16. HEKAIDEKA

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"Cold as ice, but in the right hands she melts"

"Fría como el hielo pero en las manos correctas se derrite"

Antes de empezar con este capitulo quiero tomarme un momento para pedir por todas aquellas almas dolientes que están sufriendo por el sismo que sacudió mi ciudad y sus alrededores el pasado martes 19 de Septiembre. Le ruego a Dios por aquell@s fallecidos y sus familias y le agradezco a tod@s aquell@s  que salieron de sus hogares a ofrecer su ayuda. Hoy nuestro México sufre, pero en la adversidad somos fuertes y convertimos al vulnerable en nuestra familia, ofrecemos consuelo al desamparado, el martes  una tragedia  conmocionó al país, pero hoy nos ayudamos como ciudadanos y nos enorgullecemos de afrontar esta realidad unidos. Resiste México, saldremos de esta juntos. 

POV de Veronica

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POV de Veronica

Me quedé sentada mirando hacia el vació, mi habitación tenía una luz artificial que jamás se había sentido tan fría. Poseidón me odiaba. Perséfone se había ido. Gale no podía ni mirarme. Mi madre intentaba aparentar que todo estaba bien, pero nada estaba bien. ¿cómo podía estarlo?.

El palacio entero estaba de luto.

Mis manos temblaron mientras miraba mi muñeca interna, la familiar media luna azul ya no estaba, Anfí me había salvado de aquella bomba interna. Ahora si me permitía sucumbir a la oscuridad no habrá nada que me detuviera, nada que pudiera matarme antes de que comenzara la destrucción del mundo. No sabía como me sentía al respecto. No quería morir, ¿pero de verdad podría ser tan egotista para seguir viviendo y ser un peligro entero para la humanidad?.

Lo que si sabía era que no podía seguir siendo un estorbo aquí, y sin embargo, no podía irme. Me había costado la vida misma alejarme de Poseidón, ¿de verdad podía volver a hacerlo?.

Hoy era su aniversario, pero el castillo permanecía en silencio, se decía que la fiesta sería en el Olimpo como todos los años anteriores, sin embargo, nadie se atrevió a moverse de sus puestos o decir comentarios graciosos, algo típico antes de que yo llegara. Ojalá pudiera hundirme en la autocompasión pero tenía trabajo que hacer y un hombre que enamorar.

Me levante alisando mi vestido color rosa, me recordaba levemente al color de mi cola de pez, me puse un collar de perlas que iba a la perfección y retoque mi cabello en un moño alto con algunos mechones sueltos. No había nada que deseara más que ponerme mis jeans y una blusa ancha y cómoda. Pero dudaba que me dejaran pasar a la fiesta de Poseidón con esas fachas.

Toque mi dibujo de Anfítrite levemente con el índice. Lo había hecho la noche que regresamos del inframundo, al principio había sido una forma de sacar de mi cabeza la imagen de Anfí desapareciendo en millones de brillos, pero conforme iba trazando la sonrisa de Anfí, se convirtió en algo más, era un tributo. La dibujé con su vestido azul delicado, que realzaba sus hombros estrechos y que hacia brillar sus ojos de apariencia amable y cansada, su sonrisa fue lo mejor en mi opinión, no me había dado cuenta de lo bien que conocía la forma misteriosa en que ella solía arquear los labios, como si todos sus años de experiencia la hubieran vuelto una criatura escurridiza y seductora.

Enamorando A Poseidón. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora