➸La desconocida
—Sabes, ya hay carteles míos en los pueblo. —Le dije a Hajime mientras veíamos las estrellas. —Parece que el viejo del carruaje si tenía buena memoria.
—Cuando tiempo ha pasado desde ese momento.
—Han pasado 84 años.—Rei —Me imagino que hace más de un año.
—Creó que nos están siguiendo. Ya no es fácil deshacerse de ellos. — Suspiró.
—Entonces... ¿Nos vamos? —Pregunté.
—Parece que sí.
—¿Adónde?
—No sé, vamos a rondar por ahí encubiertos. — Respondió.-Estaremos camuflados. Como si fuéramos ninjas. —poso raramente.
—Sabes que somos ninjas, ¿Verdad?
—Ahhh... Verdad que sí.
—Sabes, tengo miedo.
—¿De qué? —Me preguntó.
—No se. —Me senté—Tal vez de lo que nos depare el futuro. —Atraje mis piernas a mi pecho.
—Tal vez solo hay que pensar en el ahora, ¿no crees? —Me sonrió.
Yo no contesté.
Un leve sonido se escuchó a unos cuantos metros de la casa, me levanté al igual que Hajime, y fuimos directo a nuestros cuartos a buscar nuestras armas. Salí corriendo y me levanté adelante de la entrada empuñando con fuerza mi Kunai. Al pasar unos cuantos minutos salió del bosque una chica corriendo mientras se agarraba el vestido para que no se le cayera, ese vestido fue roto la fuerza o eso se quería creer. Detrás de ellas salieron dos ¿Ninjas o bandidos? Bueno visten como bandidos pero sus ataques son de ninja. La chica corrió y se escondió detrás de Hajime mientras yo acababa con las miserables vidas de los patéticos tipos, aunque esto me daba mala espina.
—¿Estás bien? —Escuché preguntar a Hajime pero no a mi sino a la chica.
—E-Eso creó. —Tartamudeo.
—Ellos ya no te podrán hacer daño.
—Gracias... —Lo abrazó.
—Ven entra. —Le dijo.
—Esto puede sonar atrevido pero, será que me puedes cargar me duele un poco el tobillo. — Le dijo a Hajime a lo que esté se sonrojo y asintió llevándosela para adentro de la casa, Patético. "Claro Hajime mete a una total desconocida a la casa" le saque la lengua aunque él ya no estaba hay.
Yo ignorando la patética escena que me enojó, me fui hacía los ninja muertos para poder inspeccionarlos. Todo lo que encontré fue totalmente inútil. A excepción de uno que tenía su mochila más grande, me emocioné que podrá haber ahí, me acerqué a la mochila, se notaba que lo descuidada aún no se me quitaba, justo al sentir el contacto de la mochila con mis dedos ésta se movió, bueno el ninja se movió, éste dio la vuelta bruscamente y me enterró un Kunai en la mano.
—¡Maldito! —Le grité
—Esto es para que sufras, ese kunai lo estuve guardando para la oportunidad perfecta y llegó antes de lo que esperaba, ése Kunai tiene veneno, uno muy expecial. —Me explicó. — Y sabes eso no es lo mejor, lo mejor es que no mata, te hace sufrir. —Empezó a reír como desquiciado y lo mate.
Decidí entrar a ver cómo estaba la "chica" esa y Hajime, solo conversaban.
—Ah aquí estás. —Volteó a mirarme. —Ella se llama Mei y está un poco herida sin mencionar su ropa que no está en las mejores condiciones.
—¿Y qué? —Contesté cortante.
—La puedes ayudar. —Suplicó con ojos de borrego a lo que no pude decir que no.
—Está bien. —Suspire—Mei puedes venir aquí—Le hice señas.
—¡Hai! —Respondió.
La llevé a mi habitación y le hice sentar en mi Futón mientras buscaba un poco de ropa en mi maleta, siempre tengo mi ropa hay por si tenemos que huir. Al encontrará algo para ella se lo di era un vestido común de color azul pastel un poco más arriba de las rodillas, en verdad eso sólo me lo puse en una oportunidad pero Hajime me dijo que no era muy bueno para entrenar así que lo guarde.
—Báñate y cámbiate, ahí está el baño. —Señale. —Yo estaré aquí para cuando salgas —ella asintió.
A la media hora de haber entrado, salió. La mujer era hermosa, buen cuerpo, ojos claros, piel blanca como porcelana y se ve que es femenina, pero lo que llamó mi atención fue su cabello color rojo que le llegaba a su cadera, será que es una Uzumaki. Caminó hacía mi y se sentó al lado mío.
—¿Donde están tus heridas? —Le dije.
—Aquí. —Me señaló sus brazos dejando ver unas cuantas cortadas de Kunai, unas más profundas que otras. Decidí no gastar Chakra en eso y cure las heridas en forma tradicional, pomada y banda.
—Listo. —Le dije, al transcurrir varios minutos de incomodidad Hajime entró.
—¡Oh te vez hermosa! —La halago, cosa que no había hecho conmigo.
—Gracias. — Contestó tímida.
—Se ve que tienes hambre, ¿Quieres ramen? —le preguntó amablemente a lo que ella asintió y salieron de la habitación.
Yo un poco triste me fui a dar una ducha, al salir me acosté en mi cama y escuché a Hajime reír igual que Mei.
—Ya me voy dormir, Mei va a dormir en mi habitación. Dice que tu le das miedo. — Gritó dirigiéndose a su habitación.
Cerré mis ojos preocupada con lo que me dijo Hajime, una chica y un chico durmiendo solos en una habitación. Kami-sama ayúdame a dejar estos pensamientos.
ESTÁS LEYENDO
Juventud Eterna ||Naruto||
FanfictionRumores se escuchan sin cesar desde hace 100 años, de una joven mujer que rompió los límites conocidos de los ninjas, lo que muchos ninjas aspiran lograr, lo que no solo los ninjas desean, lo que la mayoría de humanos quieren. No consiguió la vida e...