5.Fiesta de cumpleaños.

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Habían pasado ya los días y hoy era la fiesta.
Acababa de salir de la ducha y envolví mi cuerpo en una toalla. Entré en la habitación y rebusqué en el armario algo para ponerme. Sobre el montón de ropa se encontraba el vestido que compré hace unos días con Lena.
Me lo puse y cogí unas plataformas negras a juego. Me maquillé un poco, pinté mis labios de rojo y aplique un poco de rubor sobre mis mejillas.
Me miré al espejo bastante satisfecha. El vestido realmente me quedaba bien y resaltaba cada una de mis curvas. La pedrería del escote le daba un brillo hermoso y elegante, haciendo una combinación increíble junto con la falda de vuelo.

Llamé a Lena para que viniese a recogerme y dirigirnos a la fiesta, que seria en su casa.

***

Aparcó el coche en la entrada y bajamos de el.

— ¿Estas lista para la mejor fiesta de cumpleaños?—preguntó con una enorme sonrisa

—¿Tu qué crees?—le respondí de igual forma.

Ella y Dylan se habían tomado muchas molestias encargándose de todo a pesar de que les dije que no era necesario, pero al ver su entusiasmo he de admitir que me lo contagiaron.
Al entrar nos lanzaron un montón de confeti y algunos globos.

—¡SORPRESAA!— gritó todo el mundo.

Habían venido todos mis amigos y compañeros de clase y uno por uno se acercaron a felicitarme personalmente y darme un abrazo a lo largo de la noche.
Estuvimos bailando y bebiendo e incluso me cantaron el cumpleaños feliz.

Cerca de media noche sacaron el pastel para soplar las velas y que fuese oficialmente mayor de edad.
Estaba tan contenta y me lo estaba pasando tan bien que por una vez en mi vida no quería que terminase.

—¡Muy bien chicos, es hora de que la cumpleañera sople las velas!—anunció Lena junto a Dylan y todos se pusieron a gritar y vitorear.— ¡Vamos Sky!

Me acerque a la mesa de cristal en la que habían puesto el pastel y sople las velas justo cuando dieron las doce.

Todos se pusieron a aplaudir entusiasmados e hicieron cola para poder probar un poco de ese delicioso pastel de chocolate.
Estaban a punto de empezar a cortarlo cuando irrumpieron en la casa unos cuantos hombres trajeados y con armas.
La música paro y todo el mundo empezó a huir y esconderse. Todo se había vuelto un caos, había perdido a mi amigos de vista y me encontraba en shock en mitad de la sala, hasta que Dylan me cogió del brazo y me sacó de la casa pero antes de llegar a la puerta, me percaté de que uno de los hombres que había irrumpido en la casa era con el que había chocado en el centro comercial.
Empezamos a correr por la calles hasta su coche cuando nos atacaron un par de los hombres que habían entrado en la casa. Estaba muy asustada y no sabía que hacer. Dylan empezó a forcejear con uno y el otro se acercó para cogerme.

—¡Skyler corre!

Reaccioné y le di una patada al que venia a por mí cuando Dylan consiguió liberarse del otro y volvimos a correr lo más rápido que podíamos hasta su coche.
Una vez dentro y en marcha me sentí más segura hasta que recordé que Lena no se encontraba con nosotros.

—¡Dylan! ¿Dónde esta Lena?

—Tranquila Sky ella estará bien, lo importante ahora es ponerte a salvo a ti.

—¿Qué?¿Estarás de broma verdad?—me estaba poniendo histérica y el parecía bastante tranquilo—Además, ¿quienes eran esos hombres y qué querían?

—Cálmate de acuerdo, te llevare a casa, harás una mochila con cosas que necesites y te lo explicaré todo.

—Esta bien—asentí, solo quería saber que estaba pasando y descansar un poco.

El resto del camino fue en silencio e incluso pude dormir un par de minutos. Puede que no parezca el momento más adecuado, pero estaba agotada mentalmente y lo necesitaba.

Al llegar a casa Dylan inspeccionó los alrededores antes de hacerme una señal para poder bajar del coche y entrar. Abrí la puerta y subí corriendo las escaleras seguida por Dylan.
Ya en mi habitación cogí una mochila y metí un par de pantalones, camisetas y algunas sudaderas. Me cambie de ropa y me puse lo primero que encontré en el armario.
Al salir de la habitación me encontré a mis padres hablando con Dylan en el pasillo.

—¿Qué esta pasando?

Ellos se dieron la vuelta y me miraron durante unos segundos antes de abrazarme.

—Lo siento mucho cariño.— susurró con tristeza mi madre dándome un beso en la frente y acariciando mi mejilla—Debimos habértelo contado todo desde un principio.

—¿Contarme el qué mamá?Me estáis asustando.

Estaba muy confusa, solo estaban ahi parados abrazándome y mirándome tristes.

—Es hora de contarte la verdad.

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