"-Espero que así como bailas de bien, también hagas otras cosas."

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— ¿Por qué soy mujer?


Mi pregunta toma por sorpresa a mi mejor amigo, quien pasa de estar acostado en mi cama, a quedar sentado como un indio. Llevamos dos horas haciendo lo mismo, es decir nada, esperando a que Rose termine de hacer sus trabajos de la universidad y podamos salir los tres. Pero, por supuesto, yo tengo ganas de ir al baño, y POR SUPUESTO, tiene que llegarme el periodo.

— ¿Te estás quejando de ser mujer? —Le hago una mueca, buscando un paquete de toallas sanitarias en los estantes del armario—. ¿Tienes crisis existencial?

—Tengo visita —le digo en medio de un suspiro, que puede interpretarse más como un "mátame aquí y ahora".

— ¿Qué? ¿Quién? ¿Ya no vamos a salir? —Rudy se queja—. ¡No! Se supone que hoy iba a ser una noche genial, ¡Esto arruina todos mis planes! Es tu tía, ¿Cierto? Esa vieja siempre me cayó como un culo.

Llevo una mano a mi frente y niego con la cabeza ante la estupidez de mi amigo. Por Dios, Rudy es gay, ¿no se supone que ellos entienden de estas cosas mejor que nosotras?

—Dios mío, Rodolfo —advierto entre dientes—. ¿No entiendes el significado de "tengo la visita" cuando una mujer lo dice? —Él me levanta una ceja—. ¿Cuántas veces te la he dicho?

— ¿Qué?

— Qué me llegó Andrés.

— ¿Va a salir con nosotros esta noche? ¿Quién es Andrés?

— ¡El que llega cada mes, estúpido! Y sí, va a salir con nosotros, porque prácticamente, sale de mí.

—Pero cómo... ¡Ahhhhh, espera! ¡Ya entendí! —Él asiente con la cabeza como si acabase de descubrir que 1+1 es igual a 2. Rose entra por la puerta de mi habitación.

—Terminé, nos vamos en...

— ¡¿Tienes el periodo, cierto?! —Vuelvo a suspirar, pero esta vez es de frustración.


— ¿Puedes gritar más alto? La señora Cepeda no te escuchó.

— ¿Estás de mal humor? ¿Eso no se supone que comienza cuando estás en la mitad de tu menstruación? ¿Los cambios de humor? —Tomo el paquete de toallas sanitarias del armario y sin pensarlo se lo mando directo a la cara—. Está bien, ya entendí, me voy a callar.

— ¿Estás en tus días? —Pregunta Rose, recostándose en la puerta y cruzándose de brazos. Asiento de mala gana, recogiendo el paquete de toallas y tomando una en específico—. Eso no va a impedir nuestra salida, ¿cierto? Porque acabo de terminar el trabajo de histología, y me apuré precisamente para que pudiéramos salir.

—Vamos a salir, sólo ve a cambiarte —ella asiente y se va a su habitación—. Demonios, quiero llevarme este pantalón. Dios, ¿qué te he hecho?

—No te lo cambies.

—Tengo que ponerme otro pantalón —entro al baño, cerrando la puerta y me cambio de ropa interior.

— ¿Por qué? —Pregunta Rudy al otro lado de la puerta.

—Porque es incómodo tener puesto un blanco cuando también tienes... eso—termino de hacer lo que estaba haciendo y me lavo las manos en el lavabo—. Nunca sabes si te vas a manchar o algo, y sería vergonzoso.

—Ponte un tampón entonces.

Abro la puerta, indignada: — ¡Por supuesto que no voy a ponerme un tampón! Quiero conservar mi virginidad, muchas gracias.

Just Kidding ; Cameron Dallas #HMAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora