Mis hermanos cargaban el peso de mi padre junto con el del cajón en sus hombros.
Caminabamos las largas calles del panteón, buscando el lugar donde enterrarian por la eternidad a ese hombre que me dio la vida, de nuevo.Blake es como mi bastón, mi soporte, se que jamás me dejará caer.
Va caminando conmigo de la mano, me ayuda a mantenerme de pie.Mi tio Dustin va atras de mis hermanos, con Colton y una bella dama que jamás había visto.
Llegamos a un lugar muy bello, lleno de rosas rojas y blancas, una bella lapida de marmol mostraba con letras grandes un nombre, el nombre de mi madre:
MARGARETH JONSON DE CABE.
+1975 / 1999+Un escalofrío recorrió mi cuerpo por completo, hoy, despúes de 18 años, mis padres estarían juntos de nuevo.
Despúes de que metierán el cajón de mi padre a ese pozo de tierra, desaparecí. Salí con prisa del cementerio.
Ahora tenía más de una hora sentada un pequeño puente peatonal que atraviesa un pequeño arroyo. ¿Que parte de la ciudad será? No tengo ni puta idea.
-¡Hey! ese puente es muy viejo, en cualquier momento podrías caer al agua.
Me saco de mis sentimientos, me desconserto y desesperada busque la procedencia de esa voz. Un joven, quiza un poco más grande que yo por un par de años. Había detenido su carrera por el parque, y estaba justo del otro lado del arroyo, parecía cansado y su ropa deportiva estaba empapada.
-Un poco de agua no hace daño.-Me gire de nuevo al frente, dispuesta a dar por terminada la conversación.
Escuche la madera crujir y despúes vi como el chico se sentaba junto a mi. Lo mire con disgusto y el solo mostro una sonrisa.
-Te preguntaría como estas, pero me he atrevido a jusgarte, y estas muy mal.
-Vaya, eres intuitivo.-Lo mire directamente a los ojos.-Pero te falta la senzates. Según tú en cualquier momento esta madre se puede romper, ¿Me harías al gran favor de bajarte? Prefiero caer sola.
Una carcajada sonora abandono su garganta. Me limite a mirar al cielo, ya estaba anochesiendo.
-Solo quiero ayudar.
-No necesitas hacerlo, puedes ir a hacer tu obra de caridad a otro lugar.
-Puedes abrirte conmigo, igual soy un extraño que jamás volveras a ver.
Rodeé los ojos. Aveces es bueno desahogarte con un extraño ¿No?
-Estoy bien, amigo, solo vete.
-Llevamos un progreso.-sonrió triunfante.-ahora soy tu amigo.
Yo negué sin poder evitar que una sonrisa se formara en mis labios.
-Y ahora logré hacerte sonreír, definitivamente me ire al cielo por esta grandiosa obra de caridad.
-Que idiota.-Mascullé.
-Puedo serlo si así lo prefieres.
Me puse de pie y de inmediato el tambien.
-Tengo que irme.
-Espera, ¿A donde vas? Yo puedo llevarte.
-A casa.
-¿Donde es eso?
-Yo no tengo ni puta idea de en donde estoy.
Un crujido, mi grito desgarrador, un gruñido y luego todo era agua.
Como pude nade hasta la orilla, siendo seguida por el generoso extraño.
-Te dije que en cualquier momento caerías.
-Pero caíste conmigo, pendejo.-Dije tintileando del frío.
Soltó una carcajada y me fue inevitable reír con él.
-Vamos, necesitas secarte y tomar un café caliente, te puedes resfriar.
-Nos podemos resfriar.
El asintió.
-¿Entonces si vas?
Asentí. Sabía que morir en manos de un desconocido era una posibilidad muy factible, pero en realidad ya no me importaba, solo quería cubrirme del frío y olvidar la muerte de mi padre tan solo por unos minutos. Cuando me sienta mejor volveré a casa y hablare con Dustin, él es el único que puede aclararme todas las dudas que tengo.
-Me llamo Caleb.
Me tendío la mano y comenzo a caminar hacia la calle, guíandome con él.
-Soy Venus.-Al minuto de que esas palabras abandonarón mi boca, me arrepentí, completamente.
-Tienes un bonito nombre.-Sonrió.
-Si, solo algúnos me dicen así.-Dije nerviosa.-En realidad me llamo Kendall, Kendall Cabe.
Le extendí la mano y el la beso en lugar de solo estrecharla.
Subimos a un mustang negro, y cuando cada uno esta en sus lugares el se giro para encararme.
-Un placer, Kendall, ahora si me permites adivinar, ¿Tú eres la hija de Saúl Cabe, el empresario que asesinaron ayer?
De prontó sentí aún más frío.
-¿Como sabes?
-Salío en todos los períodicos, una foto del fallecido junto con sus hijos. La verdad por eso me acerque, sabía quien eras y me saco de onda que tu nombre fuera Venus, que bueno que aclaraste.
-¿Que decia el peridico de nosotros?
Encendío el motor del carro y comenzó a hacer maniobras para salir del lugar donde estaba estacionado.
-Algo así como un fraude, que estaban en peligro y muchas cosas más.
-Que gran mierda.-Baje la mirada a mis tenis negros, estaban completamente mojados, al igual que yo.
-Lo sé, pero no te juzgo, mi padre tambien fue asesinado ayer.
Me gire a verlo, estancandome en sus ojos color topasio, esperando una respuesta, incitandolo a seguir.
-Y todo es culpa de Martin Anderson.-concluyó.
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El diario de Venus.
Ficção AdolescenteVenus es el segundo planeta del sistema solar en orden de distancia desde el Sol, el sexto en cuanto a tamaño, ordenados de mayor a menor. Pero yo no soy ningún planeta del sistema solar, ni cercas estoy de serlo, simplemente soy Venus Miller, o mej...