13 | it's derek

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  13 | IT'S DEREK

     Hay un momento en el que ya no estoy presente.

Cierro mis ojos con fuerza, sintiendo un escalofrío recorrerme completa. Sigo escuchando los gritos, instalándose en el fondo de mi mente, repitiéndose una y otra vez de forma que puedo empezar a sentir el dolor como si yo lo padeciera. Por más que trato de esconder mi cabeza entre mis rodillas y cubrir mis orejas, nada funciona. El calvario sigue ahí, aumentando su fuerza.

Paren, paren ya. No griten.

El olor cada segundo se hace más potente, insoportable y pútrido. Carne viva ardiendo en la caliente brasa que me rodea. Todo lo que quiero es soltarme a llorar, solo quiero llorar.

Deténganse. Esto duele.

Quiero salir de aquí, liberarme de la sensación de estar atrapada dentro de un horno, calcinándome viva. Intento pararme pero mis piernas no me funcionan. Los dedos de mis pies se retuercen al sentir la quemazón en el suelo de madera, avisándome lo que se avecina.

Sáquenme de aquí. Por favor, por favor, por favor...

Quiero que los lamentos de agonía azotando mi cordura se detengan, que dejen de torturarme. Quiero irme, quiero irme, ¡quiero irme!

Ayúdenme.

—¿Aubrey?— una voz áspera, cargada de preocupación, me hiela la sangre. No la reconozco, jamás la había oído; tampoco sé quién es el dueño de ella incluso cuando levanto la vista y veo una imagen que me deja sin habla. Hay llamas de fuego al rojo vivo bailando sin rumbo por toda la habitación, ya no hay cortinas ni muebles, ni siquiera soy capaz de distinguir nada que no sean las tonalidades rojizas, anaranjadas y amarillentas de mi inminente destino. Aun así, en medio de todo el desastre, su silueta está ahí parada, inmóvil. Sin sufrir daños, como si el fuego fuera controlado por él.

¿Tú me estás causando esto?

No distingo algo en concreto, el humo nubla mi vista y mis abundantes lágrimas tampoco sirven de ayuda, además de que las sombras juegan a su favor. Lo único que identifico son esos dos ojos azules, tan claros y brillantes como el océano que es prácticamente imposible que pasen desapercibidos, incluso en la situación en la que estamos. Ellos están angustiados, pero reflejan algo tan cálido y reconfortante que, viéndolos fijamente, hacen que todo el miedo en mí se esfume, porque él está aquí. No sé quién es este hombre, pero la paz que embarga mi cuerpo es tan placentera, tan embriagante, que no me importa su paradero.

Quédate. Por favor, quédate y sálvame.

Lo sé. Él llegó por mí, él va a protegerme.

—Tranquila, mi linda Brey. Papá ya está aquí.

—¡Aubrey!— ya no hay fuego, no hay siluetas de extraños, no hay olor putrefacto ni gritos perturbados. Parpadeo un par de veces haciendo que gotas saladas de agua resbalen por mis mejillas, causando que la mirada de Scott se tiña el doble de angustia—. No, no, no. No llores, Bree, por favor no llores. Lamento mucho lo que le pasó a Derek, pero te prometo que eso no te pasará ti. Todo estará bien, voy a sacarte de aquí, te lo juro. Jamás dejaría que algo malo te sucediera, ¿okay? ¿Confías en mí, hermanita?

Quiero preguntarle qué le sucede que lo tiene tan alterado, qué significa eso que acabo de alucinar, de sentir, quién demonios era ese señor y por qué se llamó a sí mismo mi padre, ¿fue un recuerdo, fue una mala jugada de mi mente, fue el dolor de haber perdido a Derek quien me hace imaginar cosas que no están pasado? No obstante me encuentro tan atolondrada que me limito a asentir lentamente. Él suspira, limpia mis lágrimas y me abraza rápidamente, poniéndose de pie cuando Stiles lo llama a lo lejos.

Cry Wolf | Teen Wolf [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora