Una luz blanquecina se hizo paso entre mis pestañas. Parpadeé distinguiendo el fluorescente del que salían aquellos rayos. Me sentía muy cansado y no me apetecía moverme, así que sólo giré mi cabeza a un lado. Tenía una vía en mi brazo izquierdo que conectaba con un tubo hasta un gotero. ¿Qué hago en un hospital?
-¿Sousuke?- miré extrañado al otro lado, la voz que me sacó de mi lento despertar, zarandeó a otro chico.- Rin, despierta, Sousuke abrió los ojos.
Espera... ¿Quiénes son? ¿Por qué están ellos aquí? ¿Yo... conozco a esos chicos?
Necesité unos minutos. Sabía que los conocía, lo sentía. Pero no los situaba en mi vida. Sabía que debían ser importantes para mí pues de no ser así no estarían conmigo en el hospital.
¿Y qué es lo que tengo? ¿De qué estoy enfermo?
Llevaba medio torso vendado, desde mi pecho izquierdo hasta casi mi codo. ¿Qué me ha pasado?
Ugh... No consigo recordar nada.
Puse una mano en mi sien intentando aclarar mi mente y ...
Entonces, millones de imágenes pasaron deprisa por mi cabeza. Fue como recordar algo a cámara rápida, pero sin recordarlo de veras ya que las escenas se agolpaban en mi mente sin un porqué o un cómo.
Un dolor punzante me obligó a retorcerme.
-¡Haru ve a llamar al doctor!- el aludido obedeció saliendo de la habitación a toda prisa, mientras el chico pelirrojo me sostenía la mano derecha intentando tranquilizarme.
Apreté la otra mano contra mi hombro el dolor físico me trajo consigo un nombre a la mente:
-¡Makoto!
Comencé a llorar sin razón. Ni siquiera sabía a quién acababa de llamar pero me dolía. Dolía nombrarlo. El pecho me quemaba mientras ese nombre resonaba en mi cabeza. Sentía el corazón apretarse mientras las lágrimas corrían por mi rostro. Apreté mi mano a la tela del pijama del hospital. Dolía. Dolía. Dolía. Desde mi pecho hasta el hombro. Pero, aunque en ese momento no lo entendí, el dolor emocional estaba traspasando al físico.
-Sousuke, por favor, respira hondo y tranquilízate.
***
-Buenos días, soy el psicólogo Nao Serizawa.- Me tendió una mano y la estreché con formalidad.- Estoy aquí para comprar el estado en el que se encuentra su mente así que comencemos con preguntas sencillas ¿Le parece?- asentí pausadamente.- ¿recuerdas tu nombre?
-Sousuke Yamazaki.
El doctor había ordenado salir a Rin y Haru de la habitación para hacerme una revisión. Se había acomodado en único sillón de la sala y apuntó un montón de cosas en un papel mientras me hacía las preguntas. Me miraba por encima de las gafas, gesto que me recordó a Rei.
Rei... Miles de incógnitas pasaron por ni mente. Pero su siguiente cuestión me evadió de esos pensamientos.
-¿Qué edad tienes?
-Veinticinco.- mis respuestas eran cortas y concisas, quería que saliese de allí cuanto antes. No necesitaba que comprobasen mi salud mental, lo que realmente necesitaba eran muchas explicaciones.
-¿Recuerdas algo de lo que pasó la noche que te trasladaron al hospital?
- Sí, ya estoy más tranquilo y lo recuerdo todo con claridad.- agaché la cabeza.- ¿Qué ha pasado con Makoto Tachibana?
-Señor Yamazaki, ahora el importante es usted.- Nadie parece estar dispuesto a decirmelo pensé, pero mi voz no sonó tan suave.
-¿¡Por qué nadie quiere hablarme de ello!?- ni Rin , ni Haru ni la enfermera que llegó antes del doctor quisieron contestarme.
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The Beast
FanfictionMe llamo Sousuke Yamazaki, tengo 25 años y acabo de graduarme en la Academia de Policía. Me han designado a una ciudad llamada Iwatobi, famosa por su alto número de crímenes de todo tipo, desde los más despiadados hasta robos insignificantes ¿qué se...