Capítulo 13: Bienvenidos a la Fiesta

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¿En qué momento todo se había mezclado?

Makoto apareciendo en mis pesadillas hacía que fuesen más duras, más reales y con ello, más dolorosas. ¿Hasta cuándo voy a seguir así?

Con el móvil aún en mis manos le envié un mensaje. Sencillo, sólo preguntaba si estaba bien y si había vuelto a casa. Estaba realmente preocupado, Iwatobi nunca es un lugar seguro y mucho menos en mitad de la noche. Miré hacia arriba rogando y suplicando a cualquier Dios o deidad que controlarse el mundo que me contestase pronto. Sin embargo, no lo hizo. Estuve media hora esperando cuando recordé que era conveniente irme a dormir. Me tragué una pastilla para el sueño antes de arrepentirme de la decisión y me fui a la cama.

Al sentarme sobre el borde del colchón vi en la mesita de noche un papel doblado que no reconocí haber puesto ahí. Lo desdoblé y di un trago seco a mi boca. No entendía el porqué de aquellas palabras.

Lo siento, no podía.

Makoto.

¿No podías qué, Makoto? Arrugué la nota y la tiré contra el suelo. No tenía sentido. Ya no sabía si era por las pesadillas, por la exaltación que me provocaban las mismas, por despertar de pronto, por la preocupación o por la actitud de Makoto. No le entendía. ¿Ha... Huído? ¿Por qué volvía a correr de mí como el otro día? Todo me sonaba a excusa barata. Ni siquiera me dijo donde fue con tanta prisa entonces y mucho menos lo hizo hoy.

Estaba tan confuso y desorientado... Sentía un dolor punzante en el pecho, sentía que ese dolor se clavaría en mí resquebrajándome hasta hacerme pedazos. Pero la medicación surgió efecto antes y acabé dormido.

***

La cara con la que me analizaba Rin, estaba dándome a entender que me preguntaría, en breves, el por qué de llegar así. ¿En serio? ¿Soy tan fácil de leer para él? Crucé mis brazos esperando a que me dijese algo de una vez.

-¿Y bien?- le apresuré.

-¡Eso quisiera saber yo! ¿Por qué vienes tan hecho mierda?- lo sabía.

-Hoy sí he dormido.

-Sí, se nota. Aún no has despertado, ¿has visto tu cara de zombie?

-Tengo espejo en casa. No soy un neardental.

-Lo pareces.- dijo señalándome moviendo sus manos en círculo.

-Agh.- me puse una mano en la cara con gesto de exasperación.

-Cuéntame antes de que Rei llegue y nos tengamos que poner manos a la obra.

-Es Makoto. No sé qué está pasando con él. Me tiene muy confundido.

-¿Eh? ¿Y eso por qué?- dijo Rin preocupado.

¿Quién te pide que le beses como si no hubiera mañana y luego acaba escapando de tu cama en plena noche? Me dio vergüenza decirle eso a Rin.

-Volvió a irse, sin saber que sentía.- resumí.

-¿Le besaste de nuevo?

-No le besé, nos besamos.- corregí con rintintín y no quise añadir detalles.

- Pues si fue cosa de ambos, entonces no hay problema ¿no?

-Bueno... Es más complicado.- me pasé dos dedos por el puente de la nariz.

-Querido Sousuke, el amor es complicado. Deja que el pobre Makoto reflexione, él si que debe estar confuso.- se puso un dedo en la barbilla y reflexionó dos segundos.- Creo que nunca ha estado con nadie.- Dios mío... ¡Eso no puede ser! La sangre se concentró en mis mejillas. El corazón me comenzó a latir como loco ¿Acaso... esa fue su primera vez? ¿Qué hice? Soy un completo idiota.

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