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Capítulo 11

Katie.

—¿Estás segura de que quieres hacer esto? —Lily preguntó cuando detuvimos el auto en el estacionamiento de la escuela. No le pedí a Ryan que me trajera porque sería muy incómodo.

—Lily, quiero estar en la escuela. Necesito salir de casa —expliqué. Ella me miró para después abrazarme.

—Lamento haber roto mi promesa de no contarlo, no podía seguir viéndote pasar por eso —dijo entre lágrimas. Ahora me sentía mal.

—Hiciste lo correcto. Intentemos olvidarlo. Esta noche vamos a divertirnos. Así que seca esas lágrimas y encontrémonos con los muchachos.

Ella sonrió y salió del auto conmigo. Caminamos hacia donde nos encontrábamos con los chicos cada mañana. Sentí dos pares de brazos envolviéndose alrededor de mí. Vi sus rostros. Por alguna razón, esperaba que uno de ellos fuera Justin, pero no. Eran Chaz y Christian.

—Chaz. —Christian dijo saliéndose del abrazo—. ¡La vas a aplastar!

—Oh, lo siento —comentó Chaz—. Hola, Katie.

Christian lo golpeó en el brazo.

—Hola, Chaz. —Reí.

—¿Por qué me golpeaste?

—Porque eres un idiota —declaró Christian. Me reí. Era bueno ver que las cosas volvían a la normalidad.

—Solo pensé que apreciaría un amigable «hola». —Chaz defendió.

—Tranquilo, Chaz. —Oí que Justin decía mientras se acercaba a nosotros—. Hola, Katie.

—Hola, Justin, ¿qué...?

—Supuse que podría verte antes de la escuela.

—Gracias. —Le sonreí.

Hasta ahora todo ya estaba mejor. De repente, sentí que alguien me daba vuelta. Vi a Ryan; su rostro estaba lleno de enfado, preocupación y dolor.

—¿Sabes lo angustiado que estaba? —preguntó Ryan.

—Lo siento, Ry.

—Debiste haberme dicho —comentó. ¿Acaso lo decía en serio? ¿De verdad me estaba poniendo en esta posición?

—¡No podía simplemente decírtelo! —repuse. Iba a detenerme ahí, pero se encendió un fuego en mi interior. Había tenido suficiente de las mierdas de Ryan—. ¡Dios! ¿Quién demonios te crees que eres?

Justin.

Katie estaba llena de rabia. Algunos chicos susurraban acerca de ella cuando pasaban por su lado, y yo solo los miraba mal.

—He estado manteniendo ese secreto por años; ¡ahora todo el mundo lo sabe y me observa como si estuviera sometida a inspección! —Katie continuó—. ¡Tuve que ocultar esto a la gente que quiero! ¡Ni siquiera podía contarlo a mis mejores amigos! ¡Tuve que dejar a Justin por culpa de esto! ¡Esa era la única razón por la que lo tuve que perder! —decía, poniéndose más furiosa con el paso de los segundos.

Yo no podía creer lo que ella acababa de decir. No quería perderme.

—¿Por qué ni siquiera intentaste apartarme? —gritó Ryan—. ¡Digo, estuve más tiempo contigo que él!

¡Vaya imbécil!

—¡Porque Justin casi lo descubrió cuando estábamos juntos! —Katie repuso—. Tú también lo hubieras descubierto si estuvieras ocupado siendo mi novio y no siéndome infiel.