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Capítulo 9

Justin.

Estaba preocupado. Habían pasado dos días desde que vi que sacaban a Scott y a la madre de Katie esposados y desde que vi a la hermana de Katie, Beverly, corriendo hacia el cuarto de Katie.

No había visto a Katie, bueno, no en persona. La vi en su cuarto. Por lo visto, no quería hablar con nadie, excepto Lily y Beverly.

Me mataba. Sabía que ella estaba bien. Solo quería verlo por mí mismo.

—¡No lo entiendo! —Ryan exclamó—. ¿Por qué no querría Katie hablarme? ¡Soy su novio!

¿Cómo creía que me sentía yo? ¡Conocía a Katie más que él! ¿Acaso tenía alguna idea de lo mucho que esto me estaba destruyendo?

—Ryan —dijo Christian—, puede que no se sienta cómoda hablando sobre eso.

—Bueno, ¡debería sentirse cómoda hablando conmigo!

—Acaba de contarle a los policías que su padrastro abusaba de ella y su mundo entero ha cambiado —defendió Lily—. Está pasando por mucho ahora mismo. Así que solo confía en que ella está bien y dale su espacio.

—Es fácil para ti decirlo, ¡ella te habla!

—Ryan, tranquilo. —Chaz intentó calmarlo.

—No. —Ryan siguió.

Aquí íbamos de nuevo.

—¡Soy su novio! ¡No hay razón por la que no debería habérmelo contado! Así que no, Lily, ¡no puedo confiar en que está bien!

—Quieres saber cómo está ella. Bueno, ¿qué te parece esto? —replicó Lily—. Mientras llevaban a Scott a su celda en la comisará, pasó por Katie y le dijo que no iba a descansar hasta que estuviera muerta. También le dijo que este era su más grande error. Y que la haría lamentarlo.

Todo el mundo solo se quedó ahí mismo. Todo estaba sucediendo demasiado rápido. Era demasiado para yo poderlo manejar. Estaba harto. Removiéndome de la situación, decidí ir escaleras arriba.

—Justin, ¿a dónde vas? —preguntó Christian.

—Arriba, creo que voy a tocar la guitarra —repuse—. O algo.

Subí las escaleras hacia el cuarto de Christian y saqué mi guitarra de su estuche. Esta era una de mis más preciadas posesiones y me ayudaba cuando tenía demasiado en mente.

Estaban ocurriendo tantas cosas, demasiadas para ser específico. Comencé a afinar mi guitarra y a buscar mi púa.

—¿Vas a tocarme algo, guapo?—Oí que Caitlin decía.

Maldición.

Rodé los ojos, me aparté de ella y comencé a tocar.

Miré por la ventana y entonces vi a lo único que había estado en mi mente. Sentí que una enorme sonrisa se esparcía por mi rostro.

Era Katie.

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¡POR FIN YA NO MÁS EL ESTÚPIDO DE SCOTT! Ahora solo nos queda deshacernos de Ryan... Ah, ¿qué?

Sí, chiquis, este capítulo es así de cortito, pero esperamos que aún así les haya gustado. +3 comentarios y subimos otro en menos de una semana e-e

Love, Di (IWillBeOLLG) & Idi  (xdevonnedrauhl)