"-No quise violarlo con la mirada, no sé de qué hablas".

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No tengo palabra alguna para describir este momento. Se siente como un sueño, como algo intangible. Algo que pensé que no iba a pasar, y no es precisamente porque esté arrodillada frente a uno de mis cantantes favoritos y él me esté mirando con una sonrisa torcida porque acaba de ver toda mi caída.

O bueno, sí, tal vez sí sea por eso.

Trato de ponerme de pie, levantando una de mis rodillas, como si le estuviera pidiendo matrimonio (ojalá fuera eso, por favor). Él ensancha su sonrisa y me extiende su mano, la cual tomo encantada. Encantadísima. ¿No querrá extenderme otra cosa, tal vez?

Me levanto completamente, con su ayuda, y con un montón de vergüenza invadiéndome de la cabeza a los pies, que se refleja principalmente en el sonrojo que posiblemente estoy teniendo en este momento: siento mi rostro arder.

— ¿Estás bien? —me pregunta. Asiento con la cabeza, dándome cuenta de que todavía tiene mi mano entre la suya; de repente siento que sudo, que sudo mucho. Bajo un poco la cabeza, murmurando un gracias que no sé si fue lo suficientemente entendible, hasta que un carraspeo, que no viene de Shawn, me hace volver a levantarme.

Es cuando caigo en cuenta de que Cameron estuvo allí, junto a Shawn, todo este tiempo.

Sí, vio cómo salí corriendo directamente hasta su casa como una maníaca. Sí, vio cómo me caí. Sí, vio cómo me puse toda idiota por Shawn.

Tierra, abre un hoyo, trágame y escúpeme en otro lado, que no sea aquí, gracias.

—Lo siento, yo... um... venía a ver si Rose estaba aquí, contigo —digo, de forma torpe, mirando a Cameron. Esa posiblemente es la excusa más estúpida que he dicho en toda mi vida.

—Eh, sí, está adentro con Carter —me sorprende que el que me responde no es Cameron, sino Shawn. Esta vez lo miro a él—. Tú debes ser Alex, ¿no?

Dios mío, se sabe mi nombre, sabe cómo me llamo. Debo llamar a Rudy para decirle que vaya reservando un cajón porque estoy a -2 segundos de morirme.

—Sí, mucho gusto —trato de que la sonrisa que le estoy dando no sea como la de una fanática loca—. Alex Armento.

—Soy Shawn —me sonríe.

—Sí, como que ya lo sabía —suelto una risita, tratando de parecer relajada.

Relajada las pelotas que no tengo, estoy a nada de derretirme.

—Y yo soy Cameron —el aludido sonríe burlonamente y pone los ojos en blanco.

—Deja de ser tan pesado, toda la atención no puede estar sobre ti todo el maldito tiempo —la que pone los ojos en blanco ahora soy yo. Shawn suelta una carcajada y se lleva una de sus manos a la boca. Santo Dios, su risa es tan bonita.

—Vaya, al fin alguien que te pone en tu lugar —levanta una ceja y luego me mira a los ojos. Yo trato de no gritar de alegría—. Me gustas.

Olvídenlo, voy a gritar.

—Bueno sí, creo que nos íbamos ya Shawn, ¿no? Se nos hace tarde y no trajiste tu auto —Cameron toma a Shawn de los hombros y suspira.

— ¿De qué hablas? Mi auto está ahí, al lado del tuyo —señala un jeep color negro. Yo no soy capaz de decir una palabra.

Dije que gritaría, sí, pues lo estoy haciendo internamente.

—Oh, sí, cierto. Bueno, de todas formas vamos, se te va a hacer tarde.

Just Kidding ; Cameron Dallas #HMAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora