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Capítulo 15

Katie.

Toda la sala estaba llena de parejas besuqueándose. Era asqueroso. Christian estiró su brazo alrededor de Lily. Había tomado la iniciativa. Rodé los ojos y me giré hacia adelante.

Podía jurar que vi a Ryan sentado al frente con una chica. Pero no había manera de que me estuviera engañando de nuevo. Alejé ese pensamiento de mi mente y de repente me di cuenta de que Justin me estaba mirando. Me volví hacia él.

—¿Me estás observando? —susurré. Él rió, era una risa asombrosamente sexy.

—¿Qué puedo decir? Me atrapaste.

La estábamos pasando muy bien. Primero Justin me llevó de compras y me dijo que podía tomar lo que quisiera. Después me llevó a un restaurante cinco estrellas. Y ahora estábamos en casa en un cine que estaba presentando un show especial de la película Día de San Valentín.

—Maldición —me susurró Lily, inclinándose sobre Christian—. ¡Taylor Lautner sin duda debe ser el hombre más atractivo del mundo!

Le sonreí y me incliné sobre Justin hacia ella.

—Completamente de acuerdo.

—Por favor. —Rió Christian—. No es el único chico con abdominales. Es decir, admítanlo, Justin y yo podríamos cortar vidrio con los nuestros.

—Tienes la maldita razón —dijo Justin.

—¡Shhh! —dijo una chica de atrás. ¡Como si no la hubiera visto antes!

—Oye, Justin —susurró Chaz, sosteniendo una palomita de maíz—. ¡Atrapa!

Justin abrió la boca, pero Chaz tomó un puñado y se las dio. Entonces Justin se levantó con todas sus palomitas y caminó hacia Chaz.

—Oye, Chaz —dijo—. ¡Atrapa! —E intentó verterlas sobre él, pero Chaz golpeó la bolsa de palomitas, causando que todas cayeran sobre la chica grosera detrás de nosotros.

—¡¿Qué demonios?!

—Mi error —se disculpó Chaz.

El vigilante comenzó a caminar hacia donde estábamos, y Justin salió disparado hacia su asiento junto a mí.

—Eso me hizo la noche. —Me reí.

—¡Shhh! —Otra chica nos dijo—. Ustedes realmente están comenzando a sacarme de quicio.

—Oh, relájate, Barbie. La película no es tan buena, no te pierdes de mucho —intervino Chaz.

—¿Hay algún problema aquí? —preguntó el vigilante. Entonces nos alumbró con su linterna y todos el mundo jadeó. Al principio no lo entendí.

—¡Oh, por Dios! —dijo la chica detrás de nosotros.

—¡Es Justin Bieber! —gritó alguien de adelante.

De repente el cine se llenó de gritos y comenzaron a pararse de sus asientos y correr hacia nosotros.

—¡Hora de irse! —dijo Christian mientras empezábamos a correr tan rápido como podíamos.

Todos nos separábamos mientras salíamos de la sala. Seguí corriendo hasta que estuve afuera. Aún podía oír los gritos, y me preocupé un poco, por si Justin aún estaba atrapado allí dentro.

Me detuve y me recliné contra un poste de luz para esperar al resto.

—Lily. —Oí decir a Christian—. ¿Puedo preguntarte algo?

—Oh, Dios —dijo Lily alejándose—. Christian, no.

—¿Por qué no?

—Porque no se supone que una chica como yo termine con chicos como tú.