❝04 | I HOPE I DON'T REGRET THIS❞
—¡Jackson!El ojiazul está tirado en el pasto de la cancha para cuando llego a la multitud. Se agarra el hombro con una mueca de dolor y le falta poco para revolcarse en el piso como bebé al estilo Neymar. El entrenador se acerca a verificar que esté bien, levantando los pulgares hacia nosotros como si se tratara de un hecho histórico de saber, pero de todos modos Danny y otro jugador que no reconozco lo levantan para llevarlo a la enfermería.
Me hago una nota mental para no olvidar ir a visitarlo luego.
—¿Qué fue lo que te pasó? ¿Por qué tiraste a Jackson de esa manera?— trato de no sonar como regaño pero las manos en mis caderas y el ceño fruncido me dan otro aspecto. Stiles me señala a Scott con urgencia.
—¡Está pasando ahora!— murmura entredientes—. No creo que pueda controlarlo.
Los ojos de Scott brillan en absoluto color dorado con matices plateados, como si fuese oro fundido, y los comienzan a sobresalir de su boca. De ser otras circunstancias, la originalidad de sus maravillosos ojos me habría dejado embobada un buen rato.
—Siempre tan oportuno, Scotty— susurro sarcásticamente—. Vamos, ayúdame a sacarlo de aquí.
Stiles lo levanta por los hombros y lo lleva casi arrastrando fuera del campo, mascullando órdenes en voz bajita debido a que Scott le está gruñendo como perro rabioso. Yo camino detrás de ellos, pensando en cómo haremos para traerlo de vuelta al mundo humano cuando una sombra capta mi atención.
A un lado de las gradas, veo una figura masculina, con una vestimenta que reconocería en cualquier lado. Mi primera reacción es detenerme a sentir las burbujas en mi estómago muy a gusto, y casi quiero correr para acercarme, recordando el piquito que le di ayer. Pero entonces la cruda, abrupta y estúpida verdad me tira de un empujón y aniquila mis maripositas con su rayo láser.
Derek es un hombre lobo. Me lo dijo Scott a noche cuando llegamos a casa. Parece ser que mientras Stiles y yo lo buscábamos por todo Beacon Hills, Derek lo interceptó y contó su verdad. Y de repente todas las sonrisas y las miraditas y las sensaciones se sintieron como una mentira, pues es posible que Derek se haya acercado a mí solo para tener un ojo encima de Scott. Sus palabras en la fiesta cobran sentido: estoy vigilando a un amigo para asegurarme de que no cometa alguna estupidez.
Duele en mi orgullo porque de verdad creí que había una mínima pisca de que yo le gustaba. ¡No entiendo por qué no lo noté antes! Ya decía yo era demasiado sexy para ser simplemente humano, sin dotes sobrenaturales.
Aun así no controlo la amenaza de sonrisa en mi boca cuando él me saluda a lo lejos con esa sonrisita torcida que tan guapísimo lo hace ver. Estoy tentada a perdonarlo -después de todo no estaba obligado a contarme- con la excusa de que es demasiado hermoso como para gastar nuestro tiempo enojados pero después recuerdo las teorías conspirativas de madrugada con mi hermano: hay una posibilidad de que Derek sea el lobo que lo mordió, y de ser así tiene asegurado mi odio por semejantes sustos y preocupaciones que nos hizo pasar. Por sentenciar a Scott a vivir en esta condición. La ira toma posesión de mí y no me contengo cuando le muestro mi dedo medio antes de seguir con mi camino.
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Cry Wolf | Teen Wolf [1]
FanfictionPara Aubrey McCall, la vida no le ha sido nada fácil. No recuerda absolutamente nada de su infancia más que fugaces y vívidas pesadillas, no sabe quiénes son sus verdaderos padres ni por qué la abandonaron fuera de una casa cualquiera. Y aunque no d...