AUGURIOS DE TERROR
Isaac estacionó la camioneta detrás de Christopher y tocó la corneta para llamar su atención, sostenía en una de sus manos su teléfono mostrándoselo como señal de que él ya estaba allí. Christopher giró totalmente pálido y notablemente nervioso, al verlo de esa manera Isaac se bajó del auto y lo abrazó ipso facto.
-¿Qué pasa? ¿Estás bien? Mírame.- Christopher rompió en llanto y se guindó al cuello de Isaac, todo esto producto de unos nervios incontrolables. -¿Qué tienes babe? ¿Qué te pasó? Isaac trataba de sacarle algo a Christopher, pero éste no podía ni hablar. -Ven, vamos al auto.
Condujo a Christopher hasta el asiento del copiloto, lo subió al auto y serró la puerta, abrió la maleta de la camioneta y se apresuró a subir las bolsas, cuando estuvo todo dentro de la maleta, la cerró y subió de nuevo al asiento del conductor.
-Vamos a salir de aquí ahora mismo.- Dijo tiernamente. -Iremos hasta tu departamento y cuando estés más calmado me cuentas lo que te pasó, ¿si?- Christopher solo asintió.
Isaac manejó con muchísima cautela, estaba nervioso e intrigado por la reacción de Christopher, de vez en cuando volteaba para mirarlo y notó que no dejaba de revisar las calles, como si esperara conseguirse con algo o con alguien en alguna parte de la calle.
-Discúlpame de verdad.- Dijo finalmente al cabo de un par de minutos cuando ya se sentía un poco más calmado. -Tú pensarás que estoy loco.- Isaac estiró su mano y la posó sobre la mano de Christopher para brindarle apoyo y no perder el hilo de la conversación.
-No creo que estés loco babe, simplemente me preocupó verte así.-
-Lo sé y por eso te pido disculpas, pero es que me puse realmente nervioso.- Christopher apretó la mano de Isaac, seguro que lo intentaba, pero ahora mismo no podía controlar las lágrimas. -Estaba allí parado y de repente hubo un chirrido de neumáticos.- Seguía describiendo la situación con voz temblorosa. -Me giré y vi dos coches que estuvieron a punto de chocar el uno con el otro y entonces, el auto que provocó el caos pasó frente a mí y pude ver que el conductor era el mismo sujeto que nos tropezó saliendo de la heladería.-
-¿Estás seguro?- Preguntó Isaac asombrado.
-Estoy súper seguro, era el mismo sujeto, esta vez llevaba unas gafas, de lectura probablemente, pero estoy seguro que era él, no estoy loco.-
-Babe, nadie ha dicho que estés loco, ¿ok? Simplemente fue una casualidad.- Isaac lo miraba con sus fríos ojos azules mientras cambiaba un semáforo.
-El caso es que se apoderó de mí un sentimiento de pánico y de terror, pensé que quizás me estaba siguiendo o que te seguía a ti y como no aparecías pensé que te había pasado algo.-
-¡Ok! Te entiendo babe, pero intenta mantener la calma, respira, no te dejes llevar por el pánico, estamos bien, ¿sí? Fue solo una pésima casualidad.- Isaac intentó no soltar su mano.
Christopher no salía del asombro y por alguna razón, el pánico seguía haciendo estragos en él, aquel sujeto le había transmitido alguna especie de terror mental del cual era casi imposible escapar, no quería seguir pensando en él, aunque resultara un poco difícil.
Finalmente llegaron al departamento de Christopher y entraron directo al estacionamiento, bajaron del vehículo y comenzaron a sacar juntos las compras que estaban en la maleta, Isaac le regalaba sonrisas y besos, incluso al sacar todas las bolas le ofreció un fuerte abrazo.
Dos segundos después, se escuchó el fuerte rugido de una motocicleta y Christopher instintivamente se aferró mucho más fuerte a Isaac, éste al darse cuenta del sobresalto lo abrazo aún más fuerte.
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Masacre en el Club
RandomUna pequeña historia inspirada en la masacre de la discoteca Pulse de Orlando, un tiroteo ocurrido el 12 de junio de 2016 donde al menos 50 personas perdieron la vida y mas de 40 resultaron gravemente heridos; una noche fatidica que algunos recordar...