15. Encontrarla.

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Al terminar de contarle a Liam sobre mi pesadilla me giré para encararlo, ya que durante todo momento se mantuvo en silencio.

—¿Y bien?—dije nervioso y bastante inquieto—¿Qué crees que significa?

Liam solo miraba fijamente a la pared sin decir ni una palabra y eso sólo acrecentaba mi nerviosismo.

—Liam, tío, contesta—le rogué pero seguía sin reaccionar y yo estaba a punto de desmayarme por la maldita inquietud.

De repente suspiró y se volvió para mirarme antes de hablar.

—¿Desde cuándo tienes esos sueños?

Abrí la boca incrédulo ante su interrogante. Después de todo el relato y la jodida espera, me soltaba esto.

Estaba a punto de estrangularlo pero resistí mis instintos homicidas y respiré intentando tranquilizarme, después de todo, él era el único que podía ayudarme y en quién realmente confiaba.

—Hace unos dos meses creo, ¿por qué?

—Si mi instinto no me falla y nunca lo hace—dijo con arrogancia fingida, aunque era bastante cierto lo que decía—creo que es una llamada de socorro. Tu vínculo con esa chica es fuerte, a pesar de los años que llevas sin verla, te está llamando, pidiendo ayuda, ¿sabes por qué?

No entendía lo que decía, ¿por qué necesitaría mi ayuda? Y lo más importante, ¿estaba vinculado a ella?

—¿Cómo sabes si mi vínculo está con ella?

—Fácil, es tan intenso que lo he sentido tan solo al mencionar su nombre.

—¿Estas seguro?

—¿Alguna vez he fallado?

—Tienes razón, incluso puede que su abuela me dijese algo parecido.

—Entonces...¿Sabés qué puede haber pasado para que necesite tu ayuda?

—No lo sé—dije frustrado revolviendo mi cabello y tirando de las puntas.

No recordaba nada que pudiese ayudarme a saber que pasaba y esto empezaba a superarme.

Seguí esforzándome intentando encontrar alguna respuesta hasta que al fin lo recordé.

Hace años, cuándo estuve viviendo con su abuela fuimos a su casa. Había bastantes niños de mis edad e incluso un enorme pastel y varios regalos.
Me explicaron que era su cumpleaños y lo estaban celebrando aunque yo no recordase muy bien haber tenido alguno. Siempre estábamos escondiéndonos para que no nos encontrasen y aún así acabaron cazando a mis padres.

Recuerdo que ese día me puse algo triste por mis padres y por nunca haber tenido un cumpleaños, ni siquiera amigos y ahora tampoco tenía a mi hermana, pero Eleanor y Skyler me ayudaban mucho, la familia Evans era genial.

Skyler al verme triste se me acercó y me dijo que si quería podía soplar las velas con ella y quedarme alguno de sus regalos, lo que me hizo muy feliz.

En unas semanas sería su cumpleaños y si mis cálculos no fallan, cumpliría dieciocho.

—Liam, creo que ya sé por qué me necesita.

—¿Y bien?

—Cazadores—dije muy serio y el me miró sin entender nada—En dos semanas cumplirá los dieciocho y eso solo significa una cosa.

—Su don saldrá a la luz, sino lo ha hecho antes.

—Exacto.

—¿Qué harás?

—Encontrarla y cumplir mi promesa. No dejaré que nada malo le pase, nunca.

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