No iba a mentir, me encontraba realmente asustada y sin saber que hacer.
Poco a poco todos fueron movilizándose y se acercaron sigilosamente al lugar del que provenían los disparos.
Un grupo de hombres armados y vestidos de negro se encontraba en el bosque al acecho. A unos metros de ellos pude divisar un furgón con alta vigilancia.
El sonido de nuestras pisadas al acercanos un poco más los alertó de nuestra presencia, comenzando así una verdadera batalla campal.
Todos comenzaron a atacar. Algunos utilizaban sus dones mientras que otros optaron por la lucha cuerpo a cuerpo.
Como pude saqué una pequeña daga del interior de mi bota izquierda, para defenderme de cualquiera que intentase atacarme.
Gritos, disparos y golpes se presenciaban por doquier.
Dos de los chicos consiguieron deshacerse de los que estaban junto al furgón, sacando del maletero a personas que se encontraban en bastante mal estado. Sus pieles amoratadas, la escasez de ropa y la suciedad podían apreciarse desde aquí, lo que aumentó mi rabia hacia los cazadores.
La mayoría apenas eran adolescentes y algunos incluso niños.No podía entender cómo podía existir gente tan cruel capaz de hacerle eso a gente inocente.
Justo cuando estaba llegando al furgón otro grupo de cazadores apareció pillando a los chicos con la guardia baja. Volvieron a meter a los prisioneros en el maletero para protegerlos del desastre que se avecinaba.
La situación me superaba pero por nada del mundo me quedaría ahí parada viendo a todos luchar, sin yo hacer nada.
Lucas y Arthur estaban tan ocupados intentando que aquellos monstruos no se acercasen al vehículo que ni siquiera se habían percatado del joven rezagado que se encontraba junto a la rueda del furgón, por lo que la necesidad de que estuviese a salvo fue justo lo que me motivó para ponerme en movimiento.
Esquive a todos los cazadores que se interpusieron en mi camino. Tuve que apuñalar y golpear a más de unos hasta que conseguí llegar a mi destino.
Cuando llegué al chico intenté cogerle del brazo para llevarle a un sitio seguro antes de que esto empeorase.
-¡Cuidado!-gritó con una voz bastante grave y me empujó hacia un lado para evitar que me apuñalasen.
Antes de que al enemigo le diese tiempo a contraatacar le pegué una patada en la mano consiguiendo que tirase el arma y al segundo le apuñalé con la mía.
Me giré hacia el muchacho que miraba con desprecio el cuerpo del hombre trajeado y le volví a coger del brazo para meterlo en el maletero del furgón asegurándome de que no hubiese enemigos cerca para después buscar a mi equipo.
- ¿Estáis bien, chicos?- pregunté cuando llegué hacia Lucas y Arthur, revisando si tenían alguna herida grave, encontrando solo algunos rasguños superficiales por lo que ambos asintieron.
-Ayuda a los demás, nosotros nos encargaremos de que ellos estén a salvo.
Antes de poder decir algo, un disparo y un grito ensordecedor se escucharon a unos metros de distancia, captando la atención de todos los presentes.
-¡ NO!-grité al ver que Dylan yacía en el suelo junto a Irina, quien se encontraba a su lado llorando desconsoladamente.
La ira y el dolor envenenaban mi alma a cada segundo que pasaba, despertando en mi algo que nunca antes había sentido.
No puedo asegurar que pasó durante los siguientes minutos, pero lo único que recuerdo antes de que todo se volviese negro es ver que no había ni rastro de los cazadores.
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Visions
FantasyQuién iba a decirme que al cumplir la mayoría de edad mi vida cambiaría completamente y no en el mejor de los sentidos... Mi nombre es Skyler Evans y puedo ver fantasmas.