Capítulo 8: Callejones con salida

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-La última vez que estuve en casa de Haru... vi un par de sobres negros sobre un mueble del salón...

Un sudor frío me recorrió la espalda. Sentía como si alguien hubiese echado un jarro de agua fría sobre mi cabeza. Me congelé por completo.

-Sousuke, Haru puede estar en peligro.

-¿¡Rin eres consiciente de lo que me estás diciendo!?- dije alterado y sorprendido de que Rin no pensase fríamente. Él alzó una ceja.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Haru es sospechoso hasta que no demuestre que esos sobres son de amenazas.- le expliqué con rudeza.

-¿Qué? ¿Estás loco?

Estaba colérico, Rin confiaba demasiado en ese chico y me pareció una mala idea seguir discutiendo con él. Así que elegí tomar medidas. Me dirigí hacía el teléfono y marqué el número del Sakura's. Rin me siguió atónito.

-Sakura's Restaurant, dígame.- la voz dulce de Tachibana consiguió relajar mi ira momentánea.

-Tachibana...- me detuve un segundo deleitándome mientras lo pronunciaba. Pero volví a ponerme serio, no era hora de cursilerías.- Soy Sousuke, necesito hablar con Haru inmediatamente.

-S-si, claro, ¿ha pasado algo con él?- la preocupación se reflejaba en su voz.

-No puedo hablarte de ello, ya sabes, cosas de este trabajo.

-C-claro, ya se pone ¿sí?- se escucharon unos sonidos mientras le pasaba el teléfono.

-Yamazaki.-dijo él.

-Haruka Nanase, tienes que presentarte en comisaría cuánto antes.

***

Una vez más sus ojos cristalinos se clavaban frente a mí.

Tuve que dejar que Rin estuviese presente durante el interrogatorio pero le prohibí que hiciese preguntas. Rei también estaba allí, como las otras veces, registrando la información. Pasé de las formalidades y fuí inpulsivamente al meollo de la cuestión.

-Haru, ¿por qué tienes sobres negros en casa?

Noté como Rin a mi lado entrecruzó los dedos de sus manos y dio un trago a su saliva. Mientras que su contrario frunció el ceño sin quitarme la vista de encima.

-¿De qué sobres me hablas?

Abrí más mis párpados y repetí la pregunta.

-Somos conscientes de que tenías algunos sobres negros en tu casa, ¿por qué? ¿para qué?

-¡Sousuke!- gritó Rin, pero le ignoré y seguí sosteniéndole la mirada a Haruka.

-No tengo esa clase de sobres en mi casa.- su frialdad estaba convertida en sonidos.

-Haru, te recuerdo que estás en un interrogatorio y tu deber es decir la verdad-insistí.

-Te repito, no sé nada de la existencia de esos sobres.

Su insistencia en ello me estaba impacientando así que comencé a dar toques con el dedo en la mesa y miré a Rei pero solo se encogió de hombros.

-Haru ¿te están mandando amenazas?

-¿Qué?- miró a Rin un segundo hasta que yo retuve su atención con un ensordecedor golpe en la mesa

-¡RIN!- al levatarme y mi silla calló al suelo haciendo un estruendo. Su cara de terror no consiguió para nada conmoverme. -Haruka Nanase, lamento decirte que esta noche la pasarás en el calabozo. - después me dirigí a Rei.- Solicita un permiso para registrar su casa.

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