Juventud Eterna ||Naruto||

Capitulo XV ✦

➸Cicatrizando la herida. 

Un día nuevo, pensando que hoy puede ser mejor que ayer, tal vez acierte, tal vez no. Sólo el destino lo sabe. Fue un día solitario, un terrible día solitario, solo yo y mi conciencia. Después ordenar este lugar, empecé a entrenar. "Necesito cumplir su sueño" fue lo primero que pensé.

No hay que esperar que el día de hoy sea mejor que el de ayer, hay que hacerlo. Es nuestra vida, ¿Verdad? No hay que dejar que el destino tome las decisiones. Está a mi vida y yo tomo mis decisiones.

Me senté a meditar, respiraba el aire dulce de este campo, que paz sentía en estos momentos. Pero se interrumpió esa paz.

—Hisae-chan, — Me llamaron. — Ayudemos, Por favor. — Era Hashirama.

—¿Que pasó Hashirama? — Pregunté preocupada. Se notaba que esto no Era una de sus bromas, estaba cansado y con una cara de temor. —Atacaron a él clan, hirieron de Gravedad a mi padre y a mi hermano menor Tobirama. — Se me abrieron los ojos. — Por favor no hay muchos ninjas médicos la mayoría murieron.

—No soy muy buena, tengo casi veinte y ustedes casi me ganan, además me mataran.

—Dijeron que iban a confiar en mí, por Tobirama y mi padre. — Comenzó a llorar. —Por favor.

— Esta bien, Vamos. — Comencé a correr mientras le tomaba de su mano.

Hashirama comenzó a correr más rápido, me dio a saber que le importaban sus seres queridos. Llegamos a la entrada del clan, se notaba que hubo hay una batalla reciente y no fue muy lindo que digamos. Entramos a su hogar y me guío directo a sus habitaciones.

—Comencemos. — Susurre, atando mi cabello a una coleta alta.

Cubrí mis manos con Chakra y la comencé a pasar por el cuerpo del padre, Tenía una hemorragia interna, sin contar sus múltiples heridas en el exterior. Pase mis manos al cuerpo de Tobirama, No tenía hemorragia interna, que alivio, pero si tenía una profunda herida en la pelvis, al parecer no fue muy grave. Comencé me puse mis guantes, y aplique Chakra, en el abdomen del padre, hemorragia aún no detenida, quince minutos más tarde pude empezar a detener la hemorragia. Tobirama, herida profunda en la zona de la pelvis, Aplicar Chakra para sellar la herida más rápido, aplique Chakra. Ya llevaba algunas horas curando cada una de sus heridas de gravedad hasta que termine.

—No te preocupes, ya están mejor. — La sonreí en modo de apoyo. — Soy un gran ninja médico. — Con los ojos llorosos él se acercó a mí me abrazó fuertemente.

—Muchas gracias. - —Me abrazo con más fuerza. — En verdad te lo agradezco. —Le correspondí.

Empecé a sentir los efectos de haber gastado tanto Chakra. Me empecé a marear, y seguí así hasta caer al suelo sin energía. Al final serré mis ojos buscando un poco de descanso.

Me desperté, ya me sentía mucho mejor. No estaba en mi casa era obvio, me imagino que es la casa de Hashirama y Tobirama. Me levanté y estiré un poco. Entró Hashirama antes de que yo saliera a buscarlo, sonrió al verme

—Buenos días.

—Buenos días.

Me invitó el desayuno a lo que acepte gustosa, Tenía hambre y mucha. Conversamos de cosas triviales, y así.

—Hashirama, Tengo que ir a revisar a tu padre y a Tobirama. — Le Dije.

El Sólo empezó a caminar y yo lo seguí, hasta llegar al frente de la Puerta que fue en donde se detuvo.

—Aquí es. —Agarré a Hashirama de los hombros y lo volteé para que pudiera verme a los ojos.

—Ellos ya están mejor, fuera de riesgos, Relájate nos les va a pasar nada. — Lo abrace. — No tengas miedo.

Entre a la habitación, ayer por la agitación, no la pude observar bien. "Tradicional" así definiría a la habitación y la casa en general. Suelos de Madera paredes de Bambú.

Me acerqué a Tobirama y a su padre y comencé a revisarlos, todo estaba bien. Sólo necesitan reposo. Salí de la habitación encontrándome con Hashirama.

— Perfecto, los dos ya están mucho mejor lo único que necesitan es reposo. - El suspiro aliviado.

—Qué alegría.

—Esos Uchiha, son con los que más a menudo luchan, ¿verdad? — El asintió.

—Nuestro padre dice que ese es un clan Maldito, el odio es su arma de batalla.

—Yo Me voy a ir de viaje, hoy me voy, pero regreso en una semana. —Lo mire. — Que tu padre y hermano descansen, y en pocos días ya van a estar entrenando como antes. — Le sonreí.

Ya era hora, ya lo había decidido, ya estaba en camino, no podía regresar a atrás, iría a darle las noticias de su muerte a la tía de Hajime.

Esta decisión era inevitable algún día pasaría.

Llegué a puerta de su casa, ya estaba lista. Toque la puerta, pero no recibí respuestas, decidí quedarme un rato hay esperando que saliera. Llevaba varias horas sentada, sin respuestas, adonde habrá ido. Unas horas después una señora, que me había sido presentada por la tía de Hajime se me acerco mientras me miraba con tristeza.

- ¿tú eres la Sobrina de Satsuki? - Preguntó y asentí. - Lamentó mucho informante esto, pero ella ha... muerto. - Me impactó su noticia. - Causas naturales, ya está descansando. - siguió hablando, yo Sólo me para y empecé a caminar.

Caminaba cada vez más rápido, hasta que dejé de caminar y empecé a correr. No paraba, que era esto, una cruel broma del destino. Me tire de rodillas a las orillas del río, mire mi reflejo, mi cabello oscuro se encontraba total mente revuelto, me imagino que por el viento. Mi piel, morena ni tan clara ni tan oscura, estaba repleta de lágrimas. Míos ojos café oscuro, ahora ya no tenían brillo, están rojos de tantas lágrimas que dejaron salir, y más opacos.

—Estoy hecha un asco.

Que tengo que hacer ahora, me voy a vagar por ahí o cumplo mi promesa de regresar dentro de una semana.