Capitulo IV ✦

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➸ Reflexión

—Piensa en ti misma.-susurro.

Abri mi boca para decir algo pero me queda callada.

—Tu eres una persona muy importante, no creas que porque no me ayudas en mi meta ninja te voy a creer obsoleta y te voy a dejar en el olvido.

Senti las lagrimas caer por mis mejillas.

—Tu eres igual de importante que yo.—Se alejo un poco viendo mi rostro y limpiando mis mejillas.—No porque antes te an hecho eso, singnifica que dejaras de ser valiosa para mi.

Me quedé hay sentada sobre mis piernas en el duro suelo, Hajime subió su cabeza a la misma altura que la mía, nos miramos durante un largo tiempo, o así lo sentí yo. El poso su mano en su bolsillo y sacó una cadena sencilla que poseía una pequeña Katana en el centro.

—Toma te lo regalo.—Lo extendió hacia mi. —Para que sepas que eres una persona muy importante para mi.

Agarré el collar y lo apagué a mi pecho, susurando miles de gracias.

—Gracias, Gracias, Gracias. — Agradecí ocultando mi cara en su pecho.

—No me agradezcas, además, hoy hace tres años fue que te encontré robando mis cosas. —Levantó mi rostro. — ¿No te acuerdas? El comienzo del dúo dinámico.

—Solo recuerdo la paliza que me diste.

—Y hasta ahora no conozco tu nombre.

—No tengo.- Respondí.

—¿Enserio?

—Sí, siempre me han llamado sute.—Mire mis mientras los malos recuerdos comenzaban a aprecer en mi cabeza.

—Pues... yo te daré un nombre.-Comentó ilusionado.- Y será el mejor, solo espera y verás, tendré que pensarlo bien, tiene que ser perfecto.

—Me voy a dormir aquí, —Le dije. — No te importa ¿Verdad?

—Pero, te tengo que confesar, que el día en que te conocí, fue el día en el que conocí a la mejor mujer del mundo, a la que robó... Y boto mi ramen.

—¡¿Que yo hice qué?!

—Robaste y tiraste mi ramen.

Me levanté, acomode y me estire.

—Me voy a dormir.

Y así fue me fui a mi futon a dormir, creó que era obvio.

Al despertar busque con la mirada a mi compañero, pero no había rastro de él, me levanté y me dirigí al baño.

Estaba hecha un asco, pero que hago, así soy yo, después de varios minutos salí del baño, claro salí mejor a como entre.

Busque a Hajime encontrándolo en el techo de nuestra casa.

—Hajime, ¿Qué haces—-Pregunté subiendo hacía el techo.

—Pensado.

—¿En qué? —Me senté a su lado.

—En cuál puede ser tu posible y perfecto nombre.

—¿Enserio?-Pregunté burlona.

—Más que seguro. —Me miró decidido.

—Oh gracias, supongo. — Mire al cielo, un hermoso cielo estrellado. — ¿Es verdad lo que dijiste de cuando me conociste?

—De que me robaste mis cosas. —Negué.

—Pero también te intente asesinar

—sí, aunque eras muy mala.

—y pensar que terminaríamos así. —dije levantándose del suelo.

—opinó lo mismo.-Baje del techo. —Mañana podemos seguir entrenando mas Taijutsu. —Le propuse. — Hoy no fue un día muy productivo.

—Tienes razón, pero fue un gran día.

—Voy a entrar, ya esta haciendo frio.

—No me ayudas. —Dijo desde el techo.

—Que dijiste no te escucho.

—Olvídalo.

—Ven, Hajime, eres un vago.

Me dirigí a mi cuarto, y me dormí. Les contaría mi sueño pero no es relevante.

—¡Mujer despierta! —Me gritó Hajime.

—Déjame, ya te dije que no me despiertes a estas horas.

—Pero son las diez de la mañana

—Es muy temprano y recuerda que eller perdi mucho chakra.

—Eres mi aprendiz y tienes que entrenar y además mira que te paso por pendeja.

(........)

—¡Concéntrate! —Me gritó.

—¡Transformación! — Me transforme en una mujer.

—¿Ha eso le llamas sexi? Solo mira esto—-hizo sus movimientos de manos. — ¡Transformación!

Se transformó en una mujer era bella tenía dos grandes "personalidades" Bueno tenía dos grandes pechos

—Ha eso le llamas una buena mujer, tal vez tenga adelante pero y atrás,es una tabla, hasta yo tengo más.- Me burle.

—¡Cállate! Ya tú quisieras estas nalgas mi amor. — Activo su modo diva.

—Oh, aquí vamos de nuevo.—Comence a negar.

Juventud Eterna ||Naruto|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora