El diario de Venus.

Ocho.

Una humeante taza de café reposa firmemente en mis manos, dandome calor y melancolía. Cuando era niña, mi padre siempre por las noches se sentaba en el patio a observar el cielo, miemtras yo lo veía con atención desde el cuarto de Chris.

El sillón era demasiado grande, y yo me encontraba undida en él, con un atuendo que ni siquiera era de mujer. Unos grandes pants negros y una camiseta blanca de pijama cubrian mi cuerpo, mientras unos largos calcetines calentaban mis pies.
Todo era de Caleb, me encontraba en su apartamento el cual compartía con su hermana.
Intento prestarme ropa de ella, pero mi gran trasero no entro en los pequeños shorts, y mis pechos no cupieron en las extra escotadas blusas que usaba.

El entró rapidamente al cuarto cuando solté un grito de dolor, ya que al quererme sacar la pequeña blusa de su hermana, esta se atoro en mi cabeza dejandome cegada, cuado retrocedí asfixiada por la apretada blusa en mi cabeza tropece con un tenis de Caleb y caí de bruces al suelo, el llegó cuando yo estaba en el piso y antes de siquiera ayudarme, comenzó a burlarse de mi, para despúes quitarme la blusa con los ojos estúpidamente cerrados, luego entre risas me entregó su ropa, y el se fue a la cocina dandome mi espació despúes de haberme visto en brasier.

Cuando termine salí de la habitación y el ya me esperaba sentado en un sofa, con dos tazas de café caliente, el mio con leche. Decidí que lo mejor era tomar aciento un poco lejos de él. Y aquí estaba ahora, sentada en este sillón sintiendome cada vez más estúpida.

-¿Sigues sin confiar en mi?

Levante mi mirada y la fije en el.

-¿Tú que crees?

Puso una sonrisa, y nego.

-¿Que sucedió con tu padre?-Pregúnte con demasiada curiosidad, él borro esa hermosa sonrisa que hace unos instantes tenía y agacho la mirada, dandole un largo sorbo a su café.

-Lo matarón.

-Si, eso ya lo sé, pero, ¿Como? ¿él estaba con mi padre?

El asintió.

-Estaban a punto de cerrar un negocio, por la mañana llamó a Sky para que celebraramos su nuevo negoció en una cena familiar, ambos aceptamos, y el colgó feliz. Unas horas más tarde nos llamaron, habia sido asesinado por 6 impactos de bala en un restaurante, junto con el socio mayoritario de la estúpida empresa de Anderson.

-Los asesinaron juntos.-Mi cara de horror solo insito a que Caleb se parara de su lugar y se acercara un poco más a mi.

-Buscaban a Anderson, tenía estúpidos negocios con el líder del capo más peligroso de esta puta ciudad. En cambio mataron a nuestros padres, dandole así un cierto tipo de mensaje a Martin.

El padre de Blake era el causante de la muerte de mi padre, quiza no de forma directa, pero aún así contribuyo. Era culpable, él culpable de que jamás pudiera disculparme con mi padre, que jamás pudiera decirle cuanto lo amaba.

-Así que ahora compartimos la misma vida de mierda.-Dije para despues tomar de mi café.

-Tenemos en común más cosas de lo que imaginas.

-¿Como que?

-La estúpides de hablar con extraños.

Reí, eso era cierto.

-Caer al agua, subirme a tu coche, y despúes invitarme a tu apartamento, mientras ando con tu ropa.-dije divertida.- Si, creó que tenemos eso en común, definitivamente yo haría lo mismo.

-No, creó que ahí si te equivocas.

-¿Porque?

-Yo jamás usaría tú ropa, no me va tu estilo.-Dijo poniendo una pose muy graciosa, a lo que yo estalle en una carcajada limpia.

-He llegado.-una bella chica vestida con una pequeña falda de vuelo negra, y una blusa escotada blanca aparecío en mi campo de visión, deje de reirme, de inmediato supe que ella era Sky, la hermana de Caleb. Ella me miraba entre encantada y confundida.-Oh, Caleb, ¿Porque no me avisaste que hoy traerías a tu novia a casa? Pude haber preparado algo, o de menos arreglado un poco este desorden.

-No, yo no...-fui interrumpida por Caleb.

-Sky, ella es Kendall, y no no es mi novia.

Ella se acerco hasta a mi y me abrazo efusivamente.

-Oh yo lo siento, mi hermano no ha traído nunca a una chica a la casa y al verte con su ropa intuí que andaban y yo solo me emocione.

Caleb rodó los ojos y yo reí.

-No soy gay, Sky, entiendelo.

Solté una carcajada inevitable.

-¿Quieren cenar?-Interrumpió Caleb a su hermana que esta por decir alguna tontería.

-Oh, claro.-dijimos al unisimo.