Rumores se escuchan sin cesar desde hace 100 años, de una joven mujer que rompió los límites conocidos de los ninjas, lo que muchos ninjas aspiran lograr, lo que no solo los ninjas desean, lo que la mayoría de humanos quieren. No consiguió la vida e...
—Yo si quiero que seas mi sensei.— Me dijo Hashirama, y me alegré.
—Tengo un pupilo. — Lo abrace. — Te enseñaré, te protegeré y otras cosas de sensei. —Festeje. — Mira Hajime ya tengo un pupilo. —Susurre.
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Me dirigí a la cocina, mientras lo hacía, no podía evitar soltar una que otra lágrima. Preparé una de mis comidas favoritas, ramen. Los repartí en la mesa y los llame.
—¡A comer! —Grité y ellos llegaron. — ¿Que estaban haciendo? — Pregunté.
—Viendo tu casa.
—Que descaro. — Respondí mientras ellos sea sentaban.
—Itadakimasu. — Dijimos todos al mismo tiempo.
—Y, ¿Cómo está? —Pregunté inclinándome para estar más cerca de ellos.
—Bueno. —Respondió Hashirama.
—Si, es muy bueno.—Respondió Tobirama tomando otra probada del ramen.
—Y... ¿Su padre no estará preocupado? —Pregunté.
—El no sabe que nos fuimos. — Respondió Hashirama.
—Está en una batalla contra los "Uchiha"
—Un clan temible.-Comenté con toda la boca llena de fideos.
— Todo lo que hacen es absurdo, si no quieren más guerra, ¿Porqué no hacen un trato de paz? — Nos hablo Tobirama. — Los dos clanes se quejan de las muertes y pérdidas, pero aún así quieren más poder.
—Sí, eso es patético. — saque la lengua. — ¿Quieren más? — Les pregunté levantándome de mi asiento.
—Si Por favor. — Me extendió su plato Hashirama, y lo tome.
—Tobirama, ¿No quiere más? —La pregunté.
—Si Por favor. — Contestó extendiéndome su tasa.
Tome la tasa y me dirigí a la cocina.
Llene las tasas y los puse enfrente de ellos.
—¡Gracias! — Respondieron.
Terminamos, Y salimos se la casa.
—¿Que tal una Mini batalla? — Pregunté. — Para que vean lo buena sensei que puedo ser. Ustedes dos contra mí.
—Está bien.
—Tomen. — Les entregué una bolsa de armas. — Por si las nesecitan. — Me aleje un poco. — Ahora si ¡Comencemos!
Lo ansiaba, quería una batalla, pero ellos no hacían nada. El primer movimiento, Tobirama hizo unas poses de manos y todo se cubrió de niebla, obstaculizando mi vista. Buena técnica, pero un ninja no se puede valer de un solo sentido, yo uso todos mis sentidos en una batalla. Agarré mi Kunai fuertemente, Hashirama se acercaba por la derecha a atacarme con su Kunai, y Tobirama por la izquierda. Mi Kunai chocó con el de Hashirama, y me aparte un poco para esquivar a Tobirama. Tobirama dio unos saltos hacia atrás y me lanzo varios Kuani's con papeles ninja, Hashirama se alejó. Salte, viendo en mis pies como explotaban los Kunai's. Me seguían atacando seguido, nos desplazábamos rápidamente, hasta llegar a un río.
-Suiton: Suiryūdan no Jutsu.- Gritó Tobirama, y apareció un Dragón se agua. Salte antes de que impactara contra mí.
-Suiton: Goshokizame.- Grité después de hacer mis movimientos de manos. Apareció sólo un tiburón, no quería que la técnica fuera muy fuete. Guíe al tiburón hacia Hashirama el objetivo más distraído.
No lo esquivo a tiempo y se hundió. Tobirama se acercó a mí con su Kauni, Intentando herirme. No lo logró.
—¿Eso es todo lo que puedes hacer? —Me burle de él. — ¿Qué? —Mire en dirección a mis pies Hashirama me tenía de ellos y me hundió.
Son buenos, pero yo soy mejor. Realicé mis sellos de mano, logrando salir del agua y crear una ola Gigante, y los ataque. Ellos no se supieron defender y fueron arrastrados por el mar. Me acerqué a donde estaban, realice mis sellos de mano elemento tierra, haciendo que se elevará la tierra en donde se encontraban ellos, para que pudieran respirar.
—¿Como están? — Pregunté preocupada.
—Bien, solo necesitamos recuperar el aliento.
—Eres muy buena, ¿Puedes ser mi sensei? — Me pregunto Tobirama.
— Claro que sí, eso me gustaría.
—Sigues siendo muy confiada. —Sonrió victorioso, notando que el verdadero Tobirama estaba detrás de mí. Sonreí.
Me di la vuelta rápidamente chocando con kunai y tirándolo lejos.
—Ustedes son increíbles. —Aclamo Hashirama.
—Se terminó. —Dije guardando mi Kunai.
Nos dirigimos a mi casa agotados, al llegar a Ella los chicos me informaron que ya se tenían que ir, era muy tarde, nos despedimos, pero antes de que se fueran les di un poco de Ramen, esperando que lo disfrutaran.
—Son muy buenos, — Dije mirando al cielo estrellado. — no crees, tienen potencial. — Estire mis manos hacia el cielo nocturno. — Gracias a Tobirama, te salve de "Mei"— Cerré los ojos. — Me hubiese gustado que lo conocieras.
