Rumores se escuchan sin cesar desde hace 100 años, de una joven mujer que rompió los límites conocidos de los ninjas, lo que muchos ninjas aspiran lograr, lo que no solo los ninjas desean, lo que la mayoría de humanos quieren. No consiguió la vida e...
Otra batalla para ellos, la primera batalla para mí. La primera entre clanes, ya que nunca he pertenecido. Uchihas contra Senjus, tantos muertos, y la mayoría son jóvenes, que tienen una vida por delante. Sólo vine para ver cómo era una batalla entre clanes, horrible. Trataba de ayudar lo más que podía, aplicaba Jutsus médicos médico y la vez peleo, soy una chica multiuso. Madara Uchiha y Hashirama Senju, estaban batallando alejados de los demás, era una gran batalla, preferí no acercarme, era su pelea.
Regresamos al clan, había bastantes heridos, me ofrecí de voluntaria para sanar a los que pudiera. A todos los hombres que pude los sabe, y había otras mujeres ninja médico que hacían lo mismo. Muchas mujeres, madres y esposas de los heridos me agradecieron.
—Fue un honor tenerte como nuestra aliada en esta batalla. — Me dijo el padre de los hermanos. —Gracias a ti, la batalla se inclinó hacia nuestro beneficio.
—Descuide, fue un honor para mí luchar con este clan. —Me incline levemente. — Y discúlpeme por entrar descortésmente en su casa, como en la vez anterior.
—No discúlpeme por no reconocerla.
(......)
— Oye Hashirama, ¿Cómo haces ese jutsu de árbol? —Dije acercándome a él. — Nunca había visto un jutsu como ese.
—Yo lo cree. —hablo orgulloso. — Este lo cree juntado los elementos agua y tierra.
— Hay yo los tengo. —Salte de emoción. — enséñame.
— Entonces tienes que ser mi pupila.
—¿Qué? No jodas Hashirama. — Este río. — ¿Cómo se llama una persona que te enseña? — Preguntó.
— Un hombre que sabe. — Asentí.
—Anda solo enséñame el jutsu.
Lo convencí con mis poderes de persuasión. Resultó más difícil de lo que pensé, tuve que pasar muchos días concentrando mi Chakra, para lograr un avance. Tenía que seguir practicando.
Fuimos a varios encuentros conflictivos con los Uchiha, acaso esto no tenía fin, siempre tenían que ir a batallar.
—Otra vez agradezco mucho tu asistencia con el clan, tengo que confesar que al principio desconfiaba de ti, pero te has ganado mi confianza y la del clan. — Hizo una breve pausa. — Estuviera completamente honrado si usted decidiera contraer matrimonio con alguno de mis hijos. — Me sonroje al escuchar sus palabras.
Los tres estuvimos conversando de cómo detener esta absurda guerra, llegamos a una conclusión, un acuerdo de paz, para lograr que todo esto terminará era hacer un acuerdo. Hashirama agregó la idea de formar una villa si ellos llegaban a aceptar el acuerdo, no nos neguemos era una gran idea.
Todo resultó un éxito, el clan Uchiha aceptó el acuerdo y otras aldeas también se quieren unir a nuestra villa. Pero primero tenemos que hablar con los señores feudales. Aunque sentía algo de desconfianza hacia los Uchiha, resultaron ser de confianza.
Hashirama y yo construimos la infraestructura de la aldea con la ayuda de nuestro jutsu tipo madera, Hashirama hizo más que yo debido a que él es mejor, solo es mejor en ese Jutsu.
Konohagakure no Sato, el nombre que propuso Madara para la villa y no está mal, a mí no importa mucho lo del nombre. Aunque "Aldea oculta entre las hojas" se lleva mi voto.
— Esto es maravilloso, no lo creen. — Dije mirando a la aldea. — Por fin, hay paz, Ya cumplí mi promesa. — Susurre, Mientras apretaba mi dije de Katana atado a mi cuello. — Gracias a ustedes. —Esta vez, me acerqué y los abracé, mientras lloraba silenciosamente. Ellos también correspondieron al abrazó. — Gracias.
(.......)
—El que sea, no me importa mucho eso de Hokage. —Le reste importancia a la pregunta de Tobirama.
—Mañana tenemos que elegir al Hokage de la villa. — Habló Tobirama. — los candidatos son Hashirama y Madara... Si no respondes no hay ramen.
—¡¿Que?! — Contesté indignada. — Vine aquí contigo porque me invitaste a comer, y eso tienes que hacer, llevarme a comer. Elijo a Madara. — Contesté. — Así Hashirama tendrá tiempo para enseñarme más jutsu tipo madera. —Me miró serio. — Esta bien, yo voto por Hashirama, el sería un Gran líder.
—¿Que estamos haciendo? — Preguntó el.
—Buscando un lugar para comer. —Contesté.
—No de eso no me refería... mejor olvídalo. — Volteó así otra dirección sonrojado.
—Está bien lo olvidare. —Le saque la lengua.
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Seguimos caminando con tranquilidad.
—Tobirama. —Lo llame. —¿no te has dado cuenta que muchas chicas de la aldea se te quedan viendo embobadas?
