Capitulo XXV ✦

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➸Distracciones.

En resumen, ganamos, una victoria todavía amarga y sin sentido para mí. Saru quería renunciar a su puesto de Hokage. Decidió renunciar a su cargo tomando responsabilidad por todos los acontecimientos y muertes de la Tercera Guerra Mundial Shinobi, así que empezó a buscar en nuevo sucesor digno de convertirse en el cuarto Hokage. Yo lo único que hice fue darle un consejo "Orochimaru, no puede ser el siguiente Hokage, el solo está interesado en los privilegios que dan el puesto, su corazón está lleno de maldad". Después de lo que le dije cambio su primera elección, por Jiraiya, pero debido a los viajes de Jiraiya y que a este no le gustaban las responsabilidades ni las preocupaciones, Jiraiya sugirió a uno de sus alumnos: Minato Namikaze.

Me entere de que Minato será papa, me alegro por él. La esposa del Kazekage también está embarazada. El mizukage le pidió a Minato un ninja especializada en Jutsus médicos ya que este embarazo es de alto riesgo, y me mandaron a mí hacerlo, acepte. En estos momentos me encuentro en la aldea escondida entre la arena cuidando a la esposa del Kazekage.

El Kazekage es un hombre egoísta, él bebe que va a tener con su esposa, es el arma definitiva de la aldea, su próximo hijo será un Jinchūriki. No podía hacer nada yo solo estoy aquí para cuidar el bienestar de su próximo hijo, espero que en Konohagakure no me necesite.

Ya estaba naciendo el niño, no tenía esperanzas de que la madre viviera, esto es como la extracción de un Jinchūriki.

-Eso es, solo falta un poquito más para que él bebe nazca él bebe. - Dijo el ninja médico.

-Solo resista un poquito más. - Le dije mientras sostenía su mano, por donde le brindaba Chakra.

-Es muy pequeño. - Dijo el Kazekage.

-Si, es prematuro.

-Pero cumple con todos los requisitos.

-Y por eso hay que criarlo. - Yo solo me mantenía seria mientras ayudaba a Karura.

-Muéstrame su rostro. - Le mostraron al pequeño bebe. - Es pequeño, mi pequeño gaara. - dijo con una sonrisa. Y le empezó a dar un paro cardiaco. Hice todo lo que pude, pero no pude salvarla.

(......)

-honorable Kazekage, si usted lo desea yo puedo ser la tutora de Gaara-sama. - Le propuse y el dudo.

-Solo por un corto tiempo.

Y desde ese momento empecé a criar a gaara. Me habían informado que Minato y Kushina habían muerto durante el ataque del Zorro, me entristecí, pero no podía ir a la aldea, le había prometido a Karura que me quedaría a cuidar a su hijo si le llagara a pasar algo a ella y como sabrán ella murió durante el parto. Ya han pasado cinco años y aún sigo cuidando de Gaara.

-Pequeño Gaara. - Me acerqué a él. - Eres tan tierno. - Lo abrace.

-Hisae-sama, ¿Por qué a los niños les da miedo jugar conmigo? - Me quede callada pensado algo.

-Es que... aún no están preparados para jugar contigo, ellos quieren prepararse para jugar con el gran hijo de Kazekage. - La mentira menos creíble que he dicho en mi vida. - Pero yo sí puedo jugar contigo pequeño Gaara.

-¿Enserio? - Asentí.

-Ven, - Lo cargue. - Vamos a divertirnos.

Nos dirigimos a un parque cerca, era divertido, use un Jutsu de transformación y me convertí en una niña pequeña como él, así sería más divertido.

-Vamos Gaara atrápame, - Dije corriendo en círculos alrededor del.

-Hisae-sama, usted es muy rápida.

Nos detuvimos al ver como a unos chicos se les caía un balón cerca d nosotros.

-Vamos Gaara, ve a buscar la pelota, se la das y se hacen amigo. - Le sonreí mientras lo empujaba.

Pero mi plan no fue muy bueno, y todo resulto mal, tanto así que tuve que llevarme a Gaara de ahí.

-Aunque no tengo ninguna herida me duele. - Me dijo Gaara dé repente. - Me duele aquí. - Señalo su corazón. - puede usar su Jutsu médico y sanarme. - Lo mire con tristeza.

-Pequeño Gaara, esas heridas no las puedo curar yo. Esas son heridas que, aunque no se ven duelen mucho, solo hay un remedio, el amor. - Lo abrace. - Una dosis de abrazos diarios, sanaran tu corazón. También los sana una persona muy especial, que, aunque tú no la veas ella está siempre contigo, es tu mama. Es como esta arena, que cada vez que te vas a hacer daño, ella actúa, nadie va a tocar a su pequeño bebe. - Lo seguí abrazando. - Eres muy afortunado, tu mama siempre está contigo cuidándote. - Me separe de él. - Ahora ven vamos a dormir.

Yo ayudaba a Gaara lo más que podía en dormir, él tomaba sus sueños profundos, mientras yo ayudo a mantener en calma a la criatura, era agotador, pero hacia lo mejor que podía para que el durmiera, como todo niño merece.

(......)

-Con todo respeto Kazekage yo creo que Gaara no puede pasar por esa "Prueba" que usted dice, el apenas es un niño. -Exprese mi opinión.

-Gracias, por todo tu trabajo en la aldea, pero ya no eres necesitada aquí, ya pues regresar a tu aldea. - Me dijo sereno obviando mi queja, pero no podía reprochar era el mandato del Kazekage , hice una reverencia y me marché.

-Pero...

-Ya has escuchado al Kazekage. -Dijo unos de los guardias

-Así no hubiese querido su difunta esposa.

Me dirigí a buscar mis cosas, también tenía que despedirme del pequeño Gaara. Llegue al lugar y suspire pesadamente.

-Pequeño Gaara, -mientras subía a la habitación, guarde mis cosas en mi pergamino. - ¿Dónde estás?

-Hisae-sama, para que me llamas. - Pregunto el pequeño Gaara acercándose a mí.

-Me tendré que ir durante un tiempo, - Le dije directa. - Me necesitan en otro lado, me duele mucho dejarte, pero estarás a cargo de tu tío, y él también te quiero mucho. -No me decía nada, solo balanceaba sus pies de un lado a otro, - Pero toma esto, para que me recuerdes. - Le entregue un osito de peluche y él lo tomo. - El ya estará por llegar. - Me levanté, y volteé a verlo. -Por favor dime algo.

-Te extrañaré, Onee-chan. - Me agaché para poder abrazarlo y sentí como mi corazón se estrujaba.

-Cuídate, no olvides cepillar tus dientes, y si puedo regresare. -Dije con un hilo de voz tratando de no llorar.

Le di un beso en la frente.

Me marché, me fui directo a Konoha. Al llegar fui a ver Sarutobi, quería hablar con él.

-Saru~ ¿Tan tiempo sin vernos? -Le salude.

-Que tal Hisae, no nos vemos desde hace mucho, pero luces igual que siempre. - Le sonreí.

-Gracias Sarutobi. Lamento no poder decir lo mismo. -Rei y el también.

Seguimos hablando animadamente colocándonos al tanto de todo.

-No puedo creer que el Kazekage sea tan idiota. -Dije con rabia. -Hacerle eso a su hijo.

-Pero recuerda que él es kazekage y gobernados de su villa.

Chasque la lengua con enojo.

-Que mal que no puedo destruir toda su villa.

-Hisae...-Siseo Sarutobi mientras negaba con la cabeza.

-Si, lose. - Levante mis brazos estirándome. -Cambiando de tema, ¿Y el hijo de Kushina con Minato?

-Hablas de Naruto, en estos momentos está en la Academia. - Sonreí aún más.

-Puedo ir a buscarlo. -Asintió. -¿Cuántos años tiene?

-Cinco años, creo. - Suspiro. - Él no sabe quiénes son sus padres, y tampoco puede saber. - Asentí.

-Ah una cosa más, después de que busque a Naruto, Voy a venir a despedirme, me voy a ir de la aldea. - Y salí del lugar sin dejarlo decir nada.

Juventud Eterna ||Naruto|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora