Estaba recostada en mi cama leyendo un libro cuando sonó mi alarma. Eran las ocho y Lena vendría a recogerme en una hora así que me levanté y fui a darme una ducha.
Recogí mi cabello en un moño alto para que no se mojase y me adentré bajo el chorro de agua. Me quedé ahí durante unos largos minutos disfrutando del agua tibia hasta que decidí que era suficiente.
Salí y até una toalla alrededor de mi cuerpo para después salir a buscar que ponerme a mi habitación.
Rebusqué entre los conjuntos que había comprado hoy y me acabé decidiendo por una falda tiro alto de color negro y un crop-top de flores cruzado junto a unos tacones negros.
Apliqué algo de maquillaje, para después delinear mis ojos, pasar máscara de pestañas y finalmente un labial rojo. Solté mi cabello y me mire al espejo bastante satisfecha con el resultado.
Unos minutos después llegaron Lena y Dylan. Ella llevaba un vestido azul eléctrico ajustado con la espalda al descubierto y él unos vaqueros negros algo ajustados y una camisa blanca a la que había subido las mangas hasta los codos.
Los saludé y nos pusimos en marcha hacia la fiesta.***
Al llegar nos encontramos lo de siempre, la música a todo volumen, adolescentes borrachos y besándose por todos lados, algunos fumando, otros bailando y algunos simplemente charlando.
Nos dirigimos a la barra improvisada a tomar algo.
-Tres chupitos de vodka.-pidió Dylan.
El chico que trabajaba de barman esa noche asintió y nos los sirvió.
Después de esos tres chupitos hubo más y al cabo de un rato perdí la cuenta.Lena y yo estábamos bailando con unos chicos que se habían acercado hace rato y Dylan estaría por alguna esquina con alguna chica, así que no tenia de que preocuparme.
Después de un rato notaba la garganta seca y el sudor hacía que se me pegara el cabello en la nuca y en la frente. Le hice un gesto al chico con el que me encontraba indicándole que iría a dar una vuelta y me giré para hablar con Lena, pero no se encontraba por ningún lado así que me encogí de hombros y empecé a caminar hacia la barra.
No quería llegar ebria a casa así que pedí un vaso de agua y me lo tomé de un solo trago. Sentí el liquido fresco bajar por mi garganta.
Estaba dispuesta a volver a la pista del baile con aquel chico con el que estaba, pero frené en seco al ver a una niña pequeña en mitad de la gente mirándome fijamente. Ladeé la cabeza confundida, ¿qué podría estar haciendo aquí una niña a estas horas? Me fijé mejor en ella, tendría aproximadamente unos ocho años, castaña con el cabello hasta la cintura, unos ojos grises penetrantes y una piel demasiado pálida. Llevaba puesto un camisón blanco hasta debajo de las rodillas e iba descalza.
Me hizo un gesto indicando que la siguiera y eso hice, guiada por la curiosidad.
La seguí hasta el interior de la casa y subimos a la segunda planta. Todo estaba en silencio y no había señales de nadie merodeando por allí, todos se encontraban fuera. De repente perdí de vista a la niña y me quedé sola en aquel oscuro pasillo, iluminado solo por la luz de la luna.
Iba a dar media vuelta y volver donde estaban todos cuando lo oí. Era la voz de una niña susurrándome al oído.-Ten cuidado Sky. Recuerda que no debes confiar en nadie. Te harán daño sino te pones a salvo.
Sentí un escalofrío recorrer mi espina dorsal, pero no me moví ni un centímetro. Era la segunda vez que pasaba y ya estaba empezando a asustarme.
Cogí una fuerte respiración e inspeccioné el lugar, pero seguía sin haber nadie.
Volví a bajar las escaleras y me encontré con Lena y Dylan.—¿Dónde coño te has metido Sky? Te hemos estado buscando por todos lados—gritó enfurecida.
—¿Oye te encuentras bien?-preguntó Dylan confundido—Estas pálida.
Asentí, solo quería volver a casa, había tenido demasiado por hoy.
-¿Podemos irnos?
-Claro- respondió Lena al ver mi expresión.
Ambos me abrazaron y nos encaminamos en busca del coche de Dylan.
No estaba segura de que estaba pasando, pero quería averiguarlo lo antes posible y terminar con esto, no podía seguir así.
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Visions
FantasyQuién iba a decirme que al cumplir la mayoría de edad mi vida cambiaría completamente y no en el mejor de los sentidos... Mi nombre es Skyler Evans y puedo ver fantasmas.