Vacaciones de pascua

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El lunes mientras desayunaba Scorpius no podia dejar de mirar hacia la mesa de los profesores, mandándole rápidas miradas llenas de amor a James, no era su intención ser tan obvio, pero no podia evitar hacerlo.

La felicidad que lo embargaba al estar con James, era demasiada. Aunque aún le costaba un poco creer que aquello fuera verdad, debido a que algunos años atrás la sola idea de que James pudiera sentir algo por él se le hacía imposible.

Si cerraba sus ojos aun podia recordar la vez que James rechazo su amistad en el expreso a Hogwarts o cuando lloro y fue consolado por Albus en la boda de Teddy y Victoire. Sin embargo a pesar de aquellos recuerdos dolorosos, también podia recordar muy claramente la vez que se le confeso al exgryffindor algo tomado, recibiendo como respuesta el ser besado por el mayor.

Y lo que sintió al ser besado y tocado por James, habia sido la sensación más placentera y desconocida que habia experimentado.

Cuando habia estado con Alistair viendo los jardines de Beauxbatons hermosamente decorados la noche del baile de máscaras de navidad, y el francés lo habia besado y tocado, se habia apartado, la sensación de ser tocado por este le habia recordado vagamente a James, pero no se parecía en nada a lo que James lo hacía sentir.

Lo comprobó con pesar la misma noche cuando el mayor lo abordo y beso en un salón vacío, el beso lleno de desesperación y pasión que James le habia dado no tenía comparación alguna con los que Alistair le habia dado, con Alistair no sentía lo mismo. Sin embargo a pesar de que en ese momento el beso de James lo habia dejado sin aliento al punto de que por unos segundos lo correspondió, el recuerdo y resentimiento que tenía hacia el exgryffindor en ese momento lo hiso reaccionar. Ya que él se negaba a aceptar que aún seguía enamorado.

No obstante al abrir sus ojos y mirar los avellana de James desde la mesa de los profesores viéndolo y sonriéndole solo a él, era más que suficiente, para saber y sentir que a pesar de todo lo que habia pasado entre ellos, James Sirius Potter era el hombre con el que quería estar toda su vida.


Cuando su clase de defensa contra las artes oscuras finalizo, pasó todo el tiempo que pudo con su novio, antes de ir a ayudar al Profesor Longbottom a clasificar plantas medicinales, quería quedarse un poco más con Albus pero no le gustaba quedarle mal a su profesor favorito.

Además de que cada vez que se encontraba con este aprendía cosas cada vez más interesantes, su bisabuelo se habia dado a conocer por su gran trabajo como Magizoólogo y su célebre libro animales fanáticos y donde encontrarlos.

Aquel libro habia nacido del gran amor y gusto que su bisabuelo sentía por todo tipo de criaturas mágicas. Gusto que habia sido heredado por su papá y lo habia llevado a conocer a su mamá. Haciendo que estos se lo heredaran a su hermano, pero él no habia heredado aquel gusto familiar, lo suyo eran las plantas, todo tipo de plantas.

Recordaba con alegría cuando era pequeño y mientras su hermano se ponia a corretear a los nomos del jardín de la madriguera él siempre se ponia a mirar las plantas mágicas exuberantes del arriete, antes de que Albus lo fuera a buscar para que jugaran juntos.


Después de que su novio lo dejara para ir a ayudar a su padrino, Albus se quedó solo en la sala común, así que decidió ir a buscar a su prima a la biblioteca.

Y para su sorpresa cuando llego a esta no pudo evitar sorprenderse al ver a Rose hablando muy amenamente con Garrett Smith de Revenclaw.

No habia esperado encontrase a su prima coquetear con el Revenclaw, una parte de él sintió un impulso sobreprotector ya que era la primera vez que veía a su prima estar con un chico que no fueran Lorcan, Scorpius, Lysander o algún miembro de su familia.

Un amor casi imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora