13.¿Amigos?

106 12 0
                                    

Después de enseñarle a Lena el campamento y ponernos al día sobre lo que había pasado, acordamos que se quedaría en la cabaña conmigo, ya que sobraba una habitación.

Habíamos estado hablando sobre lo que pasó con James pero por más que me dijese que debía hablar con él, en lugar de tomar decisiones a la ligera, me negaba a hacerlo y aunque me costase admitirlo era demasiado orgullosa como para decirle lo que había pasado y que me tomase por una cría impulsiva.

Había sido un día muy largo, así que tomé una larga y relajante ducha.
Salí con una toalla alrededor del cuerpo y con otra me secaba el pelo. Al entrar en la habitación me encontré a Lena tirada sobre mi cama en una postura que parecía bastante incómoda, durmiendo como si la hubiesen sedado.

La verdad es que estaba bastante graciosa con ese pequeño hilillo de baba cayendo por la comisura de su labio mientras no paraba de roncar y si hubiese tenido mi móvil en esos momentos de seguro ya le habría hecho un montón de fotos para burlarme de ella cuando despertase.

Caminé hasta la pequeña cómoda y cogí algo de ropa cuando ya estuve completamente seca y me acosté en la cama para dejarme llevar por los brazos de morfeo.

***

Habían pasado alrededor de dos horas y seguía sin poder dormir.
No paré de dar vueltas en la cama hasta que me rendí y cogí mis deportivas para salir a dar una vuelta.
Cerré la puerta con cuidado para no despertar a Lena y empecé a caminar sin rumbo fijo.

A estas horas todas las instalaciones estaban cerradas así que no podía entrenar un rato ni comer algo, por lo que fui en dirección al lago.

Nada más llegar me quité los zapatos y me senté con los pies dentro del agua.

Últimamente no había tenido tiempo de venir, pero era un lugar muy tranquilo y perfecto para cuando quería estar sola y pensar.

Aunque mis dos mejores amigos estuviesen aquí y esto fuese diferente, en el buen sentido, no podía evitar extrañar mi hogar y a mis padres, pero había algo en ese pequeño lago que se me hacía familiar y me llenaba de paz.

Después recordé lo que me había contado Irina y lo que me dijeron mis padres sobre que yo ya había estado aquí hace mucho tiempo, cuando aún era una niña y supe que se trataba de eso.

Escuché un ruido cerca y me levanté de un salto. Miré a todos lados pero no había nada hasta que una sombra apareció cerca y me puse en posición de defensa para atacar si era necesario, pero al ver que solo se trataba de James me relajé un poco.

-¿Qué haces aquí? Me has asustado.

-Lo siento, no pretendía asustarte-me miró de reojo con las manos en los bolsillos y volvió la vista al lago- Vengo a pensar,¿y tu?

-No podía dormir.

Nos quedamos en silencio y volví a sentarme en la misma posición que antes, pero esta vez con él a mi lado.

Ninguno de los dos decía nada y no estaba segura de romper ese silencio que se había formado, ya que no era incómodo, pero tampoco cómodo, era solo eso, silencio.

Después de unos minutos él habló.

-¿Por qué me has estado evitando?

-No te evitaba- suspire- Bueno puede que si lo haya hecho, pero tengo mis razones.

-Si es por lo que pasó aquí el otro día yo...

-No, no es eso-lo interrumpí-Bueno en parte si lo es, pero lo que realmente sucede... aaggg soy terrible explicándome.

-Tranquila, no hay prisa.

-Verás... después de que tu te fueras aquel día, me crucé con Irina... me dijo que en parte era culpa mía que estuvieses así y me contó lo que pasó con tu hermana.

Se puso tenso al mencionar a su hermana y se quedó callado.

-Oye, lo siento, no debía haberla mencionado.

-No importa, fue hace mucho tiempo y tu no tienes culpa de lo que pasó-se giró hacia mi y sonrió nostálgico, como si acabase de recordar algo-Una vez le prometí a tu abuela que nunca dejaría que te pasase nada.

No pude evitar mirarlo y sonrojarme, verlo así, de esa manera me había tocado el corazón.

-Cumpliste tu promesa.

-Siempre lo hice, a pesar de la distancia. Tu abuela lo vio, ese vinculo tan fuerte que tenemos hizo que estuviésemos conectados todo este tiempo y aunque no estuviese a tu lado sabía que estabas bien, a salvo.

-¿Un vinculo?- lo miré extrañada, pero el escuchar sus palabras me hizo pensar en todas esas veces que estaba mal y sentía como si alguien estuviese a mi lado, diciéndome que todo estaría bien y que a pesar de todo siempre me he sentido segura, como si cuidasen de mi.

-Los que son como nosotros, los visioners, al igual que todos los que poseen un mismo don, tienen vínculos con sus iguales, pero solo dos personas tienen un vinculo tan fuerte que pueden saber cuando la otra esta en peligro o le necesita, como se siente o incluso si esta cerca, pero es difícil encontrarla y el vínculo que comparten se puede hacer más estrecho dependiendo de las personas y el tiempo que se conozcan, haciendo que estén aún más conectados.

-Eso es... interesante y algo extraño a la vez , pero supongo que tengo que acostumbrarme a este tipo de cosas.

-Supongo-dijo con media sonrisa y me alegré de haber conseguido animarle un poco, porque aunque a veces fuese insoportable, tenía que admitir que los buenos recuerdos habían vuelto a mi mente y era incapaz de odiarle - ¿Cómo te ha ido en el entrenamiento?

-Oh, pues bastante bien la verdad, para ser el primer día he conseguido abrir un pequeño portal entre dos mundos, aunque ha sido agotador-dije tumbandome en el suelo y mirando el cielo estrellado.

-Vaya, eso es genial, aún recuerdo mi primer entrenamiento y lo cierto es que fue bastante lamentable -me giré a verle y se rascó la nuca algo nervioso- La verdad es que yo iba a ser tu profesor, pero dadas las circunstancias no sabia si sería buena idea y le pedí a Liz que lo hiciese por mi.

-Ya... lo siento por eso, debí hablar contigo antes de tomar esa decisión tan precipitada.

-Bueno enana, ya has aprendido la lección para la próxima vez, y debes dejar de ser tan impulsiva y cabezota.

-Idiota-dije riendo y le golpeé en el brazo a modo de broma, por lo que empezamos a reír los dos y a darnos pequeños golpecitos.

-Entonces...¿amigos?

-Amigos.

Ambos nos sonreímos y volvimos la vista al cielo quedando, esta vez si, en un silencio cómodo y relajado.

VisionsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora