con el bendito almuerzo y por ultimo una clase de francés donde básicamente es la misma fórmula que las otras clases, son pocas para un joven profesos como yo pero eran suficientes para hacerme ganar lo suficiente más porque tenía una clase especial por las tardes – noches y eso era mis clases de Karate, soy cinta negra desde que tenía 16 años. Cuando el director se enteró de mis habilidades literal me rogó hacer un taller donde los alumnos pudieran defenderse, esto ya que últimamente varios jóvenes han sido encontrados ya sea heridos de gravedad y en coma o muertos en vías públicas o en lugares escondidos. No tuve más opción que aceptar.
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Sin Manada
WerewolfHistoria ganadora del 3er. Lugar en los Ice and Fire Awards 2018 en la categoria de Hombres Lobo. "Huir de su destino será imposible al encontrar el amor." Los días pasan y aquel olor sigue molestando al joven Gideon Miller quien a sus 19 años es...