Cry Wolf | Teen Wolf [1]

08 | you're a bitch, i love it

08 | YOU'RE A BITCH, I LOVE IT

    
—¿Mi hermoso, talentoso y maravilloso hijo me trajo la cena?

Meto la última galleta a mi boca y la mastico antes de hablar, con el ceño fruncido.

—¿Debería sentirme ofendida?

—Creí que preferirías no ir a la cafetería por hoy— explica Scott con una sonrisa risueña, poniendo la bolsa blanca en el mostrador. Me cruzo de brazos.

—Eres el artista más considerado, amoroso y maquinador del mundo...

—¡Mamá, tu otra hija sigue aquí!

—... pero no usarás el auto mañana en la noche.

—Oh, eso está mejor.

—¡Mamá!— Scott abre la boca incrédulo, mientras yo rio nada disimulada. Mamá se encoge de hombros.

—Hay toque de queda, así que no hay auto. Pero tomaré esto— sostiene la bolsa de plástico y le lanza un beso, en un gesto burlón—. Los amo.

—Eres el chico con la peor suerte que conozco, pero admito que eso de traerle la cena fue un buen intento— digo mirando el pasillo por el que mamá salió hace segundos, segura de que mi enfurruñado hermano se molestará.

—Y tú eres la peor hermana del mundo, ¿lo sabes?— asiento sin quitar mi sonrisa mientras acomodo la papelería en el escritorio de la recepción—. No creas que por pasarte todo el día en el hospital con mamá significa que te liberarás de nuestra conversación pendiente, Bree, tenemos que hablar muy seriamente sob-

De pronto sus ojos se estancan a mis espaldas y sin dejarme rechistar se encamina en una dirección desconocida. Mi ceño vuelve a fruncirse por su sonámbulo estado.

—¿Scott? ¿Qué sucede? ¿Por qué vas hacia allá? Scott. ¡Scott, maldita sea, vuelve aquí!

Entonces me encuentro siguiéndole, confiando en sus habilidades lobunas. Debió haber olido, visto o escuchado algo fuera de lo normal. Nos detenemos en una puerta que francamente no tengo idea de lo que contiene dentro, pero Scott la abre con confianza así que supongo que no hay peligro alguno. Me hace señas para que entre rápido y yo, como buena busca problemas hermana menor que soy, le obedezco. Hay una cortina azúl cubriendo parte del lugar, a la cual Scott se dirige. Yo camino detrás de él, en un estado alerta que he adoptado desde la noche de luna llena en la que todo esto pasó. Dios, de verdad que parece como si hubiesen pasado años desde entonces cuando sólo han pasado un par de semanas, sino es que días.

Cuando mi hermano arrastra la cortina, el cuerpo magullado de Garrison Meyers se deja ver. Está cubierto de vendas tal cual momia, su cara está roja y no sé si es debido al esfuerzo que hace para vivir o por la sangre. Luce terrible. Arrugo mi nariz debido al olor que sus heridas despiden, pero pronto me acostumbro a él.

—El sheriff Stilinski fue esta mañana a la veterinaria y le mostró a Deaton unas fotografías de su cuerpo. Fue un lobo— me informa Scott en voz bajita, dejando oír perfectamente el pesar en su tono—. Deaton mencionó que ellos tienen memoria a largo plazo y fue por eso que el lobo le arañó la cara y lo jaló de los tobillos en lugar de ir directamente a su yugular.

El entendimiento se apodera de mis pensamientos y aprieto el brazo de Scott, pero pareciera que el gesto es más para mí que para él.

—Un hombre lobo.

—Claro, pero ellos no saben que es en realidad un humano también.

—Tú no lo hiciste, Scott.