Masacre en el Club

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LA INEVITABLE VERDAD

Antes de que Christopher pudiera subir a la motocicleta Isaac lo tomó de la muñeca y cambió su mirada cálida por una mirada mucho más seria, tomó un leve respiro y sin vacilar le dijo:

-Antes de ir a Chronos me encantaría hacer una pequeña parada, hay algo sumamente importante que me gustaría hablar contigo... a solas.

La inmaculada máscara que se formó en el angelical rostro de Isaac, creada entonces por aquellas cortas, pero muy precisas palabras, desencadenaron en Christopher un centenar de incertidumbres y dudas. ¿Qué era eso de lo que quería hablar? ¿Por qué no quería hacerlo frente a nadie más?

Isaac encendió el motor y la motocicleta dio un par de rugidos mientras que Christopher continuaba congelado, divagando entre sus pensamientos, no tenía ni la más mínima idea de lo que podrían tratar a solas y debería de ser algo realmente importante cuando necesitó de esa expresión tan seria para avisarle que necesitaban hablar.

-¿Vienes?- Dijo Isaac, mostrándose amablemente una vez más.

-Sí, claro.- Respondió Christopher saliendo del trance.

El trayecto fue bastante rápido, al menos para Christopher que no salía de sus constantes interrogantes y que no llegó a captar ni siquiera las direcciones que tomaba Isaac, la incertidumbre comenzaba a hacerlo sudar frío, tenía en mente solo un "posible" tema de conversación que pudiera llegar a resultar bastante serio para Isaac, la atracción de Christopher por él.

-Bonita vista, ¿no?- Dijo Isaac una vez que bajaron de la motocicleta. Christopher simplemente asintió en silencio.

Habían aparcado la motocicleta en un claro, podría verse la autopista, el sol imponente y todo el estrés de Orlando yendo y viniendo de un lugar a otro, en los alrededores no había presencia de nadie más que no fueran ellos dos, sin duda alguna, aquel era el lugar perfecto para entablar una conversación sin ninguna interrupción.

Con solo pensar en el tema, Christopher sintió un estrecho nudo en el estómago, no quería enfrentar el tema solo, evidentemente jamás habría querido pasar por todo eso, de no haber sido así, le habría expresado sus sentimientos desde que los llegó a sentir.

Pero la situación no era nada fácil, había conocido algunos chicos con los que llegó a salir Isaac y todos eran uno más hermoso que el otro, con cuerpos definidos y musculosos, armónicos con el físico de Isaac, ante todas estos exigentes gustos de Isaac, era más que obvio que Christopher no tenía ninguna oportunidad, la única opción sería chocar de frente contra el inevitable rechazo.

Sentía que el momento de enfrentarse a esa realidad amenazaba con avalanzarse por fin sobre él y no podría escapar, tampoco contaría con la ayuda de alguno de sus amigos para intentar persuadirlo o quizás intentar convencerlo de evadir la inevitable conversación; no cabía duda de que ese era el momento de afrontar la cruel realidad y finalmente poner los pies en la tierra.

-Bien... Creo que te he causado alguna especie de shock, así que prefiero no dar más largas al asunto y comenzar de una vez- Las manos de Christopher comenzaban a sudar y temblar. -Sé, por una muy buena fuente, que sientes algo por mí.-

Ahí estaba la tan sospechada conversación, Christopher siempre pensó que algún día Isaac sabría de la atracción que sentía por él, era el único hasta los momentos que no lo sabía, todo el mundo menos él, así pues, que era el momento de afrontar el rechazo y seguir adelante.

-Habría preferido mil veces, enterarme por tu propia boca de todo esto, pero sé y comprendo que no fue fácil para ti abarcar el tema, sin embargo, quisiera que ahora, en este preciso momento me dijeras, ¿qué es exactamente lo que sientes por mi?-