Capítulo 5

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~ Hunter ~ 


Mis ojos pesaban a tratar de abrirlos, sentía mi cuerpo adolorido como si un gran peso hubiera caído sobre mí. Mi nariz percibía un agradable olor a huevos fritos con tocino. Mi estómago empezó a gruñir con mucho anime. Tenía que hacer un esfuerzo para abrir mis ojos, pero al mismo tiempo no quería abrirlos, tengo en mi mente aquella imagen de ese chico hablándome, es tan apuesto... ¿Por qué me atrae tanto? ¿Qué tiene de especial? Quiero descubrirlo, tengo que descubrirlo. Conocerlo, invitarlo a salir... De repente por fin abro mis ojos dando una gran inhalación al mismo tiempo.

— ¿Dónde estoy? — Veo aquel lugar y enseguida me doy cuenta que no es ni mi departamento y el de Caín. Aquel olor a desayuno seguía inundando aquel lugar y simplemente me levante viendo toda la recamara, un poco desordenada pero no eran muchas cosas. Simplemente una cama, un armario y una mesa con una televisión encima.

Salí de aquella habitación y solo vi que era un departamento pequeño después de dar unos pasos algo desorientado por la cruda que me cargo veo la cocina y veo la figura de un chico, me quedo sorprendido al ver quien era.

— Veo que ya despertarte, que bueno. ¿Quieres desayunar algo?

— Eh, ¿Cómo...? No entiendo... — Era "ese chico" ¿Cómo diablos acabe en su departamento? Estaba nervioso e impresionado que ya no pude decir más palabras, ese chico vestido con un short y una playera y con un delantal.

— Creo que tienes preguntas... Ammm lo diré de manera rápida. Mi vecino y yo los encontramos ayer en el parque del monumento ambos desmayados, el otro chico que estaba contigo esta con mi vecino. Como nuestros departamentos son pequeños decidimos llevarnos cada quien a uno para que durmieran a gusto, creo que se pasaron de alcohol adulterado.

— ¿Alcohol adulterado?

— Si, jejeje pero lo bueno es que los encontramos bien. — El chico rápidamente dio la vuelta tomando un plato y sirviendo el huevo frito con tocino que estaba cocinando. Se acercó a la pequeña mesa dejando el plato con dos tazas de café humeando. — Sé que es poco... Pero debes de tener hambre. — A pesar de ser el chico que me atrae, me le quedo mirando extrañado. Lo cual lo hace reír un poco.

— No tienes que desconfiar, me llamo Gideon Miller.

— Gideon... — Se llama Gideon, por fin sé el nombre de mi chico. Estaba muy feliz de saber su nombre pero... — Mi hermano...

— Con que es tu hermano, hace unos minutos hable con Abel, mi vecino. Es policía tampoco tienes que preocuparte, me dijo que tu hermano seguía durmiendo. — Su sonrisa es hermosa, aquellos ojos brillantes me daban ternura. Quiero abrazarlo pero al mismo tiempo quiero saber ¿Por qué? Todo esto es tan confuso. — Vamos, come un poco... — Dice Gideon sentándose en la mesa y tomando un sorbo a la taza de café.

— Gra-Gracias — Tomo asiento y empiezo a comer, pero me es inevitable verle, cada parte de él haciendo que entre más dudas en mí. Sea de paso no recuerdo nada de anoche. Ni siquiera como llegamos a aquel parque... Tenía mucho que procesar y tal vez bajar a mi ritmo de tomar.

— Por cierto. ¿Cómo te llamas? — Levante la mirada extrañado. Y solo vi una sonrisa por parte de Gideon.

— ¡Lo siento! ¡Me llamo Hunter Black! No sé cómo agradecerte, debo de darte mala impresión estando en este estado todo apestoso.

— Puedes agradecerme comprándome alguna vez unas flores, ya que siempre pasas por la florería donde trabajo. — ¡¿Él me notó?! La felicidad dentro de mí era inmensa, quería lanzarme sobre él y besar esos labios. Pero tampoco podría verme como un acosador.

Sin ManadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora