Rivalidad

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Scorpius se encontraba durmiendo bajo la sombra de un árbol, había ido a ver el lago negro y sin darse cuenta se había quedado dormido bebido a que ya se encontraban a 28 de octubre, noviembre estaba a la vuelta a la esquina y bebido a eso Basile había estado haciendo las rutinas de entrenamiento cada vez más extenuantes.

–Scor despierta– le dijeron Rose y Ellen mientras le revolvía suavemente el cabello y se sentaban cada una a su lado.

–Hola Rosy, Ellen– les dijo Scorpius aun con tono de sueño mientras se sentaba.

– ¿Qué hacías durmiendo aquí scor?–le pregunto Rose.

–Estaba viendo el lago y sin darme cuenta me quede dormido– le contesto Scorpius.

–Es por el entrenamiento de Quidditch verdad, cada vez está más intenso– dijo Ellen.

–Algo así– dijo Scorpius.

–Scor no te presiones tanto– le dijo Rose.

–No lo hago Rosy, pero la verdad es que estoy un poco nervioso–dijo Scorpius.

– ¿De qué? – pregunto Ellen.

–De no ser un buen buscador, he estado entrenando mucho, pero tengo un poco de miedo de fallarle al equipo– contesto Scorpius.

–Scor no pienses eso– dijo Rose.

–Si scor nosotras confiamos en ti– dijo Ellen.

–Gracias chicas, sus palabras me animan mucho– les dijo Scorpius para luego abrazarlas.

–Para eso estamos los amigos scor para apoyarnos– le dijeron Rose y Ellen.

Scorpius sonrió ampliamente y dijo –por cierto Rosy tú sabes ¿Por qué? lucí se ríe cada vez que nos ve juntos– le dijo Scorpius.

Rose suspiro y le dijo– hay scor eso es porque a mis primos se les ha metido la idea de que tú me gustas–

– ¿Qué? – dijo Scorpius sorprendido.

–Si ya se scor, piensan que estoy enamorada de ti y que por eso me sonrojo, pero no se dan cuenta que yo me sonrojo casi por todo, yo te veo como parte de mi familia– le dijo Rose y no mentía, ya que si quería a Scorpius como a un primo más, aparte ella se había dado cuenta que Albus veía a Scorpius como algo más que un buen amigo y le gustaba pensar que algún día Scorpius podría pasar a formar oficialmente parte de su familia gracias a Albus.

–Yo también te veo como parte de mi familia Rosy, a las dos a ti y a Ellen– les dijo Scorpius.

Estuvieron un rato más hablando y después regresaron al castillo.


James había estado soñando constantemente con Scorpius desde que había regresado a Hogwarts y sus sueños lo confundían no entendía por qué soñaba cosas nada inocentes con Scorpius, intentaba no pensar en el pequeño Malfoy pero siempre fallaba no podía quitarse a Scorpius de la cabeza ni cuando entrenaba ya que recordaba que en el partido de Quidditch Scorpius sería su rival.

La mañana de Halloween mientras desayunaba en la mesa de Gryffindor no pudo evitar enojarse al ver que en la mesa de Slytherin unas chicas le tocaban el cabello a Scorpius y su hermano y Lorcan las taladraban con la mirada, él también quería taladrarlas con la mirada, quería que Scorpius lo viera, quería que sus miradas se encontraran como antes lo hacían, pero Scorpius lo ignoraba olímpicamente.

Estaba desesperado por ser notado por Scorpius que cuando lo vio solo sentado en la biblioteca, sin pensarlo se sentó enfrente de él, Scorpius sintió su presencia y levanto la mirada de su libro de pociones y James se puso nervioso de ver a Scorpius tan cerca mirándolo con sus platinados ojos que ahora se le hacían los ojos más bonitos del mundo y tontamente en vez de intentar empezar una plática amistosa con Scorpius lo que dijo fue –deberías de pasar más tiempo entrenando que leyendo libros si quieres llegar a tener una mínima oportunidad de atrapar la Snitch dorada antes que yo–

Un amor casi imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora