➸El pequeño Naruto Uzumaki.
— ¿Quién será Naruto? —Me pregunté mientras veía a muchos niños salir del lugar. —Además, ¿Quién le coloca nombre de ingrediente de Ramen a su hijo? Se supone que la que ama el Ramen aquí soy yo.
Al final la mayoría de los niños se fueron con su padre, como había manos niños pude identificar a Naruto. Con ese cabello amarillo en punta igual al de Minato, ¿Quién no lo reconocería? Me acerqué a él.
—Naruto, ¿Verdad? —Le pregunté, y el asintió confuso.
Tiene un gran parecido a su padre heredando sus ojos azules y su cabello rubio de punta, de igual forma, de su madre heredó la forma de sus ojos y su cara. Y lo que me llamó más la atención fueron las tres marcas de sus mejillas
—Hola Naruto, yo soy Hisae un gusto. —La extendí mi mano, pero este no la agarró. —Vamos, yo no muerdo, ¿Creo? —Y la tomo. — Como veo que estas confundido de explicaré. Hoy has ganado un día completo con Hisae, además de completamente gratis. — Salte a hice mis manos de Jazz.
—¿Esto es una broma?
—para nada, esto es completamente verdadero—Le agarré la mano. — ¿Adónde quieres ir primero?
—Podemos ir a comer Ramen en "Icharaku ramen"— Preguntó tímido.
—¡Ramen! ¿Dónde es? —Pregunté entusiasmada.
(......)
—Buenas~ —llame ya sentada en un banco. — ¿Te ayudo? —Le pregunté a Naruto, viendo sus intentos de montarse en la silla. —Ven. — Lo agarré y lo senté al lado mío.
—Buenas, dígame que desea. —Preguntó un hombre.
—A mí me da Miso Ramen Por favor. — Pedí y miré a Naruto. — ¿Y tú Naruto?
—Igual. — Respondió.
(......)
—Ah~ esos seis Ramen estaban estupendo. — Dije satisfecha y miré a Naruto. — ¿Qué tienes Naruto? — Me agache para estar a su altura.
—Es que nadie me había tratado así nunca. — Lo mire confundida.
—¿Nunca te habían tratado así? Entonces, ¿Cómo te tratan? —La pregunté.
—Mal, nunca se acercan a mí, tampoco dejan que sus hijos se me acerquen y me dicen monstruo. — Agachó la mirada, y vi cómo se sus ojos salían lágrimas. —Todos me odian.
—No digas eso. —La comencé a revolver el cabello. — Es que tienen enviada, además yo soy alguien dentro de esos todos, y yo no te odio. — Levante su rostro y comencé a secar sus lágrimas.
—¿Enserio piensas eso? —Asentí, y él sonrió.
—¿Ahora qué quieres hacer? Vamos has que quiebre.
—¿Puedes agarrarme de la mano? —Preguntó avergonzado y lo hice.
—¡vámonos! -Comencé a caminar, mientras notaba las miradas de odio hacia nosotros, ¿Pero ¿qué le pasa a esta gente?
(.....)
Hoy fue un día agotador para Naruto, estaba dormido en mis brazos, que bueno que se en donde vive. Enserio se gastó la mayor parte de mi dinero que llevaba, pero por Dios cuantos años tengo, tengo prácticamente una montaña de dinero.
Fui a la oficina de Sarutobi, necesitaba explicaciones.
—Sarutobi, — Lo llame. — ¿porque a Naruto lo llaman demonio o monstruo y lo miran con odio?
— Bueno es algo largo...- Lo interrumpí.
—Resúmelo.
—Bueno, Minato encerró en el al zorro de nueva colas. — Me dio un tic en el ojo derecho.
—Ese idiota encerró al zorro en su propio hijo. — subí mi pierna y golpee el suelo inconsistente, haciendo que se destruyera este y cayéramos. — ¡Lo siento! — la grité a Sarutobi, posé mis manos en suelo y reconstruí lo que había destruido con madera. — Me deja llevar.
—En verdad eres alguien de temer.
—Que dices. Yo soy un amor... no me equivoco, Yo soy una criatura del mal. — Reí recordando a Hajime. — Bueno, ahora si en que seguíamos... Me voy de la aldea, Voy a vivir por ahí sola en el campo. Me he cansado de ser ninja, necesito vacaciones. — Le sonreí. — Pero si me necesitan me pueden llamar en cualquier momento. — Estaré cerca de aquí. — Hizo una reverencia y me marché.
Me fui de la villa, necesito relajarme, necesito un tiempo de paz. Se que algún día me necesitaran.
Espero que mañana sea un mejor día. Espero que mañana sea un día soleado.
¡Fin!
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Juventud Eterna ||Naruto||
FanficRumores se escuchan sin cesar desde hace 100 años, de una joven mujer que rompió los límites conocidos de los ninjas, lo que muchos ninjas aspiran lograr, lo que no solo los ninjas desean, lo que la mayoría de humanos quieren. No consiguió la vida e...