Juventud Eterna ||Naruto||

Capitulo VII ✦

  ➸  Mei, ya lo sabia

Escuché como se alejaba y realicé la misma operación pero debes de almohadas era mi toalla, y también que ésta duró veinte minutos, cinco minutos más que el anterior

Solo me tiré en mi cama, estaba agotada. Logré dormir rápidamente esperando que mañana fuera un mejor día.

Pero me equivoqué los días transcurrieron y las cosas empeoraron, desde mi relación con Hajime hasta la herida en mi mano.

La Mei esa me pidió que conversemos, acepté. Hajime no estaba así que si quería podría romperle la cara.

—Esto será muy raro para ti... —Guardo silencio. — Mira maldita, esos ninjas que mastates, eran mis compañeros de equipo, nuestro objetivo "Destruirlos" pero prefiero destruirlos lentamente comenzando con su relación, quien sabe, esto se puede tornar más divertido si los dos intentan matarse, ¿No crees? Además me agrada este lugar y me agrada tu amigo. Tal vez me divierta y lo mate, pero claro que si tú no lo haces. O y otra cosa te acuerdas del supuesto veneno, eso a una sustancia que contiene veneno y chackra, para especificar el mío, este cuando lo activo puedo conseguir que el afectado sufra gran dolor, pero lastima lo intento y aún así no logró escuchar tus gritos, que pena. -Confesó alegre, a lo que yo me enojé.

—No me sorprende, ya sabia que eras un bruja.

Me evante y trone mis dedos.

—Que mal que me lo contestes, ahora tengo una razón para matarte. — Reí. —Solo tendré que esperar a Hajime.

—¡Ja! El ya no confía en ti, pero si en mi, se puede decir que está loco por mí.

—¡Maldita! — Acumule Chakra en mi puño ya estaba lista para impactárselo en su maldita cara pero lo esquivó.

Mi puño choco con la pared de la cocina, que se destruyo.

—Es verdad lo que me dijo Hajime, eres mala ninja.—Aprete mis puños.

Ella aprovechó y me dio un golpe en el estómago, haciendo que me inclinara por el dolor, aprovechó agarrando mi cabeza e impactándola contra su rodilla, al estar tan cerca de su pierna aproveché agarrando de esta y aventándola contra la pared de mi habitación. Me acerqué a ella y la patee como unas tres veces, se levantó y se limpió la sangre de su rostro.

—Empezamos ahora.—Una sonrisa burlona apareció en su rostro.

No le tome importancia.

Preparé mi puño, de ésta no se salva, al estar a centímetros de su rostro, algo impacta contra mi cuerpo, fue Hajima dándome una de sus buenas patadas.

—¿¡Que crees que haces!? —Me gritó enfadado.

—Ayúdame Hajime, se volvió loca.

—Le vas a creer a ella, ella solo vino a matarnos. — le dije cansada.

—¡Pero veo que casi tú la matas! — Me gritó.

—Ella se puso así cuando le di la noticia de que somos novios.

—¡¿Qué?! ¡Yo no lo sabía! —Mi voz se iba apagando con cada palabra.

Intente tragar saliva.

—Pasaron tres semanas y ya se hacen novios. — Mis lagrimas se acumulaban listas para salir. — ¡Te voy a matar! — Le grite a la puta de Mei.

Agarré a Mei de los cabellos fuertemente estaba más que enojada.

—¡Haaaaaa! ¡Suéltame me duele! —Gritó ella.

—Esa es la idea puta.

—¡Suéltala! — Me grito Hajime.

La agarré del cuello e impacte mi puño dos veces en su cara. Hasta que sentí el puño de Hijame impactar fuertemente contra mi rostro. Del impacto Rompí la pared de la cocina con mi cuerpo, que había salido volando, terminé a una larga distancia de donde me encontraba antes. Termine boca arriba, mi mejilla se encontraba roja, y mi corazón roto. Comenzó a llover, muy cliché, gracias a eso no se notaban mis lágrimas y ni siquiera era por el dolor de mi mejilla que enserio ardía.

—Estan muy urgidos.—Les susurre.

Me levante y tambalee un poco.

—Ya lo sabia.—Grite en dirección a Hajime.—Eres como los demás.

Escupi algo de sangre.

—Ya no te sirvo y ahora me desechas, dijiste que no lo harias, pero solo mentias.—vi como se iba sin nisiquiera contestarme.

Yo sólo seguí y me fui de ahí. Corría y saltaba por los árboles, mis lágrimas no paraban de salir y eso me enojaba, ¿cuánto llevaba corriendo? En estos momentos no tengo ni puta idea de cuánto corro pero se siente como si fuera mucho. Me resbale y caí pero que descuidada soy, me limpie las lágrimas bruscamente y me senté.