Veinticuatro.

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Antes de que comiencen a leer debo avisarles que el destino del viaje fue cambiado jajjajajajjajaa originalmente era España, no se como (me imagino el porque) escribi Roma, es un muy buen lugar pero yo ya había investigado todo sobre España.

Pd: No tomen mucho café y traten de escribir un capitulo por la madrugada.

¿Cuanto durá un vuelo de México a España? No tengo ni la más minima idea, caí en un sueño profundo minutos despúes de despegar.

Ahora era de noche, y el hambre que tenía era un poco menos que el inminete dolor de cabeza producido por la resaca. Andrew decidio que la mejor opción sería ir a cenar; Argumento que si ya estabamos ahí sería mejor conocer lo más bello.
La plaza mayor brindaba un hermoso paisaje, con todas sus terrazas iluminadas y la aglomeración de gente, agena a todos mis pensamientos, sin siquiera reparar en mi aspecto.

¿algúna vez les han lastimado el corazón que llegan a jurar no volvér a enamorarse? Pero luego llega alguien que ineblitablemente te vuelve a enamorar y caes una y otra vez a sus brazos, bueno, a mi me pasa lo mismo con el alcohol, cada que me da una resaca juro jamás volver a probarlo, pero estoy tan enamorada de el que vuelvo a caer en sus redes, para mi es inevitable, se ha vuelto mi vicio y creó que Blake tambien.

Por eso me da coraje verlo, tan campante, caminando como un jodido Dios griego  como si jamás hubiera dejado en México a una chica llorando por él, lucía confundido y portaba un ceño fruncido, eso que más me gustaba de él y por eso me daba coraje verlo.

Me levante de la silla en la que estaba sentada, y camine directamente hasta él, con la mirada estupefacta de Andrew a mis espaldas y la ira dominando mi cuerpo una vez más.

Él ni siquiera se había percatado de mi precencia, parecía distraido, buscando algo o a alguien.

La rabia crece más.
Más...
Más...
Más...

Y entonces estoy frente a él, mirandolo con los ojos entre cerrados, con las manos hechas puños a mis costados, y con el corazón en el estomago, y no es hasta que choca con mi cuerpo que se percata que estoy ahí, y luce sorprendído, al parecer no puede creer que yo este parada frente a él.

-¿Ken?-Pregunta, con su voz hecha un hilo debido a la sorpresa.

Mi palma en su mejilla es la que contesta por mi, se la doy tan fuerte que se le queda marca.

-¿Creíste que ibas a dejarme hecha una mierda y despúes disfrutarlo como si nada hubiera pasado?

La gente pasaba a nustro alrededor, despreocupada. Ni siquiera miraba el espectaculo que estabamos dando, ellos tenían cosas más importantes que hacer, como apresurarse para llegar temprano a la cita que habían quedado mientras trotan hasta su amad@ con un ramo de rosas en la mano, como hablar por telefono con tu madre y decirle que la amas, y muchas cosas más que estuve observando mientras estaba sentada afuera de ese restaurante, en una terraza que Andrew se había enamorado en uno de sus viajes o algo así le escuche mencionar.

-¿Que estas haciendo aquí?-Preguntó, aún incredulo, con la mano en su mejilla izquierda.

-¿No te quedo claro?

Y entonces trate de darle una cachetada más, pero su mano me detuvo justo a tiempo, agarrandome suavemente.

-Ken, Tranquilizate.

-Oh, no te atrevas a pedirme eso, maldito engendro sin sentimientos.-Brame enojada, comence a sacudirme de su agarre hasta que pude safarme de él.-eres un degenerado, un cerdo, un pendejo, un maldito, me rompiste el corazón pedazo de mierda, no tienes una idea de como te detesto y como quisiera arrancarte los ojos con un tenedor para luego dartelos de comer, no te imaginas todo lo malo que deseo hacerte, me cogiste y despúes me dejaste tirada en esa maldita cama, y tu fuiste el perro maldito que intento asesinar a mi mejor amigo, no tienes una idea de lo mucho que quiero que sufras  y......-

-Perdón.-Me cortó.

Aproveche para tomar una pequeña respiración.

-¿Perdon? ¿Te atreviste a decir eso? Esque tu no tienes perdón maldito, lo que hisiste ni si quiera puede ser condenado a una muerte, me destruiste cabrón, hace tan solo unas horas me has hecho llorar y ahora te veo aquí tan campante.

Cerre la boca, cansada de farfullar sin parar y que él solo me mirara de arriba abajo, inspeccionandome.

-¿Que fue lo que te paso? ¿Con quien vienes? ¿Que estas haciendo aquí?

-No tienes ningún derecho a cuestionarme.-Mi dedo indice lo señalaba acusatoriamente.-Tu única función aquí será como un saco de box.-y volví a golpearlo, esta vez con una patada en su miembro.

Calló al piso, sofocado de dolor.

Y yo me sentí bien, jodidamente bien.

-Kendall.-Me llamo Andrew llegando hasta a mi.-Te dije que él no tenía la culpa de nada.

-Me rompió el puto corazón, que pague.

Sus ojos me miraron, suplicantes, pidiendome algo que su boca se negaba a decir.

-Tan siquiera deja que se explique.-Comentó ayudando a Blake a que se pusiera de pie.

-No necesita explicarse, así especifico en su puta carta.

Me cruce de brazos, y el somo me miraba, no decia nada, su cara estaba completamente seria, inexpresiva.

-Blake, sabemos lo de tus hermanos, ¿En que te podemos ayudar?-Habló por fin Andrew.

Yo bufé, mientras que Blake solo me miraba fijamente, con sus ojos avellana brillando haciendolo lucir aún más guapo ¿Eran las luces de la plaza? ¿Así eran sus encantos? La maldita naturaleza había sido muy generosa con su genetica, y no lo merecía, Blake no merecía nada despúes de haberme dejado, pero sus hermanos no tenían la culpa, por más que Mara fuera un grano en el trasero.

-¿Kendall?-Me llamó Blake ignorando a mi abuelo.-¿Tu estas aquí para ayudarme?

-Estoy aquí para encontrar a tus hermanos, se lo prometí a Ale, tu te puedes ir mucho a chingar tu madre.

Él sonrio, a medias, pero sonrió, y quice volver a golpearlo, pero no me atrevía porque sinceramente quería que esa sonrisa siguiera en su rostro, ¿Porque? Porque lo amo y el sentimiento no iba a cambiar en tan solo unas horas, por más pendejo y culero que fuera, si hace cientos de años no lo deje de amar, dudo mucho que ahora pueda.

-Esa es mi chica.-Creí oirlo murmurar, pero no eatoy segura, lo dijo demasiado bajo.

-¿A quien estas buscando aquí?

-Colton.-Respondío sin más.

-¿Para que lo quieres ver?- preguntó cautelosamente Andrew.

-Él tiene a mis hermanos.-Sus ojos se transportarón a los mios.-Será mejor que se vayan, él no debe ver a Kendall aquí, ni mucho menos saber que ha hablado conmigo.

Los engranes de mi cerebro comenzarón a girar y a girar, hasta encajar cada uno en su lugar, dejando una idea lógica pero demasiado pendeja y llena de iluciones.
Una estúpida idea se había atorado en mi cabeza, provocandome nauseas y ganas de abalanzarme a sus brazos.

-Reservamos en el Hotel Exe Central, llega a recepción y pide que llamen a Andrés Álvarez, yo mismo bajaré por ti.

-Ahí estaré en cuanto termine de hablar con Colton.

-Creeme cuando te digo que vas a tener que estar ahí para entonces.-sentencie y sin darle una última mirada valorando mi orgullo y dignidad, comence a caminar hasta donde recordaba Andrew había estacionado el auto.

El diario de Venus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora